La subida del SMI desde 2016 impide la creación de 161.000 empleos, según Cepyme
El salario ha repuntado un 52% en cinco años, según la confederación
El aumento “exagerado” del salario mínimo interprofesional (SMI) entre 2016 y 2021 ha impedido la creación de 161.000 puestos de trabajo. Esa es una de las principales conclusiones a las que llega la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en su informe publicado este lunes sobre las repercusiones de las subidas salariales en España. De acuerdo con su análisis, en ninguno de los grandes países de la Unión Europea ha repuntado tanto como en España: un 52,6% en los últimos cinco años, frente a menos del 15% en Alemania, Francia y Holanda.
La confederación sostiene que el último incremento a 1.000 euros mensuales, aprobado por el Consejo de Ministros en febrero, no se ajusta al contexto económico actual y condicionará de forma negativa las negociaciones para el próximo acuerdo de negociación colectiva. La escasa moderación de las últimas alzas han ocasionado, según el informe, un desplazamiento ascendente en las tablas salariales de muchas empresas. Más aún, se ha desacelerado la creación de empleos elementales, es decir, de aquellos que no exigen capacitación ni experiencia.
De haber aumentado el SMI de manera moderada, se podrían haber creado 131.600 empleos elementales más entre 2016 y 2019. En cambio, tuvieron una evolución a la baja mientras los trabajos no elementales crecieron más deprisa. Algo similar ha ocurrido en los últimos dos años, en los que incluso con pandemia ha habido un ligero repunte entre los empleados más capacitados a cambio de un estancamiento entre los elementales. El impacto son 29.4000 puestos no producidos.
El informe asegura que el repunte “exagerado” del SMI ha estimulado el reemplazo de trabajadores elementales por maquinaria y robots, e induce a un incremento permanente del paro de larga duración, afectando principalmente a las mujeres y a aquellas personas sin experiencia.
En todo esto, las pequeñas empresas son las que sufren de manera más directa el aumento de costes salariales. Esto debido a que mientras el SMI supone el 57,8% del salario medio en España, en la empresa de menos de 50 trabajadores roza el 70%. El problema es que la productividad de las pymes es tres veces menor que las de más de 250 trabajadores.
La situación que se agrava por sector y territorio Así, se observa que mientras en la Comunidad de Madrid y en el País Vasco el salario mínimo de 1.000 es menos del 50% de la remuneración promedio, en Canarias y Extremadura esa relación es de más del 70%. A su vez, el SMI supera el 65% de la media en cinco actividades económicas en donde están 6,5 millones de personas. Se trata de la hostelería, arte, ocio y comercio, actividades administrativas y otros servicios.
El informe recuerda que la productividad de las microempresas, calculada en ventas por ocupado, son 2,6 veces menor a la de las grandes empresas. Por si fuera poco, la diferencia es sustancialmente más elevada a la del resto de países de la Unión Europea, donde la productividad media de la microempresa comunitaria es un 11% mayor. Una menor productividad también se observa en las empresas pequeñas, de hasta 50 trabajadores, siendo, según Cepyme, el origen de diferentes ventajas competitivas como la inversión, financiación o la oferta de una mayor retribución, lo que conlleva la pérdida de talento.