La UE coloca 15.000 millones en deuda a cinco y 30 años
La demanda conjunta supera los 173.000 millones, superior a los 142.000 registrados con la venta del primer "eurobono"
El éxito logrado por la UE con la venta del primer bono para sufragar el programa Next Generation ha servido de impulso para que la Comisión Europea continúe ejecutando sus objetivos de financiación. Dos semanas después del debut de la región en el mercado de capitales la UE repite la experiencia con la emisión 15.000 millones en una operación de doble tramo. La demanda conjunta supera los 173.000 millones, ligeramente por encima de los 142.000 millones registrados en la emisión del bono a 10 años del pasado 15 de junio, pero aún inferior a los 233.000 millones registrados en la primera colocación de los bonos del programa SURE.
Para la referencia con vencimiento en julio de 2026 la UE captó ayer 9.000 millones. Como ya quedó reflejado en la operación del pasado 15 de junio los inversores siguen teniendo interés por la deuda de alta calidad. Los bonos emitidos por la región cuentan con la máxima nota según los criterios de las agencias de calificación (triple A según Moody’s, Fitch y DBRS y doble A según S&P), una cualidad que no parece restar apetito a ojos de los inversores. La prueba más evidente de esto fue la demanda que para el tramo a cinco años alcanzó los 89.000 millones logrados al cierre. Este interés permitió rebajar el coste de financiación. La operación partía con un diferencial de -8 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo) y en la actualidad el spread se sitúa en los -11 puntos básicos, lo que equivale a una rentabilidad del -0,335%. Aunque negativa el rendimiento es superior al -0,5% al que cotiza la deuda francesa al mismo plazo o el -0,56% de los bonos alemanes a cinco años.
En deuda a 30 años la UE vendió 6.000 millones. Las órdenes de compra superaron los 84.000 millones. El apetito por el papel del bloque ayudó a rebajar el coste de emisión desde los 25 puntos básicos sobre midswap a los 22 puntos actuales, lo que equivale a una rentabilidad del 0,732% mayor que el 0,33% de la deuda alemana al mismo plazo, pero inferior al 0,957% que se exige a los bonos galos a 30 años. Junto a esta rentabilidad los bonos devengarán un cupón del 0,7%.
Fuentes conocedoras de la emisión señalan que la colocación ha ido como se esperaba con una demanda masiva por parte de los inversores. "Incluso ayer, cuando se anunció la operación, ya teníamos indicadores del interés mostrado por los inversores", subrayan.
Para llevar a cabo estas colocaciones la UE ha contratado a Crédit Agricole, Deutsche Bank, Unicredit, JP Morgan, Goldman Sachs, BBVA y Erte Group como bancos colocadores. Los cuatro primeros habían quedado fuera en la emisión del pasado 15 de junio por haber infringido las normas de la competencia en el pasado. Sin embargo, Bruselas les ha levantado el castigo temporal una vez evaluada la documentación remitida por las entidades.
En apenas 15 días la UE ha colocado 35.000 millones en bonos, una cifra que equivale al 17% de los 206.000 millones emitidos por el bloque en los últimos 38 años. Aunque la apelación al mercado de capitales se ha incrementado significativamente en las últimas semanas, las operaciones de este mes son solo un aperitivo de los que está por venir. Como parte del programa Next Generation los países miembros emitirán de manera conjunta 800.000 millones en los próximos cinco años, lo que convertirá a la UE en el mayor emisor europeo de deuda de máxima calificación en los próximos años y en el mayor emisor del mundo de deuda supranacional. Solo este año está prevista la colocación de 100.000 millones, de los que más de 80.000 corresponderán a deuda a medio y largo plazo. Las operaciones puestas en marcha por la comisión son consideradas como un primer paso hacia la mutualización de la deuda europea, un tema tabú hasta la fecha, y con los que la UE da un importante paso adelante en su integración financiera.
Además de financiar el programa diseñado para impulsar la recuperación económica tras la crisis desatada por la pandemia, los fondos levantados por la región supondrán un balón de oxígeno a los tesoros nacionales. El desembolso ayudará a rebajar la presión por emitir deuda, algo que es especialmente apreciado por países altamente endeudados como España e Italia. Como parte del programa Next Generation España recibirá 19.000 millones en 2021. Los primeros 9.000 millones se entregarán en junio como pago anticipado y los 10.000 millones restantes llegarán a finales de año.