Del Rivero: “Si hubiera seguido con la compra del BBVA no habría conocido a mis nietos”
El expresidente de Sacyr asegura que desistió de adquirir el banco tras el incendio del edificio Windsor
El expresidente de Sacyr Luis del Rivero ha asegurado que desistió de comprar el BBVA tras el incendio del edificio Windsor, en el que Deloitte tenía los documentos de auditoría de FG Valores, investigada por la Fiscalía Anticorrupción y fundada por el que fuera presidente del banco Francisco González.
Según informa la agencia Efe, citando fuentes jurídicas, Del Rivero, que ha declarado este miércoles en calidad de perjudicado por los supuestos encargos de BBVA al excomisario José Villarejo, ha explicado que se asustó a raíz del suceso, que tuvo lugar el 12 de febrero de 2005, y comprendió que no iba a ir a una "guerra a muerte", si bien ha reiterado que su intención no es la de acusar a nadie.
El interrogatorio se sitúa en la "operación Trampa", la cual trata de aclarar si BBVA encargó a Villarejo labores de espionaje cuando Sacyr inició en 2004 un movimiento para tratar de tomar el control de la entidad, que finalmente no tuvo éxito. Siempre a tenor de las mismas fuentes, el expresidente de la constructora ha celebrado que finalmente la operación no se llevara a cabo, ya que todo lo que ha rodeado al intento de compra fue un calvario, y ha añadido que si no llega a abandonarla no habría conocido a sus nietos.
En este sentido, ha alegado daños morales, y se ha referido al contenido de uno de los informes realizados por el excomisario en el que Villarejo se vanagloriaría de haberle provocado dos infartos a costa de la presión.
Reunión con Aznar y miembros del Gobierno
Sobre cómo se gestó el intento de compra de BBVA, Del Rivero ha aseverado que la idea partió de él, y que fue muy bien recibida por todo el Consejo de Administración de Sacyr.
También se ha referido a las reuniones que mantuvo con responsables políticos como el entonces ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno Pedro Solbes, el que fuera director general de la Oficina Económica del Gobierno, Miguel Sebastián, y con el gobernador y el subgobernador del Banco de España, Jaime Caruana y Gonzalo Gil García, así como con el expresidente del Gobierno José María Aznar. Ninguno de ellos puso ningún reparo a la operación, como tampoco lo hizo nadie del propio BBVA, ha subrayado.
Durante su declaración, Del Rivero ha llegado a afirmar que, a partir de diciembre de 2004, esto es, cuando ya era notoria la intención de hacerse con BBVA, se sintió sometido a un ataque periodístico brutal, ya que, entre otras cosas, le acusaron de envenenar las mandarinas que solía enviar como obsequio en Navidad.
A preguntas de la Fiscalía, ha relatado que las sospechas de que estaba siendo espiando se confirmaron al ver que en los informes figuraban sus números de teléfono de casa, o incluso el viaje que realizó a Sicilia (Italia) con su mujer, y una comida con otros empresarios a la que también acudió Juan Abelló en Aranjuez (Madrid).
Sin embargo, la campaña de desprestigio personal y el incendio de la torre Windsor dieron al traste con la compra, por lo que tras exponer los motivos al Consejo de la constructora acordaron abandonar y comunicarlo a la opinión pública
En este punto, el fiscal le ha preguntado qué relación hay entre el incidente y la operación, a lo que Del Rivero ha respondido que veía claro que detrás había lo que había. No es la primera vez que el suceso del Windsor sale a la luz en este caso. En enero de 2005, la Fiscalía abrió diligencias informativas sobre posibles irregularidades en la venta de su sociedad, FG Inversiones Bursátiles, a Merril Lynch en 1996; no obstante, tanto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como Anticorrupción archivaron el caso.
El incendio del Windsor, que tuvo lugar en mitad de la investigación, no solo destruyó uno de las torres más altas de Madrid, sino también los documentos de la auditoría que obraban en poder de Deloitte sobre FG Valores.