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El Foco
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El mercado laboral se recupera, ¿pero será de forma sostenida?

Las nuevas variantes del Covid y el aumento del precio de la energía son obstáculos al crecimiento de la actividad

CINCO DÍAS

Recientemente hemos conocido los datos del desempleo correspondientes a noviembre de este año 2021. En dicho mes el paro cayó en noviembre en 74.381 personas, lo que sitúa el total de desempleados en nuestro país en 3.182.687, la cifra más baja en un undécimo mes del año desde 2008 y mejorando los datos pre pandemia. Además, continuamos la senda de mejora en la que llevamos desde hace nueve meses. Sin embargo, después de que el PIB real español se redujera en casi un 11% durante 2020 y con el levantamiento de las restricciones Covid, que el mercado laboral se recupere no debería sorprendernos. Pero antes de entrar en detalle, debemos analizar la situación de la partimos: una fuerte contracción de nuestra economía que supuso unos valores de la tasa de paro superiores al 16% en su punto más crítico.

Si imaginamos que el Covid-19 no ha existido la pregunta que emerge es la de si hubiéramos seguido la tendencia positiva en cuanto a mejora de datos de desempleo que manteníamos a partir de cuarto trimestre de 2013 tras la crisis de 2008, conocida ya como la Gran Recesión. Entonces, si nuestra actividad económica en 2020 no se hubiera visto reducida en un 10,8%, ¿cómo estaría cambiando el mercado laboral a día de hoy? La respuesta es aparentemente sencilla: de manera muy distinta. Y por la razón que detallaré a continuación que tiene que ver con los sectores y ramas de actividad más afectados por la pandemia.

Analizando los últimos datos de noviembre, el desempleo femenino cayó más que el masculino, hasta reducirse en 416.522 mujeres desde el mes de febrero, y ya hay menos paradas que antes de la irrupción del Covid. Esto se debe a que la pandemia no afectó de igual manera a las distintas ramas de actividad de la economía española. Si estudiamos en qué ramas de actividad el mercado laboral femenino tiene más peso relativo, observamos que o son aquellas menos afectadas por la pandemia (sanidad o educación), o son las que más rápido pueden estar recuperándose debido a que han permanecido en pausa (comercio exterior) o han sufrido un grado de contracción mayor (hostelería).

En cambio, el mercado laboral masculino se concentra más en ramas de actividad como la construcción o industria manufacturera. La recuperación de sectores como la hostelería, además de gracias al incremento de la actividad económica por la relajación de las restricciones sanitarias, contribuye a los nuevos datos de afiliación en la Seguridad Social, que aumentó en 61.768 cotizantes. Ese aumento de la población activa vía ocupada, más el descenso de la población parada, explica que la tasa de paro haya bajado en casi un 2% en el tercer trimestre de este año.

Sin embargo, la tasa de desempleo (calculada mediante el número de parados entre la población activa) ha decrecido menos de 2%, casi un 6% menos que la reducción del número de desempleados. Esto nos está diciendo que los nuevos datos de afiliación a la Seguridad Social no son tan buenos como el descenso de la población parada.

La tasa de desempleo disminuye no tanto por el aumento de la población activa en relación a los desempleados, sino por el descenso del número de parados en relación a la población activa. Entendiendo la población activa como el número de empleados más el número de parados, que el descenso en los segundos sea mayor que el incremento de los primeros nos lleva a pensar que parte de los antiguos parados (personas que buscan activamente empleo, según el INE) se han ido a la población inactiva. Esta hipótesis se ve apoyada por los datos del INE en relación a la tasa de actividad, la cual se ha mantenido constante en torno al cero salvo en el segundo trimestre de 2021, que fue del 3%, para volver a descender en el tercer trimestre viéndose reducida en más de la mitad.

La recuperación del mercado laboral es un hecho, ¿pero debemos esperar una recuperación sostenida en el tiempo con altas tasas de crecimiento? Responder afirmativamente a esta cuestión considerando las nuevas variaciones del virus es tarea arriesgada.

Estamos viendo cómo dicha recuperación se reduce últimamente debido a las nuevas variantes del Covid, como la delta u ómicron, y al incremento en el nivel de precios liderado principalmente por el precio de la energía. Ambos factores reducen la estabilidad económica y con ella las inversiones, el consumo y nuestra posición competitiva en cuanto a comercio exterior.

Esta inestabilidad la podemos apreciar con los datos del Ibex35 de este último mes de noviembre, por ejemplo, que cae en más de un 9% respecto a sus valores de junio y rompe totalmente la tendencia alcista que mantenía desde noviembre del año pasado. Además de con los nuevos datos sobre las previsiones de crecimiento que esta semana proporcionaba la OCDE, reduciendo las previsiones de alza de un 6,6% al 4,5%, la organización también hace hincapié en que países como España, con altas tasas de vacunación, sufrirán menos las consecuencias de las nuevas variantes del virus. Estos niveles de vacunación contribuirán a una cierta sostenibilidad de la economía, pero siempre condicionada a la evolución del virus, el cual, mediante sus distintas variaciones, es causante de inestabilidad económica y de las distintas correcciones que ha habido (y habrá) respecto a las previsiones

Ángel Muñiz Mejuto es Profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Europea

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