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Renta variable

La dificultad para obtener buenas rentabilidades de los inversores moderados y conservadores marca 2022

La corrección tan rápida de los mercados plantea dudas en si es el momento de comprar o de mantener

El año 2022 ha comenzado con un fuerte ajuste de la renta fija, ante las indicaciones de los bancos centrales de EEUU y Europa de una inminente subida de tipos de interés de intervención. También las bolsas se han visto afectadas por una potente rotación sectorial desde los sectores de mayor crecimiento hacia financieros y materias primas.

 Las caídas sincronizadas de la renta fija junto a la renta variable dejan a los perfiles moderados sin activo refugio y como llevo comentando varios meses, añade mucha dificultad para gestionar la distribución del capital en el corto plazo hasta que el mercado de renta fija se normalice y sosiegue.

La bolsa norteamericana ha obtenido rendimientos negativos como no se veían desde enero de 2009 que da buena cuenta del mes tan excepcional que hemos vivido. Europa, sin embargo, ha aguantado mucho mejor el envite macroeconómico gracias a su mayor peso en sectores como el financiero, telecomunicaciones, petróleo y materias primas que han sido los de mejor comportamiento en el mes.

Como llevamos advirtiendo varios meses, el escenario de inflación, mayores tipos de interés, ralentización del crecimiento económico (si bien desde niveles muy altos), exceso de optimismo y posicionamiento, y exigentes valoraciones, hacían previsible que en algún momento pudiésemos vivir un escenario de correcciones que no ha tardado en plasmarse en los mercados.

A cierre de enero el de-rating que hemos sufrido en las bolsas mundiales dejan a Europa cotizando cerca de su promedio histórico (14x PER) y a EEUU a tan solo un 12% de los 17x PER a los que ha cotizado a lo largo de su historia. Luego, poco a poco se va normalizando una variable que consideramos clave para incrementar la exposición a bolsa: las valoraciones.

La corrección tan rápida de los mercados plantea dudas en si es el momento de comprar o de mantener un posicionamiento más prudente y defensivo de lo normal. En general, creemos que los motivos para nuestra visión más conservadora con la que empezamos el 2022 se mantienen vigente:

  1. Las valoraciones se han ajustado, pero quizás no lo suficiente con la situación actual. 14x PER en Europa es muy razonable, pero EEUU sigue a 20x PER que es más exigente de lo habitual y puede conllevar algún episodio de corrección a medida que se ajustan las expectativas de tipos de interés y niveles de crecimiento.
  2. El sentimiento es mucho más negativo que a principio de año, pero todavía no se ha drenado toda la inversión en renta variable del 2021 que recordemos que fue el mayor flujo de inversión a renta variable de la historia.
  3. El escenario macroeconómico sigue siendo igual de complejo que hace 4 semanas, con inflación excesivamente alta, tires de la renta fija al alza (por lo que el precio de los bonos sigue bajando), recorte de liquidez por parte de los bancos centrales, y signos de desaceleración en ciertos índices adelantados de crecimiento como el ISM y los PMI manufactureros.

Las subidas de tipos de interés generalmente no son tan negativas para la renta variable, es más importante que sucederá al crecimiento económico.

Históricamente, un ciclo de subidas de tipos de interés si va acompañada de crecimiento económico tiende a asociarse con subida de las bolsas y una volatilidad relativamente baja. Mientras que un ciclo de ajuste de los tipos de interés con una desaceleración del crecimiento, está asociado a incremento de la volatilidad y rendimientos de la renta variable baja pero positiva.

El único escenario que nos preocuparía sería que si las subidas de tipos de interés fueran demasiado agresivas y desemboce a las economías a una recesión que sí tendría repercusiones negativas en cuanto a la tendencia de los beneficios y por tanto de las rentabilidades de las bolsas. Esta última posibilidad es un escenario que tiene poca probabilidad en la actualidad en nuestra opinión.

El único fondo de inversión moderado que gestiono: Renta 4 Activos Globales FI, obtiene una rentabilidad acumulada en los últimos 10 años es de +53% que supone una rentabilidad anualizada del +4,5% que está francamente bien para el riesgo asumido y el perfil de riesgo del fondo. La exposición a renta variable que tenemos actualmente es del 23% que supone 5 puntos menos de como estábamos invertidos hace unos meses y está en el rango bajo de exposición a renta variable histórica del fondo.

Los gestores con cierta experiencia, que reconocemos que es imposible predecir el comportamiento de los mercados en el corto plazo, debemos adecuar el binomio rentabilidad/riesgo a la hora de distribuir la inversión del capital hasta que los mercados encuentren la nueva realidad económica y monetaria para los próximos años.

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