Si quiere ahorrar agua y contaminar menos, mire bien el detergente que usa
Permiten lavados más cortos, utilizar agua fría y son más concentrados
Usar un detergente sostenible tiene premio para el consumidor y el planeta. Todos los agentes implicados en la industria del lavado lo saben. Por eso usan química y mecánica para bajar tiempo y temperatura a la que se lava la ropa.
“Se estima que optimizando la carga y el programa de lavado en lavadoras eficientes se puede ahorrar hasta un 30% de agua”, explica Ignacio López, jefe de investigación y asistencia técnica del negocio químico de Cepsa. Un lavado corto y en frío reduce además las emisiones de CO2.
Por eso en el centro de investigación de Cepsa en Alcalá de Henares buscan detergentes más compactos, que usen menos agua y que funcionen en frío.
El objetivo lo resume en esta frase Claudi Mans, catedrático emérito de Ingeniería Química en la Universidad de Barcelona: “Ahora se trabaja en mejorar lo que ya hay y en sustituir el origen de lo que hay”.
Cepsa, fabricantes y lavadoras siguen investigando para ganar en eficiencia
Con lo primero se refiere a “cambiar materias primas, buscar nuevas composiciones y hacer detergentes más concentrados y para lavar en frío”. Con lo segundo explica la búsqueda de materiales cuyo origen no sea el petróleo, “ya sean de tipo biológico, de las plantas, de cáscaras de crustáceos, entre otros”.
Con estos se fabrican detergentes ecológicos que ya se comercializan en España y en otros países, aunque el también director científico del Comité Español de la Detergencia asegura “que son menos eficaces y más caros”.
Esta línea de investigación se ha centrado en los últimos años en “sustituir los ingredientes que tienen un impacto en el medioambiente por otros de origen natural que aportan una mejora en la biodegradabilidad del producto y una mejor compatibilidad con los tejidos y con la piel”, señala Joaquín Meléndez, gerente de innovación de SPB, una empresa que hace productos de limpieza.
La fase crítica
Algunos fabricantes de detergentes identifican la fase del uso o lavado como la que tiene mayor impacto ambiental. P&G, productor de la marca Ariel, entre otros, lo sitúa en el 60%. Henkel, Dixan o Wipp Express lo suben hasta el 70%-80%.
Ariel desarrolla un producto que “funciona de manera excepcional en ciclos fríos y cortos, ayudando a reducir la huella de carbono y la factura de la luz”.
Henkel y P&G sitúan la etapa de uso o lavado como la de mayor impacto ambiental
En Henkel Ibérica, Xavier Closa, responsable de I+D en Laundry & Home Care, “con productos que permiten reducir la temperatura de lavado, reforzados con unas enzimas que los hacen eficaces desde el primer momento”, ideales para ciclos cortos.
Según Unilever, desarrollador y comercializador de Skip, la innovación se dirige a “productos e ingredientes que utilicen menos agua y energía tanto en su fabricación como en su uso”.
Aparatos eficaces
En BSH Electrodomésticos, Bosch, Balay o Siemens han centrado sus esfuerzos en la autodosificación. “Estas tecnologías tienen un gran impacto en el ahorro de energía, agua y detergente, teniendo en cuenta la tendencia a sobredosificar, especialmente en España”, cuenta Carmen Artal, responsable del departamento de materiales avanzados en innovación y tecnología corporativa.
En LG apuestan, en cambio, por lavadoras con mayor capacidad. Las de más de nueve kilos cuentan con un tipo de motor con inteligencia artificial que reduce hasta un 59% el consumo.
La gama ecológica aún no está muy desarrollada. Son menos eficaces y también más caros
Con este tipo de máquinas se hacen hasta 92 coladas menos al año y se ahorran 2.064 litros de agua, aseguran desde la compañía.
Samsung ha desarrollado una tecnología que permite una limpieza eficaz con ciclos en frío, incluso a solo 15 grados centígrados. Desde la empresa sostienen que el detergente se disuelve eficazmente y elimina incluso las manchas más difíciles.
También han dirigido sus innovaciones al ahorro de tiempo y de dinero. Lo hacen con procesos que bajan la duración de los ciclos de lavado hasta en un 50% y el uso de energía en un 20% sin comprometer la calidad de la limpieza.
El envase también es importante
Envases de plástico reciclado en Unilever; dosis más concentradas que suponen, por tanto, un embalaje más pequeño en Henkel; o menos plástico en las cápsulas de Ariel con el consiguiente impacto en su transporte.
Iniciativas que, como recuerdan desde la Asociación de Empresas de Detergentes y Productos de Limpieza (Adelma), se suman al compromiso de la industria para que en 2025 el 20% de los envases sean al menos de material reciclado.