Los países de la UE acuerdan una postura común sobre las nuevas normas para los gigantes tecnológicos
Los países de la UE acordaron el jueves una posición común sobre nuevas normas para frenar el poder de los gigantes tecnológicos estadounidenses y obligarles a vigilar más sus plataformas en busca de contenidos ilegales.
Sin embargo, los responsables europeos aún tendrán que limar los detalles finales con los legisladores de la UE, que han propuesto normas más estrictas y multas más elevadas.
Frustrada por la lentitud de las investigaciones antimonopolio, Margrethe Vestager, comisaria de Competencia de la UE, ha propuesto dos conjuntos de normas conocidas como Directiva de Mercados Digitales y la Directiva de Servicios Digitales, dirigidas a Amazon, Apple, Alphabet (Google) y Facebook.
La Ley de Mercados Digitales contiene una lista de lo que deben y no deben hacer los guardianes de la red, es decir, las empresas que controlan los datos y el acceso a sus plataformas, que controlan los datos y el acceso a sus plataformas.
La Ley de Servicios Digitales (DSA) obliga a los gigantes tecnológicos a hacer más para combatir los contenidos ilegales en sus plataformas, con multas de hasta el 6% del volumen de negocios mundial en caso de incumplimiento.
La posición común adoptada por los países de la UE sigue los principales puntos propuestos por Vestager, con algunos retoques, con la Comisión Europea como principal responsable de la aplicación de las nuevas normas, a pesar de una propuesta inicial de Francia pretendía dar más poder a los organismos de control nacionales.
Los cambios acordados por los países de la UE incluyen una nueva obligación de las empresas tecnológicas que mejora el derecho de los usuarios finales a darse de baja de los servicios de la plataforma principal y acorta los plazos y mejora los criterios para designar a los guardianes.
Luxemburgo, donde Amazon tiene su sede europea, acogió con satisfacción el acuerdo, que designa a los organismos de control nacionales como principales responsables de la aplicación de la DSA para las empresas con sede en sus países.
"Luxemburgo se congratula de que, en general, el país en el que está establecido el intermediario siga siendo responsable de la aplicación de de las normas armonizadas, gracias a una cooperación más estrecha con los demás Estados miembros y la Comisión, salvo cuando se trata de los grandes operadores", dijo en un comunicado.