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Emcesa, tradición e I+D se dan la mano en la producción de cárnicos

La pyme destina tres millones a innovación en cinco años

Interior de la planta de producción de Emcesa.
Interior de la planta de producción de Emcesa.

Desde un modesto puesto de frutas y ultramarinos en el madrileño mercado de Villaverde, al sur de la capital, Tomás García Robledo, con dos socios decide expandir el negocio y abren en 1986 una pequeña fábrica de embutidos, con la morcilla como protagonista en el popular polígono industrial Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid).

Con el devenir de los tiempos y las vicisitudes de la vida, García Robledo se queda solo al frente de la empresa y, tras sucesivas ampliaciones, en 2007 decide trasladarse a Casarrubios del Monte (Toledo) donde actualmente producen y elaboran más de 250 referencias de productos cárnicos bajo dos máximas: “utilizamos procesos tradicionales combinados con la innovación constante y una materia prima de primera calidad”, explica José María Martínez, director adjunto de Emcesa.

Esta empresa familiar elabora embutidos frescos, adobados y salmuerizados, carne picada y hamburguesas, congelados IQF (individual quick freezing –congelación rápida individual–, por sus siglas en inglés), platos preparados (sin conservantes ni colorantes), brochetas y pinchos morunos, platos elaborados en barbacoa de carbón listos para calentar y cuenta con una línea de productos healthy (saludables), Limo&Lima.

En su cartera, precocinados caseros, productos halal y ‘healthy’

En la localidad toledana cuentan con unas instalaciones de 25.000 m2, donde su ubica su planta de elaboración, y una plantilla de 220 personas. Emcesa logró una producción de 8,5 millones de kilos en 2020 y una facturación de 39,5 millones de euros en 2020, cifra que “esperamos incrementar en un 10% este año, a pesar de ser un periodo de mucha incertidumbre” por los estragos causados por el Covid-19. Las exportaciones, aún insignificantes en su cuenta de resultados, “son un desafío y objetivo”, apunta Martínez.

Una empresa 4.0

La innovación es uno de los pilares de Emcesa y “fundamental en el sector de la alimentación para sacar nuevos productos acorde a los gustos de los consumidores”. La pyme dispone de un departamento de I+D+i con siete personas y un laboratorio propio, y ha invertido tres millones de euros en los últimos cinco años en innovación, “algo que no hubiera sido posible –reconoce el director adjunto– sin las subvenciones del Fondo Europeo y las ayudas a fondo perdido del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), porque las investigaciones son caras y lentas”. Fruto de estos ensayos, Emcesa ha lanzado al mercado innovadores productos como su gama No Meat (productos veganos), los platos preparados saludables Limo&Lima y la línea Especial Barbacoa.

39,5 millones

de euros facturó Emcesa en 2020, cifra que prevé aumentar en un 10% este año a pesar de las incertidumbres generadas por la pandemia. Un objetivo que se completa con la apertura de nuevos mercados.

En sus amplias instalaciones, Emcesa cuenta con un obrador de embutidos –donde se elaboran chorizos y chistorras, longanizas y butifarras, morcillas y combinados–, otro obrador de salmueras y adobados –para alimentos cárnicos marinados y especiados–, un departamento de platos preparados, un tercer obrador para brochetas y pinchos y algunos de los productos Especial Barbacoas; un cuarto para carnes picadas, hamburguesas y pastas (la más popular es la de morcilla).

La fábrica toledana dispone, además, de una sala de congelados IQF que permite que “los microcristales de hielo que se forman dentro de los tejidos durante la congelación de los alimentos sean diminutos, lo cual garantiza una textura, valor nutritivo y sabor igual al de un producto fresco. Utilizamos nitrógeno para este proceso por su gran capacidad de congelación”, apuntan desde la compañía, que también cuenta en su planta con una sala halal, donde se desarrollan todos los productos aceptados dentro de las leyes alimenticias islámicas.

“Además de generar nuevos productos y formatos, nos preocupamos mucho por perfeccionar los métodos, como fue implementar la tecnología IQF” y otros procesos de digitalización para los que Emcesa ha realizado una importante inversión de cara a “una industria 4.0, más eficiente, segura y sostenible”.

Sede de la compañía.
Sede de la compañía.

A la conquista del mercado exterior

Exportaciones. Hong Kong es por ahora el único mercado extranjero de Emcesa. La pyme ya ha iniciado misiones virtuales de la mano del Icex, para comercializar sus productos en Europa; tantea el mercado de EE UU y negocia alimentos halal para Francia y Emiratos Árabes.

Del plato a la mesa. Cocido o callos a la madrileña, rabo de toro al vino tinto, carrillada de cerdo al vino dulce, albóndigas en salsa, costillas de cerdo en salsa BBQ, pasta de morcilla o embutidos como chistorra o chorizo son algunos de sus precocinados listos para calentar y degustar.

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