El Tribunal de la UE anula la multa de 1.060 millones de Bruselas a Intel por prácticas contra la competencia
La compañía gana la apelación sobre la sanción que la Comisión Europea le impuso hace 12 años. La sentencia asegura que el Ejecutivo comunitario hizo un análisis "incompleto"
Intel gana su apelación contra la multa de 1.060 millones de euros que la Comisión Europea le impuso en 2009 por supuestas prácticas anticompetitivas en el mercado de los microprocesadores. El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) ha anulado la sanción asegurando que el Ejecutivo comunitario hizo un análisis "incompleto" que "no permite demostrar de modo jurídicamente suficiente que los descuentos condicionales concedidos por Intel podían o podrían producir efectos contrarios a la competencia".
La sentencia, publicada este miércoles, alude al argumento que llevó a Bruselas a sancionar a Intel hace 12 años. La Comisión le impuso la multa por supuestamente conceder descuentos a cuatro fabricantes de ordenadores (Dell, Lenovo, HP y NEC), a condición de que le compraran a ella la totalidad o casi todos los procesadores x86. Igualmente, se le imputó a Intel haber efectuado pagos a Media-Saturn Holding, un distribuidor europeo de aparatos electrónicos, a condición de que este vendiera exclusivamente ordenadores equipados con procesadores de Intel.
El Ejecutivo comunitario, que llevó a cabo una investigación durante casi 10 años, concluyó que ambas prácticas (desarrolladas entre 2002 y 2007) eran contrarias a la competencia y acusó a la compañía de contribuir con ello a reducir la oferta para los consumidores y los incentivos a la innovación.
Aunque el Tribunal General de la UE desestimó en 2014 un primer recurso a la sanción, Intel recurrió a la instancia superior (el Tribunal de Justicia de la UE) por considerar que se había incurrido en el error de no examinar los descuentos ofrecidos a fabricantes de equipos informáticos "tomando en consideración la totalidad de las circunstancias del caso". El tribunal de Luxemburgo dio en 2017 la razón al fabricante estadounidense de microprocesadores y ordenó al Tribunal General que volviera a analizar el asunto.
Ahora, en la nueva sentencia, el Tribunal General de la UE, con sede en Luxemburgo, recoge los argumentos de la primera sentencia que sí daban por acreditada la existencia de los descuentos controvertidos, pero considera que la Comisión "no ha demostrado de modo jurídicamente suficiente la capacidad de cada uno de los descuentos controvertidos para producir un efecto de expulsión del mercado". Además, apunta que el Ejecutivo comunitario "no examinó debidamente el criterio relativo al porcentaje del mercado cubierto por la práctica criticada ni procedió tampoco a un correcto análisis de la duración de los descuentos".
La sentencia anula de forma parcial la decisión del Ejecutivo comunitario, en la medida en que ésta considera que las prácticas llevadas a cabo por Intel constituyen un caso de abuso de posición dominante. Pero anula "en su totalidad" la sanción de 1.060 millones porque el propio tribunal "no puede identificar el importe de la multa correspondiente únicamente a las restricciones manifiestas".
Como apunta Reuters, el fallo puede animar a Google, que lucha actualmente contra tres cuantiosas multas por prácticas contra la competencia impuestas por la UE.