Powell, en la recta final de mandato sin haber atado su reelección
Los inversores dan una alta probabilidad a su continuidad al frente de la Fed, pese a que haya surgido la opción de la gobernadora Lael Brainard como posible relevo.
Por si no fuera suficiente con el alza imparable de la inflación, hasta niveles no vistos en las últimas décadas, y el nerviosismo sobre cuál será la respuesta de los bancos centrales ante su ascenso, los inversores andan estos días también pendientes de quién será a partir de febrero el presidente del banco central más poderoso del mundo, la Reserva Federal estadounidense. El actual mandato de Jerome Powell, que llegó al cargo nombrado por Donald Trump en 2017, concluye entonces y aunque la mayoría de expertos prevé su continuidad en un segundo mandato, también ha surgido la posibilidad de que Joe Biden opte por otro candidato.
La especulación se desató esta semana al conocerse que el presidente de EE UU había mantenido en la Casa Blanca una reunión con Lael Brainard, gobernadora de la Fed, como posible relevo de Powell. Brainard llegó a la Reserva Federal en 2014 nombrada por Barack Obama y contaría con el respaldo de los senadores demócratas, mientras que Powell cuenta con el claro favor de los republicanos –fue Trump quien le nombró– y ha forjado además los apoyos en el partido demócrata. Solo la senadora Elisabeth Warren se ha mostrado abiertamente en contra de su reelección.
El candidato de la Casa Blanca para presidir la Fed debe lograr la aprobación del Senado, dividido a partes iguales entre republicanos y demócratas, y el mayor consenso político que despierta Powell juega a su favor para la reelección, a pesar de que Brainard pueda ser la preferencia de Biden, por su claro perfil dovish –favorable a una política monetaria acomodaticia– y su conocido hincapié en la necesidad de apuntalar la recuperación del mercado laboral.
Para Citi, la elección de Brainard para la presidencia “daría a la Fed un perfil más acomodaticio que el actual”. En todo caso, el banco estadounidense da a la reelección de Powell un 70% de probabilidades, en línea con las estimaciones que recoge la web de apuestas por internet PredictIt.
Biden podría situar a Brainard al frente de la regulación bancaria y optar por Powell para un segundo mandato para asegurarse el apoyo republicano
En el banco japonés MUFG añaden que “bajo el mandato de Brainard, la Fed pondría más énfasis en alcanzar su mandato de pleno empleo antes de subir tipos”. De hecho, la aparición de Brainard en las quinielas como alternativa a Powell fue recibida en el mercado con la caída de las rentabilidades de los bonos, reflejo de su perfil moderado en política monetaria.
Citi sí considera a Brainard en cambio como la candidata mejor situada para ocupar la vicepresidencia de regulación bancaria, después de que el actual responsable de regulación, Randal Quarles, haya anunciado su retirada.
Trío de vacantes
De hecho, Biden debe pronunciarse no solo sobre la reelección o no de Powell –un anuncio que se espera para antes de Acción de Gracias, el próximo 25 de noviembre– sino también sobre el relevo de Quarles y el del actual vicepresidente Richard Clarida, cuyo mandato también finaliza el 31 de enero. Toda una oportunidad, y una tentación, de amoldar la ejecutiva de la Fed al desafío que supone la inflación y su impacto en los bolsillos de los ciudadanos. Los precios han crecido en Estados Unidos hasta el 6,2% en tasa interanual en octubre, la subida más intensa desde 1990.
Con el nombramiento de Brainard al frente de la supervisión bancaria, Biden sí tendría la ocasión de desandar las medidas de desregulación adoptadas por Quarles, tan del agrado de Donald Trump, y que también han contado con el beneplácito de Powell. Quarles ha facilitado la relajación de normas y requerimientos de capital a la banca que se pusieron en marcha tras la crisis de Lehman Brothers, a lo que Brainard se ha opuesto visiblemente: ha votado en contra de las más de 20 decisiones en materia de regulación bancaria tomadas por la Fed desde inicios de 2018. Es además una ferviente defensora de la incorporación del riesgo climático a la política de la Reserva Federal, como sí ha hecho el Banco Central Europeo.
A la espera del sucesor de Weidmann en la presidencia del Bundesbank
El Bundesbank alemán, el banco central nacional más poderoso de la zona euro, cambiará de presidente en enero, después de que Jens Weidmann anunciara su decisión de dimitir tras más de diez años en el cargo. La nueva coalición de gobierno que se negocia en Alemania tras las elecciones de septiembre, entre socialdemócratas, verdes y liberales, será la encargada de nombrar al sucesor de Weidmann, sobre el que hay grandes incógnitas.
En disputa está el ministerio de Finanzas, que reclama para sí el líder liberal, Christian Lindner. Su nombramiento imprimiría previsiblemente un perfil más duro al nuevo responsable del Bundesbank.
Como principal candidata a suceder a Weidmann aparece Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE y de perfil moderado. También figuran en las quinielas la actual vicepresidenta del Bundesbank, Claudia Buch; Marcel Fratzscher, responsable del instituto de investigación económica DIW Berlin o el actual economista jefe del Bundesbank, Jens Ulbrich.