¿Inversión sostenible en Asia?
Las empresas japonesas de automatización permitirán mejorar la eficiencia energética de la producción de máquinas
Cuando se trata de integrar los criterios ESG en su proceso de inversión, en una comparación intercontinental, los inversores asiáticos van muy por detrás. Aunque el mercado de inversión en Europa está cambiando a gran velocidad, según un estudio de Morningstar, solo uno de cada cuatro fondos domiciliados en Europa tiene en cuenta los criterios de sostenibilidad en el contexto de los artículos 8 y 9 de la normativa SFDR de la UE. Mientras que los fondos con un enfoque de inversión europeo se benefician del hecho de que las grandes empresas llevan años publicando cifras de sostenibilidad y están cubiertas por los análisis de las agencias de calificación, esto se convierte en un verdadero reto para un fondo que invierte en Asia.
Los 10 principios del Pacto Mundial de la ONU deben tenerse en cuenta para sentar las bases del exigente análisis de sostenibilidad al que debe someterse una empresa antes de tomar una decisión de inversión. Estos principios abarcan los ámbitos de los derechos humanos, los derechos laborales, el medio ambiente y la corrupción. Como resultado, los modelos de negocio prometedores a menudo tienen que ser eliminados de la lista de inversiones después de un exhaustivo análisis ESG.
Por ejemplo, Hon Hai Precision Industry, también conocida como Foxconn, el mayor fabricante por contrato del mundo de electrónica de consumo, comunicaciones y productos informáticos. Es el mayor proveedor de Apple, y su negocio con ella representa el 50% de los ingresos totales de la empresa. En marzo de 2020, un informe del Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI, por sus siglas en inglés) reveló que varias empresas, entre ellas Foxconn, podrían haber empleado a trabajadores forzosos de Xinjiang (China) o haber fabricado materiales o productos utilizando trabajadores forzosos de dicha región. La ASPI afirma que, entre 2017 y 2019, al menos 80.000 uigures de Xinjiang fueron utilizados en fábricas de todo el país.
Sin embargo, con inversiones específicas en diversos ámbitos de la cadena de suministro de la movilidad eléctrica y en el campo de las energías renovables, podemos contribuir directamente a reducir las emisiones de dióxido de carbono. Las empresas japonesas de automatización, en particular, ofrecen la oportunidad de hacer que la producción de máquinas sea más eficiente desde el punto de vista energético.
Por ejemplo, la empresa especializada Keyence, con sede en Osaka, que, además de una excelente perspectiva económica, podría elevar la seguridad y las condiciones de trabajo en las fábricas del mundo a un nuevo nivel mediante el uso de tecnología de sensores.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías