Vega Sicilia aumenta un 33% el dividendo y logra un beneficio récord de 26 millones
Lo elevó a 40 millones, también una cifra récord para el grupo bodeguero
El grupo bodeguero Vega Sicilia volvió a registrar un resultado récord en el ejercicio 2019, algo que ya hizo en el año anterior, y que redundó en la aprobación de un dividendo récord para la compañía controlada por los hermanos Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez Mezquiriz, hijos del ya fallecido fundador de Eulen David Álvarez.
En concreto, Bodegas Vega Sicilia registró un beneficio neto de 26 millones, un 5,6% superior al de 2018, según reflejan las cuentas individuales de El Enebro, la sociedad patrimonial de los herederos de Álvarez y matriz del grupo. Las de la propia bodega aún no han sido depositadas en el Registro Mercantil.
Estas suelen destacar por las singulares valoraciones que sus administradores realizan sobre la situación económica o política en sus informes de gestión. En el de 2018, por ejemplo, se podía leer: “Necesitamos nuevos gobernantes con más talento, visión con perspectiva y servicio y buenos gestores, no los mejores –¡qué más nos gustaría!– sino simplemente buenos gestores”. O también una disquisición sobre la inteligencia artificial: “Va a provocar en las personas un desarrollo cerebral porque va a exigir mínimos (interacción tecnológica con las personas) que son superiores a los habituales del mundo actual”. Todavía hay que esperar para las reflexiones acerca del ejercicio 2019.
De vuelta a los resultados, las cuentas individuales de El Enebro no detallan la cifra de negocios de su principal filial, aunque sí revela que recibió de ella un dividendo de 40 millones, por los 30 del año anterior, lo que equivale a un incremento de un 33% y que supone también un nuevo récord. Al ser esa cifra superior a los beneficios del ejercicio, se extrae que ese dividendo fue aprobado con cargo a las reservas de la sociedad, como sucedió en el año anterior.
Grupo familiar
Ese dividendo de 40 millones es el principal ingreso que recibió El Enebro de sus sociedades dependientes en 2019, y que motivó que acabara el ejercicio con un beneficio individual de 38 millones, un 25% más. Es sobre ese resultado sobre el que el grupo familiar establece el reparto que acaba finalmente en manos de sus accionistas. Entre ellos se encuentra María José Álvarez, presidenta de Eulen y enfrentada al resto de hermanos accionistas de esta sociedad. Esta cuenta con aproximadamente el 16% de las acciones.
Pese al aumento de la base a repartir, El Enebro continuó con una política de reparto moderado de dividendos. Estos fueron de 550.000 euros, la misma cantidad que en el ejercicio anterior. Como se puede ver en la copia de los acuerdos de la junta celebrada este pasado mes de octubre, incluida en sus cuentas, el 84% de los accionistas con derecho a voto respaldó todos los puntos del orden del día. El 16%, coincidente con la participación de Álvarez, no lo hizo.
A nivel consolidado, lo que incluye la actividad del resto de bodegas del grupo, como Alión o Pintia, o el negocio cárnico de Valles del Esla, El Enebro registró una facturación en 2019 de 58,8 millones de euros, un ligero descenso de medio punto porcentual con respecto al año anterior. El 48% lo generó fuera de España.
En su informe de gestión, El Enebro dice haber “mantenido el prestigio, brillante en este ejercicio, como líder histórico de calidad de los vinos españoles, hecho este del que nos enorgullecemos desde hace ya una larga serie de años”.
La mayor parte de los ingresos fueron generados por el negocio vinícola, con 49,7 millones, ligeramente por encima de la cifra del ejercicio anterior. En cambio, el negocio cárnico de Valles del Esla retrocedió un 4,5% hasta 4,3 millones, mientras que la actividad inmobiliaria también cayó, hasta 4,1 millones.
El beneficio consolidado del grupo fue de 18,6 millones, un 20% menos por la ausencia de ingresos extraordinarios.
80 millones de nueva deuda bancaria antes de la pandemia
Financiación. Las cuentas de El Enebro muestran cómo hace justo un año, en diciembre de 2019, la sociedad firmó nueva financiación bancaria por un total de 80 millones, elevando de manera considerable su pasivo a largo plazo. Por un lado, un préstamo bilateral por 30 millones de euros recibido de cuatro entidades financieras, con vencimiento en 2024 y pagadero en 10 cuotas semestrales. Y por otro, un préstamo hipotecario por 50 millones con vencimiento en 2019 para “financiar las próximas inversiones en capex y sus necesidades de circulante”. Ambos préstamos estaban sujetos al “cumplimiento de determinados ratios financieros a partir del ejercicio 2020”, y su incumplimiento provocaría su cancelación anticipada.