_
_
_
_
Limpieza de balance

Santander, CaixaBank y BBVA ponen a la venta 3.500 millones en créditos tóxicos

Las entidades se sacuden activos dañados y liberan provisiones La tasa de cobertura de los dudosos oscila entre el 63% y el 80%

Carteras de créditos fallidos a la venta
Infografía: Belén Trincado

Los créditos deteriorados de los tres mayores bancos españoles –Santander, BBVA y CaixaBank– suman 61.544 millones de euros, para los que han apartado 45.000 millones en provisiones. Es decir, la tasa conjunta de cobertura de estas entidades alcanza el 73,2%. Entretanto, tienen a la venta carteras de créditos por 3.500 millones, según fuentes del mercado.

Ana Botín, José Ignacio Goirigolzarri y Carlos Torres llevan gestionando desde hace años los activos problemáticos. Además de ir apartando provisiones con el fin de cubrir los impagos y elevar sus coberturas, también se deshacen del ladrillo que se han quedado en propiedad o venden los créditos fallidos de todo tipo: ligados a inmuebles, a grandes empresas o a pequeñas y medianas compañías. En los mejores casos, pueden incluso liberar provisiones.

Hay compradores habituales de este tipo de activos. Los adquieren muy por debajo de su valor nominal con el objetivo de recuperar una parte de ellos. Entre otros nombres, aparecen Axactor, Cerberus, el fondo canadiense CPPIB, Metric Capital Albatris, KKR o Lone Star. Todas estas firmas cuentan con tentáculos en este negocio. Los asesores más destacados en estas transacciones son las denominadas big four –Deloitte, PwC, EY y KPMG–, y Alantra en los últimos tiempos.

Deloitte, PwC, EY, KPMG y Alantra son los grandes asesores de estas operaciones

Las fuentes consultadas señalan que están a la venta o en proceso de cerrarse operaciones de Banco Santander con créditos valorados en 1.500 millones, de nominal. La entidad informa de que los saldos de activos deteriorados se situaban en septiembre en 33.046 millones, frente a los 30.894 del mismo mes de 2020. La buena noticia es que la entidad cuenta con reservas de fondos para esos impagos de 24.462 millones, de manera que su ratio de cobertura se sitúa en el 74%.

En BBVA, las carteras a la venta suman 1.500 millones, según las fuentes consultadas. La entidad que tiene como consejero delegado a Onur Genç es una de las que mejores evoluciones exhiben con 14.864 millones de activos dañados a cierre del tercer trimestre, lo que supone un descenso del 1% respecto al importe de hace un año. Sus provisiones para hacer frente estos deterioros sumaban 11.895 millones, lo que se traduce en una tasa de cobertura del 80%.

En CaixaBank, la cartera de créditos denominada Guggenheim está todavía en estado embrionario, pero el objetivo es que sume créditos con un valor nominal de alrededor de 500 millones de euros, según fuentes financieras. El banco que pilota como consejero delegado Gonzalo Gortázar ha sufrido un fuerte aumento de sus saldos dudosos, que han pasado de los 8.601 millones de cierre de 2020 a los 13.634 millones del pasado 31 de diciembre. La aportación de los 5.427 millones procedentes de Bankia es la gran culpable.

Si bien, destaca que en el último trimestre del año redujo la cuantía en 322 millones gracias a la venta de carteras. Su ratio de cobertura a cierre de 2021 era del 63%, frente al 67% a diciembre de 2020, con unos fondos para insolvencias de 8.625 millones.

Es habitual que las carteras más grandes se coloquen a uno o varios postores, pero también existe la posibilidad de cederlas a los denominados servicers, que se encargarán de ir buscando compradores. Aquí juegan papeles estelares las empresas dedicadas de manera específica a deshacerse de estos activos. Haya Real Estate (controlada por Cerberus), Solvia (Intrum), Altamira (doValue) y Servihabitat (Lone Star), Aliseda (Blackstone) y la firma española Hipoges.

Más de 4.400 millones colocados el año pasado

Las operaciones cerradas de una vez y para siempre el año pasado sumaron unos 4.400 millones de euros de valor nominal, según fuentes financieras. CaixaBank, Caja Rural del Sur, Cajamar, Sareb, Santander, el fondo británico Chenavari, BBVA y Bankinter se sacudieron de sus balances carteras de créditos dudosos y también de ladrillo que se habían quedado en balance. La operación de mayor tamaño correspondió a una del denominado banco malo, con créditos de un valor nominal de unos 1.700 millones de euros. El comprador fue la compañía española Procobro, asesorado por Versus Capital. Los consejeros de Sareb en la operación fueron Hebert Smith Freehills y Haya Real Estate.

Archivado En

_
_