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Mercados

La Bolsa china defrauda expectativas y concentra el miedo inversor al virus

El CSI 300 cae un 6% en el año tras despuntar un 27% en 2020

Las Bolsas chinas se resienten con la variante delta

China fue el primer país en ser golpeado por la pandemia y con ello, sus mercados. Año y medio después, la potencia asiática está siendo también la primera en dar muestras de que la recuperación económica impulsada por las vacunas frente al Covid no será tan rápida ni libre de sobresaltos. Así, el principal índice chino, el CSI 300, se deja más de un 6% en lo que va de año, tras haberse revalorizado un 27% en 2020, mientras el resto de parqués occidentales acumulan ganancias. Esta caída borra las expectativas de los gestores, que prometían para 2021 fuertes rentabilidades en los mercados emergentes y, en particular, en China.

Los datos macroeconómicos publicados este lunes han agravado las pérdidas y en tres jornadas, el CSI 300 se deja un 1% y el Hang Seng de Hong Kong, un 2% y el 5% en el año. La producción industrial creció un 6,4% en julio frente al mismo periodo de 2020, una cifra que se sitúa por debajo de las previsiones de los analistas, que estimaban un avance del 7,8%, y es inferior al repunte del 8,3% de junio. Las ventas minoristas avanzaron un 8,5% el mes pasado frente al 11,5% esperado, reflejando una fuerte caída después de que en junio rebotaran un 12,1%.

Estas cifras auguran rebajas en las previsiones de crecimiento del PIB chino en 2021. A principios de mes, Goldman Sachs y JP Morgan ya recortaron sus estimaciones. El primero, reduce la expansión anual del 8,6% al 8,3%. JP Morgan es más optimista, pero disminuye el crecimiento al 8,9%, frente al 9,1% estimado previamente. Los datos son el reflejo de "una combinación de factores que incluyen el impacto del endurecimiento de las políticas, el crecimiento más lento de las exportaciones, el tifón y las fuertes inundaciones en la provincia de Henan así como el mayor brote de Covid en la zona desde principios de 2020", explican desde Goldman Sachs.

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La variante delta ha puesto en jaque a las economías de todo el mundo, frenando una vuelta a la normalidad cuando parecía que las vacunas habían logrado dominar parcialmente al virus. En este sentido, el economista de JP Morgan, Bruce Kasman apunta que "las bajas tasas de vacunación en Asia y los bajos niveles de tolerancia a la propagación del virus sugieren que esta región es la más amenazada por la variante delta".

Las políticas del Ejecutivo chino también han afectado gravemente a los mercados tras las medidas regulatorias impuestas al sector educativo, tecnológico, financiero o inmobiliario. Estas políticas, que incluyen un endurecimiento de las normas antimonopolio o la prohibición a las empresas privadas del sector educativo de obtener beneficios, han provocado la mayor liquidación de acciones de cotizadas chinas desde 2018, impactando sobre grandes firmas como Tencent o Alibaba. Ambas acumulan en 2021 un desplome del 22% y el 26%, respectivamente, que podría continuar a la vista de un borrador con nuevas medidas presentado el martes.

Asimismo, y como parte del enfrentamiento que mantienen China y EE UU desde hace varios años, el Ejecutivo está poniendo crecientes obtáculos a las salidas a Bolsa de empresas chinas en otros mercados, una medida que impacta principalmente a Wall Street, donde han debutado más de 30 firmas este año.

Desde el lado americano, uno de los últimos asaltos de la guerra comercial que mantienen se produjo en junio, cuando entró en vigor un decreto por el que la Casa Blanca prohíbe a los ciudadanos estadounidenses invertir en 59 empresas chinas del sector de la seguridad y la defensa, con el argumento de la defensa de la seguridad nacional del país americano. Una medida que amplía el decreto puesto en marcha en noviembre por el ya expresidente Donald Trump, cuyo mandato ha sido clave para el deterioro de las relaciones entre ambos países.

Retirada de los grandes inversores

 

Soros marca el camino. El multimillonario estadounidense George Soros ha sido uno de los primeros inversores de referencia en iniciar la salida de China, a la vista del endurecimiento regulatorio y las trabas de las autoridades chinas a que las empresas del país coticen en EE UU . El Soros Fund Management ha liquidado sus posiciones en ADRs de Tencent, Baidu –el Google chino–, y la empresa de comercio electrónico Vipshop.

 

 

Evitar el desplome de julio. D1 Capital Partners y Soroban Capital Partners también han vendido las participaciones que tenían en las firmas chinas que cotizan en EE UU, como New Oriental Education & Technology y Alibaba. Según los datos proporcionados al regulador estadounidense, esos fondos habrían logrado evitar las fuertes pérdidas de julio: el Nasdaq Golden Dragon China (índice compuesto por 98 de estas compañías) se desplomó un 22%.

 

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