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Entrevista al gestor del fondo BlueBox

William de Gale (BlueBox): “Las empresas disruptoras no ganan dinero, solo lo gastan”

Este gestor, referente de la inversión en tecnología y forjado durante 20 años en BlackRock, apuesta por firmas que proveen de tecnología y dan beneficios

William de Gale, gestor del fondo BlueBox.
William de Gale, gestor del fondo BlueBox.Juan Lázaro

“Las empresas disruptoras no ganan dinero. Solo lo gastan. revolucionan su industria una vez y luego, muchas veces, mueren, porque llegan otras compañías que rompen moldes de nuevo y las sacan del negocio”. Esta máxima la tiene grabada a fuego William de Gale, uno de los gestores europeos más conocidos en el sector tecnológico, que trabajó 20 años en BlackRock, la mayor gestora del mundo, donde durante 9 años gestionó el BlackRock Technology Fund.

En la actualidad gestiona el BlueBox Global Technology, el fondo que creó en 2018 tras cofundar un año antes la gestora BlueBox Asset Management. Y en su filosofía de inversión, que asegura se desmarca de otros fondos tecnológicos, no solo huye de invertir en disruptores como Uber, Tesla, Deliveroo, WeWork o Slack. También evita invertir en lo que llama las mega-caps (empresas muy capitalizadas, como Facebook, Apple, Google o Amazon). Una fórmula con la que no le ha ido nada mal. En estos tres años y medio que viene gestionando el BlueBox Global Technology, ha logrado captar casi 1.000 millones de dólares y lo ha convertido en uno de los fondos independientes que más rápido ha crecido en activos. De Gale ha logrado posicionar su fondo como número uno del mundo en rentabilidad, situándose en percentil 99 a tres años, dentro de los más de 850 fondos de su categoría. El retorno anualizado de su estrategia durante sus 12 años como gestor (9 en BlackRock y tres y medio en BlueBox) es del 18% y desde que lanzó su fondo, la rentabilidad media anual neta es del 29%, bastante por encima del mercado, según cuenta a CincoDías.

Con este historial a sus espaldas, BlueBox llega ahora a España. Acaba de rubricar un acuerdo de distribución en exclusiva para este país y América Latina con la gestora española ACCI Partners, en virtud del cual cuenta ya entre sus clientes con banca privada, aseguradoras y familly office españoles.

Estrategia

De Gale explica que su fondo invierte en lo que llama empresas enablers o “habilitadoras”, compañías que proveen una tecnología a multitud de sectores. “Son las que realmente hacen posible la disrupción en distintas industrias y son negocios rentables y de calidad. Mi estrategia es muy diferente a lo que hace el resto de fondos de tecnología. La mayoría se enfocan en compañías con alto crecimiento en ingresos y que están de moda. Nosotros buscamos empresas que crezcan en beneficio año a año. No me importa que sean empresas muy antiguas o aburridas, si son las correctas”, dice, mientras apunta que hay cuatro cosas que mira en una compañía antes de invertir. “Que haya una fuerte tendencia tecnológica que la beneficie; que haga dinero gracias a esa tecnología; que haya barreras de entrada para que otras compañías no entren ahí, y que una proporción importante de sus beneficios vaya a los accionistas externos”. Según De Gale, en todos los sectores los inversores se fijan en esas cuatro cosas, “pero en tecnología solo se fijan en el primero y en el tercero”.

Pero ¿por qué descarta a los disruptores y a las megacaps? “A estas porque son las que ganaron la última ronda de disrupción, pero no van a ser las ganadoras de la siguiente ronda. Y a las primeras, porque aunque usan la tecnología para revolucionar su industria, no son empresas tecnológicas como tal, y puede que crezcan mucho, pero no necesariamente ganan dinero. Las empresas habilitadoras, en cambio, ganan dinero y permiten que haya una disrupción y luego otra y otra. El trabajo de un inversor en tecnología es invertir en compañías de tecnología, y estas deben crear valor para sus inversores en algún momento de su historia; si no, no valen nada. Y nunca valdrán nada. Claro que los inversores pueden ganar dinero comprando y vendiendo acciones de estas empresas en el momento adecuado, antes de que la gente se dé cuenta de que no valen nada, pero es un tema de suerte”. De Gale ha llegado a decir que los disruptores “son una completa pérdida de tiempo”, porque muchos persiguen el crecimiento a cualquier precio.

De Gale justifica, sin embargo, por qué pese a no gustarle las megacaps, tiene su posición más grande en Microsoft. “Solo tenemos en cartera megacaps cuyo negocio va a ser mejor en los próximos años. Y creemos que el negocio cloud de Microsoft tiene una mejor posición competitiva que Amazon Web Service y va a ser mayor. Pero, en general, las megacaps ya tienen un negocio muy bueno y no tienen margen para mejorarlo, lo que complica que puedan crecer mucho más en valoración. Incluso aunque Apple se convierta en una mejor compañía, que es difícil ver cómo, ¿podría doblar su capitalización? Eso supondría 5 billones de dólares y eso tendría un porcentaje importantísimo del S&P 500 y no veo que eso pueda ocurrir. Nosotros nos centramos en compañías grandes, pero en el rango de los 10.000 a 100.000 millones”.

Para De Gale no es imprescindible que las empresas cuenten con un alto dividendo, pero sí que una buena parte del beneficio se quede en el balance de la empresa, para que se refleje luego en el precio de la acción, y que no se gaste por completo en stock options, adquisiciones o reestructuraciones.

El creador del fondo BlueBox pone algún ejemplo de empresas en las que invierten. Destaca EPAM, una compañía de servicios de software cuyas acciones tenían hasta hace un año un mejor rendimiento que Tesla, aunque nadie reparara en ella, y Texas Instruments o ASML, ambas ligadas al mundo de los semiconductores.

Inflación

Esta apuesta por el negocio de los chips será clave para que el fondo afronte los próximos meses, que a buen seguro estarán marcados por el alza de la inflación y los cuellos de botella que ponen en jaque las cadenas de suministro. “El principal problema son los semiconductores, que seguirá por lo menos un año. Si tú eres una compañía que hace el equipo para hacer los semiconductores estás en el mejor momento de la historia de tu industria. Al menos, entre el 15% y el 20% de mi fondo está invertido en ese tipo de compañías. Nos beneficiamos de estar metidos en ese tipo de empresas”, señala.

Con respecto a las tensiones inflacionistas, apunta a que invierten en firmas “con capacidad para establecer precios”. “Mientras la inflación no sea excesiva y empiece a destruir la economía, nuestras compañías están bien posicionadas”, comenta. Considera, además, que las empresas que no dan beneficios son las más expuestas a una potencial subida de tipos y retirada de los estímulos de los bancos centrales. “Los tipos de interés solo suben si la economía está fuerte y una economía fuerte es muy buena para mis compañías”, señala.

Su cartera está compuesta por 33 valores, con baja rotación. “Es un portfolio con tamaños parecidos; entre un 2,5% y un 4% de la cartera”. La inversión mínima para entrar en el fondo es de 1.000 dólares. Solo invierte en capital y en empresas cotizadas, quedándose fuera de rondas de financiación de startups por el formato del fondo, Ucits. ¿Se arrepiente de no haber invertido en Tesla? “No. No me arrepiento de las firmas en las que no he invertido, sí de no haberlo hecho antes en algunas en las que sí he invertido, como AMD. El año pasado no tuve Tesla, y aún así ganamos a otros fondos competidores que sí la tuvieron. En 2020, nuestro fondo subió un 63% teniendo compañías aburridas”, sonríe.

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