El PP gana las elecciones en Castilla y León, pero necesitará a Vox para gobernar
Los de Mañueco sacan tres procuradores y poco más de 10.000 votos al PSOE, que cae a la segunda plaza
El PP recupera a Castilla y León como feudo, pero por la mínima. La lista del actual presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, obtiene 31 escaños con más del 90% del voto escrutado. Esto supone que para revalidar el Gobierno de la Junta, en casi todas las combinaciones necesita a Vox, el partido que más crece en estas elecciones. Mañueco requiere o bien pactar con el partido de ultraderecha o ensayar por primera vez en España una gran coalición con el PSOE. La irrupción de la España Vaciada y de otros partidos regionalistas abre la puerta a una tercera alternativa: la abstención de casi todos.
El reusltado de los comicios está más ajustado de lo que preveían las encuestas. El PSOE cede la primera plaza, siete procuradores y se queda con 28 representantes. Pero la lista de Luis Tudanca roca a la de Mañueco. Apenas les separan tres escaños, poco más de un punto porcentual de voto y unas 15.000 papeletas. El PP obtiene un 32%, mejora en dos escaños los reusltados de 2019 y prácticamente saca el mismo número de votos que hace tres años. Gana en cuatro provincias: Zamora, Salamanca, Ávila y Segovia. El PSOE, por su parte, gana en otras cuatro (León, Valladolid, Palencia y Burgos) y obtiene poco más del 30% de los votos. En la novena provincia, Soria, Soria Ya se impone con más del 42% de los votos.
Vox se ha consolidado en la tercera plaza y como pieza clave para la futura gobernabilidad. Pasa de un solo escaño en 2019 a 13. Y logra más del 17% de los votos. La formación de ultraderecha ahora deberá sentarse con el PP a negociar. Con guiños explícitos a las plataformas de la España Vaciada y los partidos regionalistas, el líder nacional del partido, Santiago Abascal, ya ha puesto la primera condición: que el candidato del partido en Castilla y León, Juan García Gallardo, sea vicepresidente de la Junta.
Mañueco, por su parte, se ha mantenido lejos de estas reclamaciones. "Los castellanos y leoneses han hablado y han pedido un Gobierno del PP con diálogo y acuerdo", ha afirmado el presidente en funciones. Y ha emplazado al resto de formaciones políticas, también al PSOE y a los partidos regionalistas, a iniciar una ronda de diálogo.
Irrupción de la España Vaciada
Unidas Podemos, por su parte, pierde un representante y se queda con otro con el 5% de voto. Ciudadanos, el socio del PP hasta diciembre en el Gobierno, retiene también un único procurador para el exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, con un 4% de los votos. En ambos casos, obtienen sus escaños por la circunscripción de Valladolid.
Estos comicios suponen también la irrupción de las plataformas de la España Vaciada, con 3 representantes por Soria, que es la fuerza más votada en esa provincia. Las candidaturas de Burgos, Salamanca, Palencia y Valladolid, en cambio, se han quedado fuera. La UPL crece desde su actual representante hasta otros 3 y más de un 4% del voto, con su mejor resultado histórico y la victoria en la ciudad de León. XÁvila, por su parte, mantiene su único procurador y gana también en la capital abulense.
El bloque de la derecha obtiene 44 escaños, por encima de los 41 de la mayoría absoluta, y algo menos del 50% de los votos. La suma de PSOE y Unidas Podemos se queda en los 29 procuradores con más del 35% de los votos. Las plataformas localistas obtienen, en suma, siete escaños.
El PP, por tanto, deberá dirigir ahora las negociaciones para formar Gobierno. La alternativa más obvia es recabar el apoyo de los 13 procuradores de Vox para superar por 3 votos los 41 apoyos que certifican la mayoría absoluta. Pero si el pacto con los de Abascal se complica más de lo esperado por su reclamación de entrar en los Gobiernos autonómicos, los de Mañueco cuentan con dos alternativas más.
La primera es cambiar el voto positivo por una abstención de Vox. Pero para que a Mañueco le salgan las cuentas, en este caso, necesita también la abstención de Soria Ya, UPL y o bien XÁvila o bien Ciudadanos, contando con el voto en contra tanto del PSOE como de Vox.
Y, como tercera alternativa, el PP y el PSOE pueden ensayar por primera vez en España una gran coalición. Mañueco podría resultar investido tanto con el voto afirmativo como con la abstención del grupo encabezado por Tudanca.