El interés de la deuda alemana a una década se asoma al terreno positivo tres años después
El rendimiento del 'bund' a 10 años ha marcado un máximo en el -0,037%, su récord desde mayo de 2019
sLa inflación desbordada a ambos lados del Atlántico, con una tasa del 4,9% en la zona euro y del 6,8% en Estados Unidos en noviembre, dispara los rendimientos de la deuda pública en todo el planeta. Pero destaca el comportamiento del bund alemán a 10 años. Su rendimiento está a punto de entrar en positivo: ha marcado el -0,037%, máximos desde mayo de 2019, mes en que el que entró en negativo por primera vez. Los datos de inflación en varias regiones alemanas y los avisos de la Fed provocan fuertes subidas de los intereses a medio y largo plazo en todo el mundo.
Alemania ha publicado este jueves los datos de inflación de diciembre de varios estados, los más poblados, que avanzan un alza inesperada de precios en el conjunto del país. La publicación de las cifras cifra está impulsando el rendimiento del bono alemán a una década a niveles muy cercanos al cero, un alza a la que se añade la resaca por la publicación ayer de las actas de la Fed, que endurecen el tono frente a la inflación y están provocando las ventas en el conjunto de la deuda soberana.
Los datos preliminares muestra que la inflación en el estado de Renania del Norte Westfalia, el más poblado del país, se ha acelerado al 5,2% desde el 5,1% anterior. En el estado de Hesse también ha subido al 5,4% desde el 5,3% y Sajonia avanza al 5,1% desde el 5%. En Bradenburgo se mantiene en el 5,7%.
En el resto de las referencias de la zona euro también se producen subidas importantes de los rendimientos, si bien el bund retrocedió al cierre al nivel del -0.6%. La del bono italiano aumenta 4,4 puntos básicos, hasta un 1,279%, la del bono español 2,2, a un 0,620. La del español está en el 0,65%, máximos del pasado noviembre.
Por su parte, en Estados Unidos, el interés del Treasury a 10 años, tras el movimiento al alza de anoche, repunta hasta el 1,74%, con lo que recupera niveles de enero de 2020. La Fed ha dejado claro que quiere controlar la inflación a toda costa, y no ahorra en recursos para lograrlo, anticipando las subidas de tipos (calculada en tres para todo el ejercicio) y acelerando la retirada de estímulos.
