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El mercado vuelve a confiar en el potencial de Indra

Los grandes inversores dan por zanjada la crisis generada por la salida de Abril-Martorell como presidente de la compañía y apoyan sus planes de crecimiento a futuro.

La acción de Indra desde 2020

Indra ha generado sentimientos muy dispares a lo largo del año. En este momento, el tono es más positivo: acumula un alza del 26,8% y cotiza cerca del máximo del año. Con esta ganancia, el valor zanja la debacle que originó la salida del antiguo presidente de la compañía, Fernando Abril-Martorell, tras la decisión de la SEPI, su principal accionista con el 18,7% del capital, de no renovar su mandato. La noticia, conocida el 21 de mayo, provocó un recorte del 8% en la jornada y una cadena de revisiones a la baja de los analistas.

Cuatro meses después, el mercado ha vuelto a ponerse de su parte; todas las recomendaciones son de compra, según el consenso recogido por Bloomberg, y el potencial de revalorización sobrepasa el 10%, con un precio objetivo medio de 10,16 euros.

El punto de partida en la mejora de la cotización fue la presentación de los resultados del primer semestre. La compañía tecnológica obtuvo un resultado superior a los niveles pre-Covid (55 millones de euros) y elevó sus previsiones para el conjunto del ejercicio (3.200 millones de ingresos) con una cartera de pedidos en récord.

"La salida de Abril-Martorell había generado una desconfianza en cierta manera infundada". "Las decisiones políticas suelen cotizar mal en el mercado", comenta Alberto Roldán, socio de Divacons-Alphavalue. En su opinión, "la llegada del nuevo presidente [Marc Murtra, afín al Gobierno socialista de Pedro Sánchez] supone una mayor vinculación a los contratos públicos, que aunque dejan menos margen dan más visibilidad". El experto matiza que el perfil de Abril-Martorell responde más a una "empresa privada, y más vinculado al negocio de la consultoría exterior". "Era cuestión de tiempo ver el resultado de la organización del nuevo equipo gestor", añade.

Roldán asegura que "la mayoría de los grandes inversores que salieron del valor han vuelto, así como todas las gestoras de los bancos".

Entre los últimos contratos conseguidos por Indra se encuentra uno por valor de 120 millones para modernizar los radares de defensa aérea al Ejército del Aire, y otro de 100 millones para equipar con radares 38 Eurofighters alemanes. Indra es uno de los tres valores españoles elegidos por Atl Capital, al considerar que "tiene unos buenos años por delante con el desarrollo del nuevo caza europeo, donde lidera la parte española".

Víctor Peiro, director de análisis de GVC Gaesco, recuerda la penalización que sufrió Indra en 2020 por la posible compra de ITP y que en la actualidad, pese a ser una operación descartada por la compañía, sigue generando cierta inquietud en el mercado. "Es una operación que tiene sentido desde el punto de vista de negocio, pero es muy grande y requeriría de una ampliación de capital", señala. En su opinión, "la sustitución de Abril-Martorell por Marc Murtra hizo pensar al mercado que facilitaría la adquisición".

El experto espera una continuidad en la línea de negocio de la tecnológica al menos hasta 2023, cuando se diseñe el nuevo plan estratégico, ya que se han mantenido dos consejeros delegados afines a Abril-Martorell que tendrán las funciones ejecutivas. "Se va a beneficiar del proceso de digitalización económica. La inversión en IT está creciendo en sectores como el bancario, las telecos y en el público, sobre todo en el área de sanidad. Era una activad con márgenes estables que está comenzando a recuperar", señala Peiro.

Por su parte, Nicolás López, director de análisis de renta variable de Singular Bank, considera que "después de unos años marcados por el proceso de reestructuración desde una situación complicada, Indra ha dado un gran impulso a su cartera de pedidos, lo que permite esperar una vuelta al crecimiento en los próximos años". Desde su opinión, la recuperación obedece "a la desaparición de las incertidumbres creadas por la sustitución de Abril-Martorell".

Comprar en las caídas y mantener

 

Cotización. Alberto Roldán, socio de Divacons-Alphavalue, piensa que Indra tiene agotado el potencial de subida a corto plazo. "Es posible que se mantenga y sorprenda más a medio plazo", dice. El principal riesgo que observa es su exposición "al ciclo económico, ya que un empeoramiento podría hacer que tuviera menos margen para optar a contratos". Para Víctor Peiro, de GVC Gaesco, las caídas del momento pueden ser aprovechadas para comprar, pero con vistas a mantener las acciones en el tiempo. Mientras, Nicolás López, de Singular Bank, explica que "una fuerte subida de los tipos de interés podría penalizar la cotización", al igual que "un aumento de la regulación sobre la privacidad de los datos en EE UU podría dañar el crecimiento futuro de los beneficios ".

 

 

Cíclicos. El Ibex tocó los 9.200 puntos a mediados de junio y desde entonces ha sido incapaz de retomar el nivel por el enfriamiento de los valores cíclicos, que habían protagonizado una carrera alcista desde noviembre de 2020, con el hallazgo de la vacuna. Indra ha conseguido mantenerse a flote en este tiempo con una ganancia del 13,4%. La compañía es la tercera de menor tamaño con una capitalización de 1.500 millones.

 

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