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El Gobierno iniciará el rediseño del sistema fiscal el lunes pero supedita la consolidación a la recuperación

Calviño retrasa el mayor rebote de PIB a 2022 y prioriza la reactivación económica Montero presentará al comité de expertos para la reforma tributaria

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero (al fondo), y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero (al fondo), y la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. Europa Press
Juande Portillo

El Gobierno se rindió el viernes a la evidencia de que el frenazo económico del otoño dio paso a un nuevo retroceso en el arranque de 2021, por las restricciones desplegadas para contener la tercera ola del Covid-19, y de que los proyectos a impulsar con las ayudas europeas aún en camino no tendrán efecto al menos hasta la segunda mitad del ejercicio, por lo que rebajó drásticamente sus previsiones de crecimiento. El Ejecutivo, que aspiraba a lograr un avance del PIB cercano a los dos dígitos a lomos de las subvenciones comunitarias en 2021, rebajó su proyección a un avance del 6,5%, en línea ya con las estimaciones publicadas en los últimos días por el Banco de España, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Así lo anunció el viernes la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transición Digital, Nadia Calviño, “trasladando al próximo ejercicio parte del crecimiento que habíamos previsto para el año en curso” y dibujando una recuperación más sólida, del 7%, en 2022.

La drástica rebaja en la previsión de crecimiento económico del Gobierno tendrá un irremediable eco en la evolución del déficit público (que cerró 2020 en el 10,9% del PIB), y la deuda (que alcanzó el 120%). Esas otras previsiones no serán anunciadas, sin embargo, hasta finales de mes cuando sean notificadas a Bruselas en el marco del Plan de Estabilidad. Aunque la Airef, el Banco de España y el FMI vienen pidiendo que el Gobierno diseñe ya un plan de consolidación de semejante desbarajuste de las cuentas públicas a medio plazo, la titular de Economía, Nadia Calviño, dejó claro que esa no es la prioridad. “En este momento tenemos que dedicar todos nuestros esfuerzos y recursos públicos a impulsar la recuperación económica y la creación de empleo, es lo que llevamos haciendo desde marzo y es lo que vamos a seguir haciendo en el curso de 2021 mediante el despliegue del Plan de Recuperación”.

En todo caso, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentará el lunes el comité de expertos que ha creado para diseñar la reforma del sistema tributario. Un proceso que puede ser clave en la reconducción de las cuentas públicas pero que tardará aún meses en dar frutos y cuyas conclusiones podrían tardar años en terminar de ponerse en marcha.

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El nuevo cuadro macroeconómico para el periodo 2021 a 2024, que a falta de revisiones de última hora será el que el Gobierno envíe a Bruselas el 30 de abril junto al Plan de Estabilidad, asume que el nivel de PIB precrisis se logrará ya a finales del año próximo (pese a que la mayoría de analistas apunta al año siguiente). A partir de ahí, se anticipa un avance del 3,5% en 2023 y del 2,1% el ejercicio posterior, cuando el crecimiento potencial se situaría ya a la velocidad anterior a la pandemia.

“Prevemos una ligera caída de la actividad económica durante el primer trimestre” de 2021, a falta de ver si los buenos datos de empleo de marzo permiten compensar la clara caída de la actividad en enero y febrero, admitió Calviño, por “el impacto de la tercera ola de la pandemia” y “la borrasca Filomena”. Como resultado, Economía revisa sus proyecciones, “retrasando un trimestre la recuperación económica”, asumiendo que la primavera será “un trimestre de transición” y confiando en un fuerte repunte a partir de la segunda mitad del año.

Hasta ahora, el Ejecutivo había proyectado un crecimiento inercial del PIB del 7,2% en 2021, tras el histórico descalabro de cerca del 11% sufrido en 2020. Economía aspiraba además a elevarlo al 9,8% gracias al impulso inicial de las ayudas europeas que nutrirán el Plan de Recuperación y Resiliencia. Un compendio de inversiones y reformas que el Gobierno prevé aprobar en el Consejo de Ministros del martes para su remisión a Bruselas.

Calviño defendió que el Gobierno ha actuado con celeridad en el diseño del plan, y aseguró que mantiene su previsión de que aporte dos puntos de crecimiento anual de media, si bien concedió que ese impulso será menor este año y mayor el próximo.

Aunque parte del efecto podría achacarse al retraso que se espera en el desembolso comunitario –pendiente entre otros baches del pronunciamiento del Constitucional alemán–, lo cierto es que los Presupuestos Generales ya permiten al Gobierno anticipar vía deuda los 27.000 millones esperados para 2021.

La ministra justificó el optimismo inicial del Ejecutivo recordando que sus anteriores previsiones, de octubre, se hicieron al calor de un inédito rebote del 17% del PIB el pasado verano, tras la debacle del Gran Confinamiento en la primavera de 2020. Desde entonces, dijo, la situación ha cambiado, empujando al grueso de economías comunitarias a una segunda recesión por el resurgir de la pandemia.

La decisión de revisar las previsiones se ha dado, en todo caso, después de que las cifras fueran puestas en duda por autoridades y analistas. La Airef rebajaba esta semana su previsión de crecimiento del 8,2% al 6,6%, mientras que el FMI, que las mejoraba, subía al 6,4%. El Banco de España las rebajó del 6,8% al 6% hace semanas.

Mejora laboral

Paradójicamente, pese al menor ritmo de recuperación, Calviño confía en lograr una mayor rebaja de paro de la que proyectó inicialmente. Asume que el desempleo bajará del 16,5% al 15,2% en 2021 (frente al 16,3% que anunció en octubre), y que bajará un punto anual hasta llegar al 12,7% en 2024. En paralelo, el empleo crecería un 4% este año (frente al 7,2% antes anunciado); un 2,7% en 2022; un 1,1% el año siguiente y un 0,9% en 2024.

Calviño avanzó, en todo caso, que los ERTE deberán ser prorrogados más allá de mayo y que la recuperación del turismo internacional apenas lo situará “ligeramente por debajo de la mitad del registrado en 2019”.

Factores clave

Calviño ligó la fiabilidad de sus nuevas previsiones a cuatro factores clave: el cumplimiento del objetivo del Gobierno de vacunar al 70% de la población antes del final del verano; el mantenimiento de una política monetaria acomodaticia, que los organismos internacionales parecen garantizar; la estabilidad del sector financiero y el tejido productivo, que espera proteger con el nuevo paquete de ayudas directas y programas como los ERTE; y el éxito del Plan de Recuperación.

De momento, calculó, las medidas adoptadas han evitado una caída de la actividad del 20% y la pérdida de tres millones de empleos. Pero el Plan de Recuperación es “una oportunidad única” de sacar al país de la crisis más fuerte de lo que entró, movilizando una inversión de 150.000 millones en seis años e impulsando un paquete de reformas estructurales llamadas a transformar la economía.

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