Brian Kloss: “Las titulizaciones hipotecarias nos ayudan a reducir riesgo en la renta fija”
Gestiona 600 millones en deuda global, con un retorno del 7,2% anual desde 2018
La gestora de fondos Brandywine Global tiene su sede en Filadelpia (Pensilvania, Estados Unidos), a menos de un kilómetro de la mítica Campana de la Libertad, uno de los tótem de la democracia estadounidense. Fundada en 1986, doce años después fue adquirida por el gigante Legg Mason, que el año pasado se fusionó a su vez con Franklin Templeton, para crear una de las mayores gestoras del mundo. Sin embargo, Brandywine siempre ha mantenido una total independencia en la gestión. Brian Kloss es gestor de uno de los productos más reputados de la firma: un fondo de renta fija global 100% flexible, que busca generar retornos atractivos al tiempo que preserva el capital. El vehículo tiene 600 millones de euros de patrimonio, la máxima calificación de la firma independiente Morningstar y ha logrado una rentabilidad media anual del 7,2% en los últimos tres años.
- R. ¿Cómo es posible obtener hoy en día rendimientos positivos en los fondos de renta fija?
- R. Con la gestión activa. Lo hacemos con un enfoque dual, que combina la investigación macroeconómica y análisis fundamental de países y compañías en los que invertimos. La rotación activa de las carteras entre los sectores de renta fija, incluidos los tipos de interés, los mercados de diferenciales, la calidad del crédito y las divisas, es otro componente fundamental para lograr rendimientos positivos en todos los entornos de mercado.
- R. ¿Podría dar un ejemplo de flexibilidad en la gestión del fondo?
- R. El fondo tiene unas directrices amplias y puede invertir en una multitud de sectores de renta fija, al tiempo que tiene la capacidad de ajustar la duración de forma bastante sustancial, hasta un plazo de 10 años. En concreto, el fondo puede asignar una gran cantidad de activos a los tipos de los mercados desarrollados durante los periodos de menor riesgo, pero tiene la flexibilidad de mantener asignaciones significativas a instrumentos de diferencial cuando las valoraciones lo justifiquen.
- R. ¿Qué tipo de rotación de activos está haciendo ahora?
- R. Nos estamos orientando hacia las materias primas y los materiales básicos para capitalizar aquellos sectores preparados para beneficiarse de la reapertura económica post-pandémica. También nos centramos en aquellas entidades que tienen poder de fijación de precios como posible cobertura contra la inflación. En esta línea, nos inclinamos por valores con vencimientos más cortos o con expectativas de que los bonos sean rescatados. El objetivo es aislar la cartera de posibles repuntes de los tipos de interés. Sin embargo, para el verano, este posicionamiento puede quedar desfasado; ahí es donde entran en juego flexibilidad y rotación.
- R. ¿Cómo ha sido la gestión en los últimos meses?
- R. Durante el mes de mayo, la mayor contribución a la rentabilidad del fondo vino de bonos corporativos de alta calidad. Sobre todo los de compañías cíclicas y de materias primas. Poco a poco hemos ido aumentando el peso hacia titulizaciones hipotecarias para reducir el riesgo del fondo. Creemos que pueden funcionar mejor que los bonos corporativos de baja calidad en caso de que aumente la aversión al riesgo. Estos activos ya pesan más del 13% del fondo.
- R. El 44% del fondo está en bonos corporativos por debajo del grado de inversión. ¿No es muy arriesgado?
- R. Hay que tener un enfoque muy fino al invertir en este tipo de bonos. Pero recordemos que, históricamente, este tipo de deuda empresarial ha proporcionado una rentabilidad ajustada al riesgo muy atractiva. Hoy por hoy, el mercado es muy de extremos. En los bonos CCC [los de peor calidad] del índice US High Yield, el 57% rinde un 6,5% o menos, mientras que el 13% renta un 9,5% o más. Por lo tanto, la selección de valores es fundamental, especialmente en lo que respecta al sector, la calidad y la duración.
- R. ¿Cómo cambiaría la situación del mercado si la inflación acabara repuntando en Estados Unidos, como ya estamos viendo?
- R. El primer trimestre ofreció un anticipo de lo que puede ocurrir si hay un repunte significativo de la inflación. Los bonos del Tesoro retrocedieron aproximadamente 75 puntos básicos y eso afectó al precio de otros activos. En caso de que se produzca un escenario de inflación real, los activos de mayor duración se revalorizarán en todo el espectro de calidad crediticia. Suponiendo que el repunte de la inflación se deba a un crecimiento económico más fuerte, los activos de menor calidad con vencimientos más cortos y poder de fijación de precios, es decir, más parecidos a los de la renta variable, deberían, de hecho, superar a otros activos de renta fija.
- R. ¿Pesa más la visión macroeconómica global o la selección individualizada de empresas y bonos en la construcción de su cartera?
- R. Buscamos un equilibrio entre estos dos enfoques. Hay que entender el contexto macroeconómico, y también los fundamentos de las empresas individuales y los países en los que la cartera invierte en todo el mundo.
- R. ¿Por qué decidieron incluir criterios de inversión sostenible y qué impacto ha tenido en la gestión y el rendimiento?
- R. Como inversores en deuda, tenemos que entender todos los riesgos que asume una compañía, ya que tenemos el foco en que los bonos en los que invertimos nos devuelvan el capital y los intereses. El enfoque es muy diferente a los gestores de renta variable, que tienen mayores perspectivas de rentabilidad. Por lo tanto, comprender los riesgos que soportan los emisores de los bonos es de vital importancia para calibrar correctamente las expectativas de rendimiento de una inversión, incluida la evaluación del deterioro potencial que puede resultar de los riesgos que están más allá de las métricas puramente financieras. La incorporación de la inversión sostenible en el análisis mejora el rendimiento a lo largo del tiempo, al proporcionar una visión más completa de los riesgos y las oportunidades.
- R. ¿Ve más interés en la generación de rentas, después de tantos años de tipos bajos?
- R. Esto comenzó tras la crisis financiera mundial y se agravó durante la década siguiente, cuando la política de los bancos centrales llevó los tipos de interés a cero o a tasas negativas. Durante ese tiempo, los inversores seguían necesitando generar ingresos para hacer frente a los pasivos, de ahí el continuo interés por generar rentas recurrentes, y lo mismo ocurre hoy en día. Nosotros le proponemos que los inversores adopten un enfoque global para obtener ingresos de diferentes regiones y clases de activos, lo que puede reducir el riesgo.