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Ponga a prueba su educación financiera

Cómo diferenciar los productos bancarios más populares y elegir el que más le conviene

Getty Images

A la mayoría de nosotros nos asusta la idea de gestionar nuestro dinero y patrimonio, simplemente no sabemos hacerlo. Más aún, desconocemos la mayoría de los términos relacionados con el ahorro, la inversión o productos bancarios. Nos falta educación financiera. Algo que siempre estamos a tiempo de subsanar con un poco de esfuerzo, aprendizaje y ganas. Unos mínimos conocimientos nos permitirán decidir si es mejor invertir en renta variable o fija, acceder a un crédito o un préstamo, comprar bitcoins, probar con las obras de arte, apostar por los valores refugio como el oro o no liarse entre un préstamo hipotecario u otro con garantía hipotecaria.

¿Sabe lo que es un aval, un pagaré, una situación de riesgo o un TAE? El primero hace referencia a una garantía que firma alguien –avalista– para hacerse cargo de una deuda. El pagaré es un documento en el que una persona o empresa se compromete a pagar una suma de dinero en un plazo concreto.

Una situación de riesgo suele hacer referencia a un contexto de incertidumbre generada por la posibilidad de no obtener el rendimiento esperado de una inversión. La TAE (Tasa Anual Equivalente) hace referencia al pago de los intereses reales que se adquieren tras solicitar y obtener un préstamo bancario.

Más a menudo de lo que parece, nuestro desconocimiento nos lleva a pensar que un préstamo y un crédito es lo mismo, pero en stricto sensu no lo es.

¿Pido un préstamo o un crédito?

Ambos son alternativas de financiación que casi todos hemos contratado alguna vez, pero son productos financieros distintos y responden a necesidades diferentes. ¿Quiere saber las diferencias? Un préstamo es una suma de dinero que nos concede una entidad bancaria para una financiación concreta. Uno de los más populares es el préstamo hipotecario para adquirir una casa, pero también hay préstamos personales o al consumo.

Cuando hablamos de crédito, nos referimos a una línea de financiación, el ejemplo más elocuente es la tarjeta de crédito. Facilita liquidez al cliente ya sea una persona o empresa, para financiar compras a bajo coste con un pequeño interés y a plazos.

A medida que el capital utilizado se devuelve, la línea de crédito vuelve a estar disponible en su totalidad.

A vueltas con la hipoteca…

Otro de los productos financieros que a menudo se confunden son la hipoteca o préstamo hipotecario y el préstamo con garantía hipotecaria; tampoco son los mismo y caemos en la cuenta cuando contratamos alguno de ellos.

Este producto significa que el cliente o prestatario recibe una suma de dinero –capital del préstamo– por parte del prestamista –banco–, con el compromiso de devolverlo bajo unas determinadas condiciones como el tipo de interés, que puede ser fijo o variable; comisiones, generalmente de apertura, amortización de deuda o cancelación, en cuotas periódicas generalmente mensuales y a un plazo determinado –en algunos países hasta cien años–.

La garantía adicional es la vivienda o inmueble adquirido por el cliente y que debe estar libre de cargas. Al suscribir la hipoteca ha firmado con su entidad un préstamo hipotecario. En caso de impagos, el banco puede quedarse con la propiedad del bien hipotecado.

Al igual que es posible pedir préstamos que no sean hipotecarios también puede utilizar una vivienda como garantía para comprar algo que no sea otra casa. Son los llamados préstamos con garantía hipotecaria.

Puede pedirlo si necesita liquidez para financiar cualquier compra, excepto la adquisición de una vivienda, siendo la garantía de devolución un inmueble de su propiedad. El importe del préstamo no suele superar el 40% del precio de tasación de la casa que ofrece como garantía.

La lista negra de Asnef

Asnef (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito). Entrar en esta la lista supone que su nombre se encuentra en un fichero de morosos por haber incumplido un pago. No importa la cantidad.

Estar o no estar. Para estar en la lista es imprescindible que la deuda exista y esté acreditada, que haya vencido y sea exigible y que se ha solicitado el pago de la deuda sin éxito. Es obligatorio que le comuniquen que va a ser incluido en la lista un máximo de 30 días antes de su inclusión.

Y… ¿si estoy? Olvídese de los créditos y préstamos. Ninguna entidad financiera le prestará dinero con un historial de morosidad. Hay empresas de otros sectores, como las operadoras de telecomunicaciones, que no aceptan clientes en listas de morosos.

¿Cómo salir? La mejor opción para salir de la lista de morosos es saldar la deuda. También puede no hacer nada y esperar seis años. Pasado ese plazo, Asnef no puede guardar sus datos haya o no satisfecho la deuda.

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