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¿Qué podrán hacer las empresas cuando acabe el estado de alarma?

Todos los sectores coinciden en que impulsar el ritmo de vacunación es fundamental para salir adelante

Getty Images

El próximo domingo 9 de mayo se acaba el estado de alarma. Y con él terminan, en teoría, el toque de queda, los cierres perimetrales, las limitaciones en el movimiento y las personas que se pueden reunir.

Las empresas más afectadas por estas medidas, vigentes desde el 25 de octubre del año pasado, pertenecientes a los sectores de la hostelería, el comercio y el turismo, fundamentalmente, esperan con incertidumbre los nuevos cambios que traerá este acontecimiento. Por un lado, tienen la esperanza de que con su final comience la verdadera recuperación de sus negocios. Pero, por otro, sospechan que las comunidades autónomas van a imponer nuevas restricciones que van a limitar esa mejoría.

“Hay una grandísima incertidumbre jurídica”, admite Isabel Álvarez, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE. Y existe porque a partir de ahora quedará en manos de los jueces adoptar decisiones sobre los cierres perimetrales o los horarios. “Cualquier medida en este sentido tiene que contar con la autorización previa de los Tribunales Superiores de Justicia de cada comunidad”, aclara la docente. Y claro, algunos estarán a favor y otros, en contra.

Los empresarios están convencidos de que las comunidades autónomas impondrán nuevas restricciones

José Luis Yzuel, presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE), explica que les encantaría “tener un plan para que las empresas empiecen a 'funcionar' a partir del fin del estado de alarma”. Pero asegura que “eso no es posible, porque desde el minuto uno de esta crisis las diferencias entre las comunidades autónomas nos han metido en una incertidumbre permanente”.

Prórroga de los ERTE

Gregorio García, propietario del restaurante Oleum en Granada, confiesa tener “una incertidumbre total”. Asegura que están “preparados para abrir hasta que podamos”, pero está seguro de que la comunidad autónoma “tomará sus medidas; esto no va a ser de un nada a un todo”. De momento, los clientes que ya le han llamado preguntando tendrán que esperar para tener respuestas. También los dos empleados de una plantilla de siete que aún están en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).

Precisamente, los trabajadores que se encuentran aún inmersos en un ERTE, 743.000 según la Seguridad Social, son otros que también miran con esperanza el fin del estado de alarma.

El próximo 31 de mayo dejarán de estar en vigor las medidas de flexibilización de los mecanismos de ajuste temporal de actividad para evitar despidos que el Gobierno puso en marcha en marzo de 2020 para hacer frente al impacto económico y social de la COVID-19.

El Ejecutivo inicia este jueves las negociaciones para prorrogarlas. Los empresarios han pedido que se prolonguen hasta final de año o hasta que se recupere la actividad. Dos tercios de ellos se concentran en tres sectores: hostelería, comercio y turismo.

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En el comercio, la situación no es muy distinta. Laura Batán tiene una tienda de ropa especializada en comuniones, bodas y fiestas en el casco viejo de Bilbao. Con los cierres perimetrales de la capital y de los municipios limítrofes ha dejado de recibir a muchos clientes y ha reducido su horario de apertura. “Como no puede venir nadie de otros sitios no merece la pena abrir tantas horas”, comenta. Espera que esto cambie a partir del 10 de mayo, aunque teme que la comunidad imponga nuevas restricciones. 

Desde la Confederación Española de Comercio (CEC), su secretario general, Julián Ruiz, pide “medidas que doten de más certeza a la actividad comercial”. Después de recordar que “los escenarios de incertidumbre son los menos deseados en economía”, insiste en que “la vacunación es fundamental” para salir de esta situación.

Las recetas para el turismo de verano

Aumentar el ritmo de la vacunación, contar con un pasaporte sanitario común en la Unión Europea, eliminar los cierres perimetrales, recuperar la conectividad aérea y las relaciones con los principales mercados emisores componen la receta del turismo para afrontar la temporada de verano. Incluso, si se cumplen todos estos factores, las fuentes consultadas no son demasiado optimistas respecto a las cifras de la recuperación.

Así, José Serrano, profesor de Turismo en la Universidad Europea de Canarias, adelanta que los datos de este sector en verano no van a ser espectaculares. “Será una época para resistir y no seguir destruyendo”. Si todo va bien, “recuperaremos los niveles altos en 2022 y la normalidad en 2023”, explica. Habrá que estar atentos, en su opinión, no ya al final del estado de alarma, sino “al ritmo de vacunación y al establecimiento de corredores seguros, además de estar a la par que los principales mercados emisores y que no nos penalicen”.

