Guía práctica para pasar de ahorrador a inversor sin arruinarse
Déjese asesorar, calcule el riesgo, realice aportaciones, diversifique su cartera y espere los beneficios
No son buenos tiempos para el ahorro y la incertidumbre económica y la baja rentabilidad de los productos financieros para los pequeños ahorradores desanima, pero aún así los españoles mantenemos más de un billón de euros en depósitos bancarios que además nos cuestan dinero, son las comisiones que nos cobran las entidades por custodiar nuestros ahorros.
Las crisis suelen ofrecer oportunidades de negocio, pero normalmente el miedo al futuro y a no poder disponer de nuestro dinero ante una contingencia inesperada, nos paraliza a la hora de invertir y también nos lastra la falta de cultura financiera, el desconocimiento, cómo empezar.
¿Le gustaría dar un paso a delante y dejar de ser ahorrador para convertirse en inversor?
Es hora de poner su dinero a trabajar e invertir por un objetivo concreto. El riesgo y el beneficio van de la mano en las inversiones, calcule el primero y espere por el segundo y no ponga toda la carne -ahorros- en el asador -elija una parte y vaya realizando aportaciones- y diversifique su cartera y sobre todo infórmese y déjese asesorar. Lo mejor es empezar por los llamados productos defensivos, depósitos, pero ahora no son rentables o los productos conservadores como los fondos de inversión.
Riesgos atractivos
Huya de los productos apalancados, son palabras mayores y de alto riesgo. Apalancarse consiste en utilizar deuda, que puede ser dinero a crédito o productos apalancados para aumentar el capital disponible para invertir.
Si se decide por esta forma de inversión, no se aloque y gestiónelo con cabeza para no superar los niveles de endeudamiento que nuestras finanzas particulares o familiares nos permiten: no más del 30% ó 40% de nuestros ingresos mensuales netos.
Tenga en cuenta que nunca se puede conocer la rentabilidad final de una operación y el riesgo que se asume en un apalancamiento financiero siempre es muy alto. Si la operación sale bien, felices, pero si no es así, el resultado puede ser un desastre.
Recuerde que invertir en productos apalancados supone no sólo la posibilidad de perder lo invertido, sino de perder también un dinero prestado y que no teníamos previsto gastar. Una operación de mil euros apalancada en 1:2 que sale mal supone perder dos mil euros, de los que mil no son suyos, sino intereses.
Por último, una máxima que no debe olvidar: no invierta nunca lo que no tenga. Y da igual que sea un préstamo o una inversión a través de un producto financiero apalancado. La avaricia rompe el saco.
La compra de acciones, más cara
La entrada en vigor de la llamada tasa Tobin o Impuesto sobre Transacciones Financieras (ITF) en enero pasado ha provocado que invertir en España sea más caro, al gravar con un 0,2% las operaciones de compraventa de acciones de las grandes empresas, es decir, afecta a aquellas que tengan una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros.