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Tecnología

Indra perdió 65 millones en 2020 impactada por el Covid-19, pero aumenta cartera y reduce deuda

Las provisiones de 189 millones para su plan de ajustes tras la pandemia impactan en las cuentas de la tecnológica

El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, durante una presentación.
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, durante una presentación. Pablo Monge
Marimar Jiménez

Indra cerró 2020 con unas pérdidas de 65 millones de euros frente a los 121 millones de ganancias netas que tuvo en 2019, según explica impactada por el Covid-19. Sus ingresos descendieron por la misma razón un 5% en términos reportados, hasta los 3.043 millones. Las ventas cayeron tanto en la división de Transporte y Defensa (un 5,8%), como en la de Minsait (un 4,5%), esta última impactada especialmente por la depreciación de las divisas latinoamericanas, según ha comunicado esta tarde a la CNMV.

Pese al escenario complicado, la multinacional española volvió a alcanzar cifras récord de cartera, que aumentó hasta los 5.229 millones (un 15,9% más), impulsada fundamentalmente por el negocio de Transporte y Defensa. La ratio de cartera sobre ventas de los últimos 12 meses también alcanzó su nivel histórico más alto y se situó en 1,72 veces (frente a 1,41 veces en 2019). La contratación neta también creció un 4,7%, hasta 3.858 millones, gracias al tirón de la división indicada.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 77 millones, muy lejos de los 346 millones de un año antes, y el Ebit fue negativo en 33 millones frente a los 221 millones en positivo de 2019, impactados por los retrasos de proyectos y la menor actividad, la plusvalía de la venta de Metrocall de 36 millones y por las provisiones del plan de acción para hacer frente a las consecuencias del Covid, con unas provisiones de 189 millones de euros.

Dicho plan incluyó un plan de ajustes en la plantilla. La compañía pacto con los sindicatos tras el verano la salida de 580 empleados de su filial de TI (con 220 prejubilaciones) y un plan de prejubilaciones y bajas voluntarias en Indra Sistemas que afectaría a un máximo de 220 empleados.

El margen operativo fue de 168 millones (margen del 5,5%) frente a los 257 millones de 2019 (cuando el margen fue del 8%), también debido a los retrasos y una actividad menor. El margen operativo del cuarto trimestre, sin embargo, se situó en el 9%, ayudado, según explica la compañía, por las primeras consecuencias del citado plan de acción.

La caja generada en 2020 fue de 83 millones, incluyendo el pago de 38 millones del plan de transformación de la plantilla, lo que ha permitido a la compañía reducir la deuda neta a 418 millones, su punto más bajo desde 2010. La ratio de deuda neta/Ebitda en los últimos doce meses (excluyendo el impacto NIIF 16, los costes derivados del plan de acción y la plusvalía de Metrocall) se situó en 2,5 veces en 2020 frente a 1,8 veces un año antes.

“Los resultados de 2020 se han visto profundamente afectados en la rentabilidad por la crisis global originada por el Covid, reflejada principalmente en retrasos en los proyectos en curso y en la toma de decisiones de nuestros clientes, ante el severo deterioro macroeconómico de los principales países donde operamos, y por el impacto de las provisiones del plan de acción que la compañía puso en marcha a mitad del ejercicio para afrontar la crisis y los cambios estructurales en las necesidades de nuestros clientes”, señala el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell.

Según el directivo, el efecto de la crisis ha sido desigual en los negocios de la compañía. El área de transporte y defensa ha sufrido un mayor impacto en los ingresos y en la rentabilidad por el mayor volumen de retrasos sufridos, “aunque la demanda de nuevos proyectos ha tenido un comportamiento muy positivo, tal y como refleja la contratación y la cartera acumulada”. Mientras, Minsait ha tenido un impacto menor en ingresos, “aunque sí elevado en su margen operativo, sufriendo además una mayor debilidad en la demanda”.

Abril-Martorell destaca igualmente que la compañía ha cumplido los objetivos anunciados en julio de 2020 para los ingresos y el Ebit en su rango inferior y ha logrado “un destacado sobrecumplimiento en la generación de caja”.

El directivo avanza, que pese a la incertidumbre de la pandemia, que sigue afectando en el arranque del año, esperan alcanzar “los niveles pre-crisis en este año”, gracias “al nivel de partida de nuestra cartera y balance, junto con los ahorros que deberíamos ser capaces de materializar de nuestra plan de acción”. Abril-Martorell también cree que Indra podrá retomar la política de retribución al accionista en este ejercicio.

La compañía se ha marcado como objetivo para este año alcanzar unos ingresos mayores a 3.200 millones de euros en moneda constante, obtener un Ebit reportado mayor de 200 millones.

La plantilla media de Indra en 2020 aumentó un 2,6% frente a 2019. A cierre de año, la compañía sumaba 47.980 empleados en todo el mundo (27.476 en España). Dicha cifra incluye a los 742 empleados de SIA, la empresa que adquirió en diciembre de 2019, pero no los empleados de SmartPaper, que fue comprada por Indra el pasado 31 de diciembre.

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Sobre la firma

Marimar Jiménez
Redactora senior en la sección de Empresas de CINCODIAS. Sigue la actualidad del sector de tecnologías de la información y del ecosistema emprendedor español. Antes de incorporse al diario en 2000 trabajó en Actualidad Económica y los suplementos Futuro y Negocio en EL PAIS. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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