Meliá ralentiza la desescalada a la espera del turista británico y español
La primera hotelera española prevé tener abierto el 85% de los inmuebles al principio del verano
Meliá, la primera hotelera española con 124 establecimientos en España, va a tomarse la desescalada con calma, pese al repunte inesperado de reservas de alemanes a Baleares y Comunidad Valenciana, una vez que ambas comunidades han salido de la lista negra por sus elevadas tasas de contagios.
La hoja de ruta de la firma dirigida por Gabriel Escarrer tiene un primer hito en Semana Santa. Frente a los 34 hoteles abiertos y los 90 cerrados en la actualidad, el objetivo es abrir 13 hoteles (2 en la Comunidad Valencia, 1 en Lleida, 4 en Madrid, 4 en Andalucía, 1 en Tenerife y 1 en Marbella) para llegar a la Pascua con 47 hoteles abiertos, “con establecimientos activos en todas las autonomías en las que estamos presentes”.
Ese será solo el principio de la apertura, ya que el objetivo es llegar a tener abiertos ocho de cada diez hoteles operando a principios de verano. “Desde Semana Santa hasta junio, esperamos avanzar con las aperturas sumando 44 hoteles más, en su mayoría en Canarias, Baleares y Andalucía”. Un ritmo de aperturas que se mantendrá en las semanas posteriores, pero que también incorporará a los destinos urbanos, ya que empezarán a abrirse inmuebles en Sevilla, Madrid y Barcelona. “De esta manera, y si las condiciones permiten, llegaríamos a los 106 hoteles (más del 85% del portfolio) abiertos a principios de verano”, aseguran.
Ese ritmo pausado de desescalada revela que el objetivo de la hotelera no es el propiciar aperturas de forma acelerada, sino ir abriendo paulatinamente hoteles, “con el objetivo de no volver a cerrarlos hasta final de temporada de verano”, algo que podría alargarse hasta finales de octubre o noviembre.
El objetivo de Meliá es tratar de aproximarse a los niveles de ocupación previos al coronavirus cuando sus dos grandes mercados emisores (Reino Unido y España) estén libres de restricciones. Algo que no está previsto hasta finales de mayo o principios de junio, en los que las reservas y los precios de los hoteles de Meliá pueden incrementarse de forma exponencial ante el cierre de los grandes destinos competidores de sol y playa.