España, en el furgón de cola de la UE de los jóvenes que estudian y trabajan a la vez
Apenas el 8% de quienes tienen entre 18 y 24 años en España compagina un empleo con sus estudios, frente al 40% de Holanda o el 33% de Alemania
La proporción de jóvenes de entre 18 y 24 años en España que trabajan y estudian a la vez es del 8,3%, según los datos de la OCDE correspondientes a 2021. Esto sitúa al país en el furgón de cola de este colectivo, solo superado por el resto de países mediterráneos donde aún hay menos jóvenes que viven esta combinación: Italia, con un 3%; Portugal, 5,5% y Grecia, 5,6%.
Estas cifras contrastan con la media de la OCDE, donde más del 15% de los jóvenes estudian y trabajan al mismo tiempo. Pero, sobre todo, marca “la gran diferencia” con los países europeos con menos paro juvenil: de Holanda, donde el 40% de sus jóvenes compaginan un empleo y sus estudios o Alemania, donde la gran implantación de la Formación Profesional dual lleva a uno de cada tres jóvenes (el 33%) a combinar ambas cosas.
Así lo ha explicado Florentino Felgueroso investigador asociado de Fedea y uno de los autores del primer Observatorio del mercado de trabajo español, elaborado por FEDEA, BBVA Research y EY Insights. Se trata de un compendio de indicadores del mercado laboral y la actividad desde distintas perspectivas, que tendrá una periodicidad trimestral y que en esta ocasión ha analizado entre otras cosas esta brecha del mercado español que apunta a una de las causas su elevado desempleo juvenil.
En este observatorio que se elaborará para el instituto Human Capital Outlook presidido por la ex ministra de Trabajo y Seguridad Social del PP, Fátima Báñez, estos economistas llaman la atención sobre el descalbro que sufrió el colectivo de jóvenes que trabajaban y estudiaban durante la anterior crisis financiera de 2008. En aquella ocasión esta proporción de jóvenes se redujo del 38% al 16%, y “prácticamente no se ha recuperado después y se ha reducido de nuevo durante la pandemia”, explican estos economistas.
Como solución a esta situación que “nos aleja aún más de los paíes del norte de Europa en materia de empleo y formación juvenil”, el socio responsable de EY Insights, Juan Pablo Riesgo, ha propuesto que el Estado pueda destinar fondos europeos al copago de salarios y cotizaciones de jóvenes, conde las empresas darían como contraprestación formación. “Ahora que el salario mínimo ha subido a 1.000 euros se trataría de que el dinero público contribuyese a costear una parte (alrededor de 500 euros) de estos contratos formativos a jóvenes.
Esto se enmarcaría, por tanto, en los nuevos contratos de formación de la reforma laboral que entrarán en vigor el 1 de abril. Este tipo de contratos deberían ir a suplir una parte de los contratos temporales de obra y servicio que desaparecen con la reforma y que en los últimos años afectaban a cerca del 25% de la contratación de los jóvenes. Otra parte de estos contratos que desaparecen se ocuparán por los contratos fijos discontinuos también remozados en la reforma para aumentar su utilización.
De hecho, el analista de BBVA Research Juan Ramón García ha indicado que desde este servicio de estudios creen que una buena parte de los contratos por obra y servicio que desaparecerán serán sustituidos por los nuevos fijos discontinuos. En este sentido, dijo ser "optimista" ante esta sustitucion de eventuales por indefinidos, aunque precisó que esto "no absorberá toda la temporalidad porque sigue habiendo una gran brecha entre el coste de contratación y extinción de los fijos y los temporales". Eso "no lo ha tocado la reforma y no se acabará con la temporalidad por esa diferencia".
Igualmente, Antonio de la fuente, director corporativo de RRHH de Globalia y presidente de Adirelab, aseguró que la nueva ley laboral que aumenta las posibilidades de utilización de los contratos fijos discontinuos, "en realidad no ha cambiado nada pero los tratios (de empleo indefinido) mejorarán para Bruselas y, si de paso, eso hace que nos den más dinero bien venido sea", dijo durante la presentación de este observatorio.