BBVA acelera en la remuneración al accionistas, vía dividendo en efectivo y recompra de acciones, tras dejar atrás los ajustes derivados de la pandemia. La entidad que preside Carlos Torres cerró el ejercicio 2021 con un beneficio de 4.653 millones de euros, que se comparan con los 1.305 millones de euros del mismo período del año anterior, debido a las provisiones realizadas entonces por el Covid y el deterioro del valor de su filial en EE UU, que poco después vendió. En 2019, antes de la crisis sanitaria, el resultado ascendió a 3.512 millones. El resultado de 2021 incluye los 696 millones de euros extraordinarios de costes de reestructuración. Las acciones han reaccionado con caídas a estos resultados. Concretamente, ceden un 2,06%. Los analistas ven debilidad en el capital, que ha sido inferior al esperado. La ratio CET1 fully-loaded del grupo se situó a 31 de diciembre de 2021 en 12,75%, lo que supone una bajada en el trimestre de 173 puntos básicos. BBVA explica que, con todo, se sitúa «encima del objetivo de gestión, situado en el rango 11,5-12% de CET1». La ratio CET1 incluye la deducción del importe total del programa de recompra de acciones de 3.500 millones de euros y que supone un impacto negativo de 130 puntos básicos. También está influyendo en la caída de los títulos de BBVA, según algunos analistas, el peor comportamiento de la economía de Turquía, país que este jueves ha anunciado una tasa de inflación interanual del 48,69% en enero, frente al 36,08% registrado en diciembre. Tampoco estaría beneficiando a la entidad el cruce de la lira y el euro. Carlos Torres, presidente de la entidad, restó importancia a esta caída del valor de las acciones. Solo en el cuarto trimestre, BBVA ganó 1.341 millones de euros, por encima de los 1.050 millones que esperaban los analistas de Bloomberg. El margen de intereses de septiembre a diciembre fue de 3.978 millones, también superó los 3.730 estimados. En cuanto a la remuneración al accionista, BBVA ha aprobado hacer un pago adicional en relación con el resultado del grupo en 2021 por importe de 0,23 euros brutos por acción en efectivo y lo abonará abril. En total, para el ejercicio 2021, BBVA pagará un dividendo de 31 céntimos de euro por acción, el mayor en efectivo de la última década. También remunerará a los accionistas a través del programa de recompra de acciones. La entidad recibió la autorización del BCE para la recompra de hasta el 10% de su capital social por un importe máximo de 3.500 millones de euros. Una vez ejecutado un tramo por 1.500 millones, el banco llevará a cabo un segundo programa de recompra de acciones para reducir el capital social por un importe máximo de 2.000 millones de euros. La compañía se compromete a finalizar el programa completo (3.500 millones) antes de octubre de 2022. Torres señaló en una nota que en 2021 BBVA logró «unos excelentes resultados, que nos permiten incrementar significativamente la remuneración a nuestros accionistas, con el dividendo por acción en efectivo más alto de la última década y uno de los programas de recompra de acciones más grandes de Europa». El banco, de hecho, ya ha anunciado el inicio del segundo tramo de la recompra de acciones, cuando finalice el primero, una operación con la que quieren hacerse con un 9,6 % del capital. La entidad que preside Carlos Torres opta, así, por destinar su excedente de capital a remunerarn al accionista que a plantearse fusiones o adquisiciones, al menos de entidades tradicionales, ya que prevé seguir comprando participaciones de competidores fintech. BBVA prevé que en 2022 los ingresos recurrentes aumentarán «a doble dígito» y mantendrá el foco en los «segmentos más rentables». Los gastos crecerán «por debajo de la inflación» y el coste de riesgo se situará alrededor de 100 puntos básicos. En cuanto a las cifras del ejercicio, el margen de intereses ascendió a 14.686 millones de euros, con un alza del 0,6% (sería un 6,1% a tipos constantes). El margen bruto, de 21.066 millones, aumentó un 4,5%. Sin tener en cuenta los impactos no recurrentes (280 millones de euros que corresponden al beneficio obtenido por BBVA USA y 696 millones de euros de los costes netos asociados al proceso de reestructuración), el resultado sería de 5.069 millones. De esa cifra, España aporta un resultado atribuido de 1.581 millones, un 142,5% más, gracias al menor esfuerzo realizado para paliar el deterioro de activos y también a los mayores ingresos. México supone 2.568 de resultado atribuido (45,8% más), 740 en Turquía (alza del 31,4%), 491 en América del Sur (aumento del 10%). Negocio en España En España, los préstamos a la clientela no dudosos de BBVA se situaron en 168.251 millones de euros tras crecer un 1,7%, debido principalmente al aumento del 10,2% de la financiación a las medianas empresas y de los préstamos al consumo, que aumentaron el 9,1%, incluyendo tarjetas de crédito. La tasa de morosidad de la cartera crediticia española bajó ligeramente hasta el 4,2% desde el 4,3% de 2020, aunque empeoró en 13 puntos básicos en comparación con el trimestre anterior debido al incremento de los créditos dudosos por efecto de la reclasificación originada por la nueva definición de crédito fallido (default). Como resultado de este mayor saldo de dudosos, la tasa de cobertura del área se redujo hasta el 62%. El presidente destacó, además, los avances logrados en innovación y en sostenibilidad, con unas ventas digitales que superan el 73% del total y una inversión de más de 35.000 millones en financiación sostenible. El grupo financiero batió su récord en captación de clientes al sumar 8,7 millones. Tiene 81,7 millones. De ellos, 711.000 correspponden a España.