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Serrano menciona las previsiones que ha adelantado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Este organismo prevé para la temporada estival la llegada de entre un 30% y un 40% de los visitantes extranjeros que vinieron a España en el mismo periodo de 2019. “Esto supone entre 8,5 y 11,5 millones de turistas”, calcula.

En números aproximados se mueven en la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Su secretario general, Ramón Estalella, “espera una caída cercana al 50% de viajeros internacionales respecto al verano de 2019 y de un 20% en el nacional".

Juan Pablo González, gerente de Ashotel, la patronal hotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, considera que el final del estado de alarma no va a suponer “una llegada masiva de turistas el 10 de mayo". Él mira un poco más allá y sostiene que “la fecha para que se produzca un punto de inflexión aquí debe ser el verano”. Eso dependerá de la recuperación de los principales mercados emisores, británicos y alemanes, y de la vacunación tanto en esos países como en las Islas Canarias. “El objetivo es ir abriendo paulatinamente los hoteles y poner el destino a pleno rendimiento para la temporada de invierno 2021- 2022”, resume.

Unos planes que comparten en GF Hoteles, que tiene 3.100 plazas repartidas en cinco complejos situados en la isla de Tenerife. Solo uno de ellos está abierto en la actualidad. Cuentan con una plantilla de 900 trabajadores, de los cuales el 75% está actualmente en ERTE. La estrategia de este grupo la expone su responsable de  Comunicación, Óliver Luis Afonso: “Abrir los otros cuatro hoteles a lo largo del verano en función de la vacunación y de las reservas que tengamos de los mercados emisores, el Reino Unido y Alemania”. La idea es llegar con todos abiertos para la temporada de otoño- invierno. Afonso indica que las reservas están sobre “el 40% para el verano y en el 60% para los meses de septiembre- octubre”.

Tampoco son positivos en sus previsiones desde las Islas Baleares. Creen que el turismo nacional elegirá destinos a los que se pueda trasladar en coche. En cuanto al internacional, sostienen que la lentitud de la vacunación en Alemania, el anuncio de los operadores británicos de que no retomarán sus operaciones con las islas hasta julio y de que muchos extranjeros optarán por hacer turismo en sus países lastrará su presencia. “Lograr que la afluencia de turistas permita alcanzar a cubrir el 50% de lo que representó la temporada de 2019 sería la perspectiva más optimista, pero la realidad no nos invita”, señala Carmen Planas, presidenta de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB).

Los españoles se animan a viajar

Es posible también que algunos españoles hayan empezado ya a planificar sus vacaciones de verano. Es lo que han hecho, por ejemplo, Ana Paso y otros cinco amigos. Tienen en sus manos los billetes para viajar a París a finales de julio. A pesar de la incertidumbre por la pandemia, se han decidido por “lo barato que era el billete, 50 euros, y el seguro de cancelación, solo 8 euros”, cuenta Paso. O Carmen Macías y Faustino Delgado, que están mirando un hotel en Torremolinos para pasar una semana de junio en la playa.

César Gutiérrez, presidente de la Federación Empresarial de Asociaciones Territoriales de Agencias de Viajes Españolas (Fetave), explica que lo que se ha producido de momento “es un incremento en las llamadas solicitando información”, no así en las reservas. 

"No se nos puede mantener cerrados"

La situación del ocio nocturno es un espejo de lo que sucede en el resto de sectores mencionados, pero agravada porque dos de cada tres de estos locales llevan meses cerrados y sin facturar un solo euro. El otro que queda ha abierto prestando servicio de hostelería, como cafeterías. El 80% de estos son bares de copas y el nivel de facturación está en torno al 15%, informa la Federación Nacional de Empresarios de Ocio y Espectáculos.

Vicente Pizcueta, portavoz de España de Noche, está convencido de que “el 9 de mayo no va a cambiar nuestra situación y de que se va a seguir produciendo una limitación horaria”. Por eso, denuncia que, a cinco días de que termine el estado de alarma, “no sabemos nada de lo que va a pasar con nosotros. El nivel de incertidumbre es alto, hay inquietud y malestar ante esta falta de información”. Aunque no tienen expectativas de que se vaya a promover la reapertura de los locales, asegura que “van a aprovechar cualquier vacío legal. No se nos puede mantener cerrados”, expresa.

Con independencia de lo que ocurra finalmente, el colectivo sigue demandando la llegada del 20% de las ayudas del plan del Gobierno. Son unos 800 millones de euros para un sector que, según sus datos, acumula pérdidas de 2.580 millones de euros, lo que ha llevado al cierre de casi 5.000 locales, el 29,8% de los existentes.

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