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Inversión

Radiografía del BME Growth: qué oportunidades ofrece la Bolsa de las pymes

Los fondos toman posiciones en este mercado en busca de compañías tecnológicas, renovables y de salud. Ha mejorado en transparencia y negociación y es plataforma para dar el salto a cotizar en primera división

GettyImages

El antiguo MAB, denominado en la actualidad BME Growth, comenzó su andadura en 2006, aunque no fue hasta 2009 cuando se incorporaron las primeras compañías: Zinkia e Imaginarium. Su desarrollo ha sido difícil, pero tras sortear serios obstáculos, ha iniciado una fase de despegue en la que está captando el creciente interés de los inversores y para lo que cuenta con una gran baza a su favor: una mayor presencia de compañías de perfil tecnológico.

El volumen de contratación global (incluye socimis) ha pasado de los 225,7 millones de 2018 a 809,5 millones en 2020, mientras que la capitalización se ha incrementado un 36%, hasta 15.920 millones. El número de compañías ha aumentado de las dos iniciales a 119 el pasado año, de las que 42 son empresas en expansión, que alcanzaron un valor en el mercado de 3.145,7 millones, un 64,5% más que en 2019, y cuyo negocio subió el 142%.

En cuanto a captación de recursos, desde 2009, BME Growth ha facilitado un total de 4.700 millones; en 2020 el importe captado por las empresas en expansión fue de 133 millones, el 31% del total. “BME Growth cubre tres funciones básicas: facilita la cotización de compañías pequeñas que son esenciales para la economía; es un semillero para la Bolsa, y permite la inversión a nuevos sectores, muchos de ellos muy innovadores”, explica Javier Amo, profesor del IEB.

BME Growth, en cifras

Asegurar los pilares y la confianza

La estafa cometida por Gowex y conocida en 2014 –su presidente falseó las cuentas durante 10 años– obligó a replantear la estructura del antiguo MAB; era imprescindible recuperar la confianza de los inversores. La Ley de Fomento de la Financiación Empresarial de 2015 obligaba a las empresas que mantuvieran una capitalización de 500 millones durante seis meses para su paso directo a la Bolsa; Gowex llegó a valer 2.000 millones. Tras aquel escándalo, la CNMV tomó un papel más relevante y se elevó la exigencia de las auditorías.

Proeduca es la más próxima a pasar a la Bolsa, con 800 millones de capitalización

El Gobierno amplió el techo de capitalización a los 1.000 millones de euros el pasado noviembre. Cerca de este nivel, con 800 millones, se encuentra Proeduca, matriz de la Universidad Internacional de La Rioja, tras revalorizarse el 97% en 2020 y el 19% este año.

MásMóvil fue la primera en pasar a la primera división. Lo hizo en 2017, después de que multiplicara por 20 su valor en cinco años. En 2019 se incorporó al Ibex para ser excluida 14 meses después tras recibir la opa de KKR, Cinven y Providence.

Carbures (ahora Airtificial) y Grenergy siguieron los pasos de la teleco en su salto a la Bolsa. “En breve lo va hacer también Atrys Health. Debutó con 36 millones, que se han convertido en 400 millones, y que se elevarán a 600 millones una vez se complete la opa sobre Aspy. Todo esto no son casualidades, es una dinámica del mercado”, asevera Jesús González Nieto, director gerente de BME Growth. La compañía de telemedicina y radiodiagnóstico, que incrementó su facturación un 112% en 2020, tiene previsto materializar el cambio de cotización a la Bolsa en el segundo semestre. Holaluz, Alquiber e Izertis también han expresado su deseo de ser miembros del mercado bursátil de primera división.

Los nuevos negocios están elevando el atractivo de BME Growth. El sector de la electrónica y el software tienen un peso en este mercado de pymes del 21%; las renovables, del 18%; la farmacia y la biotecnología, del 12%; las telecomunicaciones, del 8%; la ingeniería, del 7%, y los medios de comunicación, del 2%.

