ACS ficha a Société Générale para estructurar su oferta por Autostrade
La entidad se encargará de crear el entramado de financiación y del encaje de posibles socios
El que puede ser uno de los contratos de asesoramiento financiero del año ha caído en manos de Société Générale. El grupo ACS empieza a configurar el ejército de asesores en su ofensiva en el mercado de las autopistas, con la oferta de 10.000 millones por el operador italiano Autostrade per l’italia (ASPI). Y el más importante de ellos, el que se ocupará de crear el andamiaje financiero, ha sido el primero en ser llamado. Según ha podido saber Cinco Días de fuentes de la banca de negocios la elegida es la citada Société Générale (SG), una de las firmas habituales en las operaciones corporativas de ACS. El contrato ha sido perseguido en la última semana por todo el sector financiero.
SG ya participó en 2019 en el intento de salida a Bolsa de las renovables del grupo que preside Florentino Pérez; estuvo detrás de la venta de Urbaser en 2015, y ha sido accionista de la propia ACS en distintos momentos con más del 5% del capital.
Société Générale tiene ahora el mandato de estructurar la financiación de la oferta e incluso, según las fuentes consultadas, encajar el interés de posibles participantes en la misma. En el momento de remitir su puja por ASPI al consejo de Atlantia, ACS ya señaló que estaba dispuesta a abrir la oferta a la pública italiana Caja de Depósitos y Préstamos (CDP), que cuenta con una oferta vinculante de 9.100 millones por la operadora de autopistas. Junto a esta entidad figuran en el consorcio los fondos Macquarie y Blackstone.
El consejo de Atlantia está analizando la última propuesta de CDP, tras tumbar tres anteriores por considerarlas bajas, y también el acercamiento del conglomerado español, con el que comparte accionariado en Abertis.
El plan de Florentino Pérez es hacerse con los 3.000 kilómetros de autopistas de ASPI y , en una fase posterior, integrarlo con los más de 8.000 que opera Abertis, de la que controla un 50% menos una acción. La empresa resultante se convertiría en el mayor gestor de autopistas del mundo, con ingresos que superarían los 9.000 millones y un ebitda cercano a los 6.000 millones de euros en circunstancias normales de mercado.