Irisbond abre oficina en EE UU para impulsar su tecnología de manejo de dispositivos con la mirada
La española recibe la certificación de Apple para que su dispositivo Hiru pueda utilizarse con el iPad. Establece una sociedad en Delaware
La empresa española Irisbond, que ha desarrollado un software y un dispositivo de seguimiento ocular o eyetracking para interactuar con los dispositivos a través de la mirada, ha creado una filial en Delaware, EE UU, y abrirá este año una oficina comercial en el país. Muy posiblemente en el área de Boston, donde cuentan con socios y clientes clave. Además, como explican desde la compañía, un área de negocio de futuro en el que están trabajando es el diagnóstico precoz de enfermedades neurodegenerativas, y la costa este, y en particular Boston, es un hub muy importante en este tipo de disciplinas.
La firma da este paso tras convertirse en la primera compañía española que ofrece esta tecnología que obtiene la certificación Made for Ipad de Apple, lo que permitirá utilizar su dispositivo Hiru con las tabletas iPad del gigante tecnológico. “Llevamos tres años apostando por el mercado estadounidense, doblando facturación año a año, y operándolo desde España, pero tener esta certificación que nos ha costado más de dos años, nos abre un mercado mucho mayor, pues EE UU es un país muy sensible a la tecnología Apple”, dice el fundador y CEO de la empresa, Eduardo Jáuregui.
La compañía vasca, fundada en 2013, ha fichado a Mark Maragni para liderar el desarrollo del negocio en EE UU, donde esperan cerrar este año con un equipo local de unas 3 personas. Es el tercer país donde tendrán oficina propia, tras España y Argentina, país desde donde lideran toda su actividad en Latinoamérica. Las soluciones de Irisbond están presenten actualmente en 36 países de Europa, Sudamérica y Norteamérica a través de su red de distribución.
Jáuregui destaca que Hiru, lanzado en 2020, es el primer dispositivo eyetracking multiplataforma del mundo. Esto supone que es capaz de ser compatible con todos los sistemas operativos en diferentes dispositivos, desde un ordenador, hasta un cajero, un ascensor o un control de acceso en un edificio de oficinas.
La compañía facturó el año pasado 1,5 millones de euros (“a diferencia de otros competidores hemos crecido durante la pandemia”) y está en break-even. Jáuregui reconoce, no obstante, que las inversiones que tienen previstas para los próximos años pueden llevarles a dar ebitda negativo.
El directivo destaca que “la tracción que están empezando a tomar es importante”, y avanza que planean fabricar en EE UU los dispositivos que comercialicen en ese mercado. Los producirá la misma compañía vasca, P4Q, con la que trabajan ahora, y que cuenta con plantas en Bizkaia y Albuquerque (Nuevo México, EE UU). “El objetivo es que a final de año la subsidiaria Irisbond Inc, sea autónoma completamente para comercializar y fabricar este producto en Estados Unidos”, dice el directivo.
Volviendo a la certificación que le ha otorgado Apple, el fundador de Irisbond asegura que supone “un hito” porque a día de hoy la tecnología de eyetracking solo era compatible con dispositivos Windows. “Solo aplicaciones que corren bajo el sistema operativo de Microsoft pueden ser manejadas con la mirada. Pero, con esta certificación, lo que hemos conseguido es que nuestro dispositivo, que es compatible con Windows como el del resto de los competidores, también lo sea ahora con iOS”.
Según el directivo, esta homologación es más que un sello que les permite de manera oficial conectarse a los dispositivos iOS. "Es una validación por parte de Apple de nuestra capacidad tecnológica, de nuestro sistema de calidad e incluso de nuestra ambición de negocio, pues el proceso que hay que llevar a cabo para obtener la certificación es muy complejo. Además, esto nos permite tener otro grado de interlocución con Apple. De hecho, estamos ahora en Cupertino, desde donde queríamos anunciar este hito y estamos teniendo reuniones con diferentes equipos de esta compañía para seguir mejorando las prestaciones de la plataforma y aplicarla a diferentes áreas de negocio como el de salud o la educación, donde ellos están trabajando”.
Los dispositivos y tecnología de seguimiento ocular de Irisbond no solo son de utilidad para personas con limitaciones físicas, como aquellas que padecen esclerosis lateral amiotrófica (ELA) o tetraplejias, que solo pueden comunicarse con los ojos. Sus aplicaciones son múltiples en automoción, robótica, neuromarketing o salud. Así, por ejemplo, un cirujano podría activar con la mirada un historial clínico en una pantalla mientras opera.
Jáuregui cuenta que están explorando diferentes aplicaciones. En la parte de integraciones industriales están trabajando en distintos casos de uso que demuestran cómo a través de la mirada se puede interactuar con interfaces sin tener que tocar, y en el mundo de la salud están haciendo un piloto con el Hospital Universitario de San Sebastián para estudiar cómo Hiru puede ayudar a obtener información sobre enfermedades neurológicas y oftalmológicas a través de los movimientos oculares.
“Lo que está demostrado es que el cerebro y la mirada están estrechamente unidos y, ante ciertos estímulos, si podemos identificar el comportamiento de la mirada, podemos extrapolar ciertas reacciones o déficits neuronales y eso nos puede abrir la puerta a diagnosticar precozmente enfermedades neurodegenerativas”, continúa el ejecutivo. La tecnología de Irisbond no solo permite interactuar con los dispositivos a través de la mirada sino también recoger información de a dónde se está dirigiendo la mirada y cómo se comporta. Y si esto se combina con algoritmos de inteligencia artificial se pueden generar ciertos patrones que pueden ser útiles para analizar comportamientos humanos o diagnosticar enfermedades.
La compañía ofrece dos plataformas, una de software y otra de hardware (Hiru). Las dos han nacido del mismo concepto de eyetracking, pero la segunda está basada en un dispositivo que se puede conectar a equipos iOS y Windows, y se ofrece con un SDK para que pueda integrarse con otras soluciones. El software de Irisbond, por su parte, utiliza algoritmos de inteligencia artificial y las cámaras embebidas en los dispositivos (móviles o tabletas) para hacer el seguimiento de la mirada. “La precisión es inferior a la que ofrece Hiru, porque no tiene un hardware dedicado, pero las posibilidades en cuanto a modelo de negocio y a escalabilidad son mucho mayores”, dice Járuregui.
Hiru todavía no está desarrollado para Android, pero la plataforma es compatible. El directivo asegura que ese será el siguiente paso.
Se estima que el mercado de eyetracking o seguimiento ocular crezca de los 368 millones de dólares en 2020 a 1.098 millones en 2025. Actualmente, la mayor demanda proviene del sector sanitario, especialmente en comunicación asistencial, y en el sector del marketing, tanto para realizar anuncios personalizados como para conocer el comportamiento de la audiencia.