Santander vende 1.000 millones en bonos verdes al 0,67%
Elige la modalidad de deuda sénior no preferente
Dos días después de que la UE emitiera el primer bono para financiar el programa Next Generation hoy el encargado de probar suerte en el mercado de capitales ha sido Santander. En una semana de intensa actividad en la que tanto emisores privados como públicos no han querido dejar pasar la ocasión para seguir captando recursos a precios atractivos, la entidad que preside Ana Botín ha levantado 1.000 millones de deuda sénior no preferente.
En la colocación de este jueves Santander ha seguido dos de las tendencias que más adeptos están sumando. La entidad se ha decantado por la modalidad de deuda verde y aunque ha elegido como plazo los ocho años incluye la opción de amortización anticipada al séptimo año. Esta cualidad de amortización anticipada ya venía siendo una costumbre en la deuda bancaria europea y ahora empieza a cobrar fuerza entre las entidades españolas una vez que se han disipado las dudas de cómo computa a efectos de cumplimiento de los requisitos MREL.
A pesar de que la semana ha sido intensa en lo que a oferta de papel se refiere, los inversores han vuelto a poner de manifiesto su interés y confianza en la entidad española. La demanda ha superado los 2.800 millones, lo que supone una ratio de cobertura de 2,8 veces. Esto ha permitido al banco recortar el coste. La operación partía con precio de 105 puntos básicos sobre midswap (tipo de interés libre de riesgo) y se ha cerrado con spread de 78 puntos, lo que equivale a una rentabilidad del 0,671%. Junto a esto, los bonos devengarán un cupón anual del 0,625%. El importe captado se empleará para la financiación de proyectos verdes que cumplan con los criterios de sostenibilidad de la entidad.
El de este jueves es el tercer bono verde que vende Santander. El primero (1.000 millones a siete años con diferencial de 65 puntos básicos sobre midswap) lo colocó en 2019 y el segundo, también por valor de 1.000 millones, en 2020. En el año de la pandemia, un ejercicio marcado por la inestabilidad en el mercado de deuda, la entidad se vio obligada a ofrecer un spread de 140 puntos básicos, precio que logró rebajar en operaciones anteriores. Desde 2019 Santander ha facilitado 33.800 millones en financiación verde. La operación de hoy forma parte de los planes de lanzar un bono de este tipo al año. De acuerdo a la información proporcionada por la entidad, el banco se compromete a movilizar 120.000 millones de euros en deuda verde hasta 2025, importe que aumentará a los 220.000 millones hasta 2030 incluyendo en este apartado la financiación de proyectos, préstamos sindicados, bonos verdes, financiación de capital así como exportaciones y asesoramiento.
Danske Bank, ING, Mediobanca, Natixis, Santander, Société Générale y Unicredit fueron las entidades colocadoras.