El auténtico riesgo de deber dinero a China
Suele exigir que, si los prestatarios toman medidas consideradas adversas para cualquier entidad china, se desencadene un impago
China está saboteando la cooperación crediticia internacional, pero no de la forma que se suele temer. Un análisis de AidData de 100 de sus préstamos a países pobres durante las dos últimas décadas socava los argumentos de que los atrapa en las llamadas trampas de deuda: no ha aplicado tipos abusivos ni exigido activos estratégicos, como puertos, como garantía. Pero, aunque la muestra refleja menos del 5% de los 900.000 millones de dólares de crédito que ha concedido a los países en desarrollo, la letra pequeña de los contratos refuerza los temores.
El 75% de los préstamos examinados estaban excluidos de los acuerdos de reestructuración con el grupo de prestamistas de las economías desarrolladas del Club de París. El Banco de Desarrollo de China suele exigir que, si los prestatarios toman medidas consideradas adversas para cualquier entidad china, se desencadene un impago. Para las naciones ricas, las conclusiones acaban planteando tantos problemas de confianza como los que resuelven.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías