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Sony y Nintendo se apuntan al reto ‘FOMO’ de los videojuegos

El acuerdo de compra de Microsoft sobre Activision puede impulsar a los japoneses a mover ficha en el mercado de fusiones y adquisiciones

El miedo a perderse algo, o FOMO (siglas en inglés de fear of missing out) está llamado a ser la última sensación de los videojuegos. El acuerdo de 69.000 millones de dólares por el que Microsoft comprará Activision amenaza con poner patas arriba el sector. Sony y Nintendo, los respectivos fabricantes de las consolas PlayStation y Switch, estarán bajo presión para considerar estrategias de fusiones y adquisiciones más audaces.

La carrera por construir mundos virtuales inmersivos ha propiciado una nueva fiebre de adquisiciones de propiedad intelectual. Los videojuegos son un encarnizado campo de batalla. Apenas unos días antes del plan récord de Microsoft para quedarse con el propietario de Call of Duty y Candy Crush, Take-Two Interactive Software reveló la adquisición de Zynga por 13.000 millones de dólares. El volumen de acuerdos sobre videojuegos casi se triplicó el año pasado, hasta los 85.000 millones de dólares, según Drake Star Partners.

Todas las miradas se dirigen a Japón, uno de los centros de poder de la industria. Nintendo, creadora de Super Mario y valorada en 63.000 millones de dólares, cuenta con más de 9.000 millones de dólares en efectivo, pero prefiere construir en lugar de comprar. La empresa absorbió a un desarrollador el año pasado por una suma no revelada, su primera adquisición importante desde 2007. Su rival más grande, Sony, ha estado mucho más ocupado, con aproximadamente media docena de compras en 2021; todas ellas, no obstante, eran estudios de juegos pequeños y de nicho.

Esta semana, tanto Sony como Nintendo deben presentar sus resultados financieros, y los inversores buscarán huevos de pascua, o sea pistas ocultas sobre cómo los jefes, Kenichiro Yoshida y Shuntaro Furukawa, pretenden responder a la consolidación. La inquietud por saber cómo podrá Sony seguirle el paso a un comprador agresivo como Microsoft ha contribuido a borrar más de 20.000 millones de dólares en valor de mercado desde que se anunció el acuerdo de Microsoft con Activision. Puede que la PlayStation 5 sea más popular que la Xbox de Microsoft, pero el servicio de suscripción de la compañía estadounidense, que permite a los jugadores jugar desde cualquier dispositivo, ha acumulado más de 25 millones de clientes.

Nintendo parece igualmente poco preparada. Las ventas de Switch han tocado techo y se espera que el beneficio de explotación caiga un 12% en el ejercicio fiscal que termina el 31 de marzo, según la estimación media de los analistas recopilada por Refinitiv. Furukawa también anda rezagado en los móviles y otras áreas de crecimiento. Las acciones cotizan ahora a solo 16 veces los beneficios previstos para el próximo año, frente a las 21 veces de principios de 2020, una pista más de que podría ser hora de pasarse al modo de ataque.

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