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Aerolíneas

Iberia y el Gobierno barajan que Globalia se quede hasta un 20% de Air Europa

Los dos primeros accionistas estarían en equilibrio e Iberia gestionaría

El fundador de Air Europa, Juan José Hidago, con su hijo Javier Hidalgo.
El fundador de Air Europa, Juan José Hidago, con su hijo Javier Hidalgo.
Javier Fernández Magariño

Las negociaciones a varias bandas para decidir el futuro de Air Europa, en las que participan su matriz Globalia, el Gobierno como acreedor (en nombre del Estado), e Iberia como potencial compradora, transitan un momento de tantas expectativas como incertidumbre. Asisten en primera fila la Sepi, la Comisión Europea, los ministerios de Transportes y de Economía, y un grupo de abogados con compromiso de absoluto secreto. El calendario fija finales de enero para tener diseñada la operación, pero con cada avance viene un problema o una duda jurídica. “El partido está ahora mismo en juego y no tenemos claro el desenlace”, reconoció ayer el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, en el foro Hotusa Explora.

Además de la práctica certeza de que el Gobierno tendrá que empujar, previsiblemente capitalizando parte del apoyo público para que Air Europa soportara la pandemia, fuentes cercanas a las conversaciones comentan que otra novedad respecto al intento fallido de compra por parte de Iberia es que Globalia seguirá en el capital.

El esquema sobre la mesa, sujeto a tantas variaciones como reuniones se van celebrando, otorga a la familia Hidalgo una participación minoritaria de hasta el 20%. Las mismas fuentes explican que el Estado e Iberia se repartirían el 80% restante en condiciones de equilibrio. No hay nada firmado aún. De hecho, los avances llegan con cuentagotas ante la complejidad de la operación. Incluso sin control en manos de IAG hay disparidad de opiniones sobre si la CE mantendría, o no, duras condiciones.

Las negociaciones tienen difícil cierre este mes de enero y empieza a pensarse en una prórroga

A medio mes de que cumpla el plazo de negociación otro escenario contemplado es el de la necesidad de una prórroga. El pasado viernes fue la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, quien adelantó a Bloomberg que el Estado estudiaba la posibilidad de instalarse en el capital de Air Europa, firma que fue rescatada con un préstamo de 475 millones del fondo de rescate de empresas estratégicas gestionado por la SEPI. Sería capitalizando el tramo de 240 millones que la aerolínea recibió como crédito participativo.

Tanto el Ministerio, como el equipo económico de La Moncloa y la Sepi analizan si esa conversión de deuda en capital tiene cabida en el marco del fondo de rescate y si pasaría el filtro de la CE. Desde Bruselas ya se autorizaron tomas de participaciones de Portugal en TAP, de Italia en la extinta Alitalia y ahora en ITA, o de Alemania en Lufthansa. “El Estado puede estar en disposición o en necesidad de dar apoyo adicional a la compañía [por Air Europa]”, indicó ayer el presidente de Iberia.

Los fundadores de Air Europa se mantendrían en el accionariado sin mando en plaza, pero confiando en que la empresa sea reflotada y que su paquete pueda ser vendido a mejor precio en el futuro. Iberia, por último, tendría la gestión y volvería a abaratar la adquisición.

La firma de IAG ha anticipado 75 millones: los 40 millones que pagó por la ruptura del anterior contrato y otros 35 millones entregados para evitar litigios por parte de Globalia. De llegar a buen puerto, esa cuantía se descontará del precio, pero si se rompe definitivamente este proyecto de integración, Iberia perderá su dinero. En los cuarteles generales de IAG lo dan por bien empleado por salvarse de un conflicto.

Los Hidalgo esperarían vender a mejor precio una vez que la firma sea reflotada

El problema quedaría en manos del Estado, que también avaló a través del ICO un préstamo de la banca comercial por 140 millones.

Mirada a Asia

A la luz de las declaraciones de Sánchez-Prieto, Iberia y su matriz IAG siguen pensando que la compra de Air Europa sería positiva para las distintas partes y estratégica para el hub de Madrid-Barajas. El presidente de Iberia, defendió que la mayor infraestructura de Aena, el turismo, y también la economía española, “necesitan un operador fuerte en la nueva partida global, donde el sudeste asiático tiene mucha importancia”. Y es que este matrimonio, buscado desde hace ya más de dos años, es la vía para mirar hacia el nuevo mercado: “Un total de 2.400 millones de personas van a pasar a integrar la clase media en Asia en los próximos años, y en España solo se dedican el 5% de los asientos a esa región, frente al 25% de otros hubs europeos”.

Desde Iberia también se afirmó que el tamaño favorece la resistencia a las crisis por la mejor capacidad de acceso al mercado de capitales o por los estándares de gestión con que cuentan las firmas cotizadas frente a otras más pequeñas.

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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