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El extravagante reajuste de Eni puede dar envidia a sus rivales

Mantener los combustibles fósiles, que dan dinero, y disgregar los negocios verdes puede ponerse de moda

Logo de Eni en una gasolinera de Roma.
Logo de Eni en una gasolinera de Roma.reuters

Eni está adoptando un enfoque poco convencional para la transición energética. La empresa italiana de gas y petróleo, valorada en 47.000 millones de euros, planea escindir varias unidades ecológicas y mantener los combustibles fósiles, que son los que generan dinero. Este enfoque contrasta con el de rivales como Royal Dutch Shell, que está vendiendo activos que producen carbono para financiar inversiones en energía renovable. Sin embargo, podría ponerse de moda.

La estrategia a la contra de Eni se enfrentará a un test de mercado este año. El consejero delegado, Claudio Descalzi, espera sacar a Bolsa hasta el 30% de Plenitude, que vende electricidad y gas a 10 millones de clientes minoristas, principalmente en Italia. Los flujos de caja de la unidad deberían de ayudar a financiar fuertes inversiones en energía renovable y estaciones de carga para coches eléctricos. Según nuestros cálculos, podría llegar a valer 9.000 millones de euros.

Si eso funciona, Descalzi podría repetir el truco sacando a Bolsa el negocio de combustibles basados en residuos con menos emisiones de carbono, que podrían desempeñar un papel clave en la descarbonización del combustible para aviones. Con una producción anual de biocombustibles de un millón de toneladas, Eni es el segundo mayor productor mundial de diésel renovable con bajas emisiones de carbono, según los analistas de Barclays.

La división, que también posee estaciones de servicio, generadoras de efectivo, pero no tan ecológicas, debería de generar un beneficio operativo ajustado de al menos 1.000 millones de euros en 2024. Utilizando el múltiplo de 14 veces del líder en biocombustibles Neste, y aplicando un descuento del 30%, implica una valoración de quizás 10.000 millones.

Si Eni vende un 25% de los negocios verdes, obtendría casi 5.000 millones de euros para invertir en su transición. Mientras, está planeando otras ventas. La empresa dijo el lunes que sacará a Bolsa su joint venture noruega de petróleo y gas Var Energi, posiblemente por valor de 13.000 millones de euros, y en la que tiene una participación del 70%.

Este enfoque recuerda a la estrategia del exjefe de Fiat, Sergio Marchionne, de disgregar las unidades del fabricante de automóviles. Pero no está exento de riesgos. Por ejemplo, los inversores de Eni podrían cambiar sus participaciones en la empresa matriz por acciones de las filiales más ecológicas, lo que reduciría el valor de la matriz. Aunque las acciones de Eni subieron un 50% el año pasado, ello se debió principalmente a que su valoración se puso al nivel de sus rivales energéticos.

Aun así, Shell y BP la observarán con atención. La estrategia de Eni le permite conservar los activos de combustibles fósiles, que actualmente generan una sólida rentabilidad. Las empresas derivadas también pueden tener más facilidad para aprovechar la demanda de bonos verdes. Si los retoños de Eni disfrutan de unos costes de financiación más baratos, podrían atraer a una serie de imitadores del sector.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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