El motor español reclama una descarbonización "sin prohibiciones"
Pide al Gobierno que marque sus propios objetivos frente a la propuesta de Bruselas
La industria de la automoción española, englobada en el Círculo de la Automoción Neutral In Motion (NIM), ha solicitado al Gobierno una transición hacia la descarbonización del transporte “progresiva” y que no se articule en “prohibiciones”.
En un comunicado conjunto, patronales como las de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto), distribución (Ganvam) o proveedores (Sernauto), entre otras, han instado al Ejecutivo a que reflexione sobre el posicionamiento de algunos “grupos de presión” que defienden acelerar la ambición en la reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que ya se ha establecido en Europa para el sector.
En relación con la revisión de la estrategia europea de descarbonización Fit for 55, han remarcado el “enorme” esfuerzo que está haciendo el sector de la movilidad y la industria de la automoción en este sentido, asumiendo la responsabilidad para cumplir los objetivos.
Las asociaciones consideran que los objetivos fijados por España, que pretenden reducir un 23% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 frente a 1990, ya son “muy desafiantes”, por lo que piden al Ejecutivo que defina su propia posición respecto a las propuestas de la Comisión Europea (CE) y que sea consensuada con el sector.
En España, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética incluye entre sus objetivos acabar con la venta de coches de gasolina y diésel en 2040 [no destinados a usos comerciales], recortar emisiones y alcanzar la neutralidad climática del país en 2050.
En la misma línea, el consejero delegado de BMW y presidente de la patronal de fabricantes de vehículos europea (ACEA), Oliver Zipse, ha advertido de que el Pacto Verde solo puede tener éxito con objetivos obligatorios para el aumento de infraestructura de recarga para coches eléctricos de todos los países. Según cálculos de la UE, hacen falta 3,5 millones de puntos de recarga para 2030, mientras que ACEA estima el doble.
“Un objetivo de cero emisiones para 2035 es la prohibición de facto del motor de combustión interna. Esta no es la forma más efectiva o eficiente de transporte climáticamente neutro en la UE, puede que ni siquiera nos lleve allí”, ha lamentado la secretaria general de la patronal europea de proveedores (Clepa), Sigrid de Vries.
De su lado, las aerolíneas pertenecientes a la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) han criticado el programa climático al asegurar que las tasas aéreas que contempla serán contraproductivas para la sostenibilidad del sector.
“La aviación está comprometida a la descarbonización, y no necesitamos medidas persuasivas o punitivas como los impuestos para impulsar este cambio”, ha afirmado el director general de la IATA, Willie Walsh.
En el lado contrario se ha mostrado el consejero delegado de Enel, Francesco Starace. Según el directivo, la matriz de la española Endesa está “a favor” de estos objetivos más ambiciosos e indicó que para lograrlos “es igualmente crucial una agilización rápida y eficaz de los procedimientos de permisos a nivel de los Estados miembro, en particular para las energías renovables”.