Cómo hacer más diverso el ecosistema emprendedor
Lograr financiación es el principal escollo para quienes escapan de la norma
La diversidad está en boca de todos, tanto en la esfera social como en el ámbito corporativo. Sin embargo, sigue siendo la asignatura pendiente del emprendimiento. El 80% de quienes deciden arrancar un proyecto empresarial son hombres y el 98% tiene estudios universitarios, según el último Mapa del emprendimiento, elaborado por Spain Startup-South Summit. Así, solo el 20% de los emprendedores son mujeres, un porcentaje muy inferior a la media europea, que sigue sin alcanzar la paridad con un 32% de emprendedoras, según datos de Eurostat.
“Es un problema de injusticia social y de inequidad, pero también de ignorancia. Estamos perdiendo el talento de más de la mitad de la población”, lamenta Asier Ansorena, director global de redes de diáspora de Ashoka. Prescindir de estos perfiles es un palo en la rueda de la innovación que requiere un contexto en constante evolución. “Si tienes esta falta de diversidad, tienes un problema. Podemos cubrir algunos aspectos, pero no vamos a estar entendiendo la complejidad del mundo en el que vivimos”, continúa.
Así lo ve también el director de emprendimiento e innovación de Bridge for Billions en Europa, Marcos Withington: “¿Quién va a resolver un problema mejor que las personas que lo están sufriendo? Por eso, nuestra misión es llegar a esas personas y darles las herramientas para solucionarlo”. Para el experto, es una tarea sencilla, solo hay que ponerse manos a la obra cuanto antes. Desde la incubadora salen a buscar emprendedores de forma activa y promueven programas centrados en las mujeres, los entornos rurales o comunidades minoritarias, entre otras variables. “Nunca hemos tenido problemas para encontrar a estos emprendedores, el reto está en dar con las partes que apoyen este emprendimiento”, prosigue.
Las personas que no cumplen con el perfil habitual tienen más complicado acceder a financiación, es por esto que la cofundadora de TransparentBusiness y SheWorks, Silvina Moschini, pone la lupa en este aspecto: “El sistema de financiación de las startups no está resolviendo las necesidades de muchísimos emprendedores. Ni de Silicon Valley ni de cualquier otra parte del mundo”. Mientras que el conjunto de startups creadas por mujeres en EE UU sumaron una financiación de 3.200 millones de dólares, una sola compañía, la marca de cigarrillos electrónicos Juul, consiguió 1.200 millones de dólares inversión. Asimismo, en 2020, solo el 2,3% de la financiación de los fondos de capital riesgo fue a parar a proyectos liderados por mujeres, según Harvard Business Review.
Para revertir la situación, Moschini ha lanzado el programa de televisión Unicorn Hunters, que busca democratizar el acceso a la financiación. Los concursantes presentan su proyecto ante un panel de expertos que deciden si invertir o no su dinero en los mismos. Además, los espectadores pueden aportar sus propios fondos a partir de una cuantía mínima de 1.000 dólares. “Todas pasan por un proceso de selección previo para dar cierta seguridad, pero así se descubren algunas ideas que el ecosistema emprendedor pasa por alto porque no cumplen con las métricas tradicionales”, describe la responsable. La serie, que estrena el 18 de octubre su segunda temporada, se puede ver en YouTube, Vimeo, LinkedIn y Amazon Prime.
Para Ansorena, la transformación requiere una nueva narrativa y que se rompan mitos. “Nos creemos las historias del héroe emprendedor que cambia el mundo desde su garaje, pero la realidad es que los emprendedores no vienen del aire, sino que hay una serie de leyes e incentivos que generan un contexto más propicio”, ilustra el portavoz de Ashoka. Lanzar un nuevo proyecto es un proceso menos individualista de lo que se vende. “El hombre tiene una serie de privilegios y se piensa que lo ha conseguido él solo, mientras que mujeres y migrantes son más conscientes de los sacrificios y de que no podrían haberlo conseguido sin determinada ayuda”, continúa. A su vez, los mecanismos de solidaridad de estas comunidades son uno de sus puntos fuertes.
El 50% de las organizaciones asegura ver la importancia de la diversidad, expone Withington, pero menos del 20% decide tomar cartas en el asunto y hacer algo al respecto. “Si nos mantenemos con los de siempre, estamos sofocando nuestra capacidad de innovación. Si solo un pequeño grupo de personas cumple los requisitos para ser emprendedores, nos vamos a estancar”, concluye el portavoz de Bridge for Billions.