“Está repleto de negocios y nichos de mercado distintos o con un enfoque alternativo. Creo que el valor existe, y un ejemplo es la rentabilidad que han obtenido los inversores que acudieron a la salida a Bolsa de Aspy gracias a la opa de Atrys por el 100% de las acciones de la primera. Si algunos pensaban que la valoración de Aspy en la incorporación a BME Growth podría haber sido algo más ajustada, la realidad ha demostrado que había valor por capturar [la operación se ha hecho con una prima del 13,2%] y no solamente en el largo plazo,”, explica Jesús Muela, de GVC Gaesco.

La gestora de Santander tiene posiciones en Gigas, Atrys, NBI e Izertis. GVC Gaesco apuesta por Greenalia, Tier 1, Lleida.net, ClearHP y Holaluz

El éxito de las últimas colocaciones, como la de Holaluz en noviembre de 2019, evidencia un cambio en el interés de los profesionales. Esta comercializadora de energía acumula una revalorización del 70% en año y medio. “Este mercado se ha abierto en los dos últimos años a la banca privada, los family offices, los inversores especializados y a algunos fondos y minoristas”, apunta González Nieto.

“Están acudiendo inversores internacionales especializados en microcap y también españoles tradicionales que incorporan valores a las carteras más convencionales”, añade. Nieto explica que “ahora muchas veces se parte con una valoración de entre 100 y 150 millones y esto hace cinco años no sucedía”. El director gerente de BME Growth cuenta que el mayor volumen de contratación se está centrando en los sectores de tecnología, renovables y salud.

Altia, compañía de consultoría informática, es una de las más veteranas y rentables. Debutó en 2010, en plena crisis financiera, acumula una subida del 800%. Además, fue la primera en repartir dividendo. El balance de otras, como NBI Bearings (2015), Atrys (2016), Greenalia (2017) o Izertis (2019), arroja subidas de más del 400%. Mención especial merece Catenon, especializada en la búsqueda de profesionales y de talento. Apenas capitaliza 13 millones y sube este año el 150%.

“Uno de los principales problemas es el escaso seguimiento por parte de los analistas, tan solo 12 compañías tienen cobertura”, explica González Nieto. Víctor Peiro, de GVC Valores, contempla aun así “muchas oportunidades a medio plazo, suelen ser empresas menos seguidas por los gestores y es habitual encontrar bastantes discrepancias entre el precio de cotización y la valoración”.

El experto señala como oportunidades a medio plazo Greenalia, las tecnológicas Tier 1 y Lleida.net, la empresas de construcción de estructuras ClerHP, Holaluz, Almagro (socimi), las de servicios en la nube Agile y Gigas, la recicladora Kompuestos y la operadora audiovisual Secuoya.

Por su parte, la gestora de Banco Santander tiene posiciones en Gigas, Atrys, NBI e Izertis. “Este segmento es muy atractivo para un inversor de largo plazo, ya que puede hacer todo el recorrido de crecimiento y revalorización del negocio de la mano del equipo directivo”. “Al mismo tiempo, es muy necesario para las compañías acudir a este tipo de financiación donde, además, ganarán notoriedad, confianza y solvencia”, dice Lola Solana, gestora de fondos de renta variable small caps de Santander AM.

Solana asegura que el BME Growth es una opción para el pequeño inversor y destaca una serie de elementos que analiza de “forma muy diferencial” frente al resto de small caps: el auditor, que debe ser de reconocido prestigio; el negocio, que debe ser diferente y disruptivo; la solvencia del accionariado; la confianza del equipo directivo, y el balance, que ha de estar saneado para “resistir los envites del principiante”. Para Solana las empresas de BME Growth “son más de crecimiento que de valoración”.

A pesar de los avances logrados, la escasa liquidez y visibilidad siguen siendo un problema. Jesús Muela considera que “hay que seguir avanzando para atraer el interés de los inversores, profundizando en el internacional”, y sitúa como un reto importante que “las empresas conozcan que este mercado es una herramienta imbatible para obtener fondos con los que financiar los planes de negocio sin perder el control”.

Luis Benguerel, consejero de Anattea Gestión, piensa que se necesita “más cultura, un cambio de filosofía inversora” para este tipo de valores. Asimismo, plantea la posibilidad de que BME Growth pueda facilitar la entrada a la zona euro a las small caps suizas, ahora que Six Group es el propietario de la Bolsa española.

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