Moderna, a punto de lograr el permiso para vacunar en EE UU
El panel asesor de la FDA da el visto bueno a su uso de emergencia
Estados Unidos ultima el permiso para la vacuna de Moderna contra el coronavirus, después de que el panel científico asesor de la FDA certificase por unanimidad la eficacia y seguridad del fármaco. El supervisor farmacéutico, que en la práctica totalidad de los casos sigue los consejos del panel, trabajará "rápidamente" para dar luz verde a la aprobación de emergencia para la vacuna, según explicó el comisionado de la FDA, Stephen Hahn.
Se espera que el permiso definitivo llegue en los próximos días, según publicó Financial Times, lo que activaría la aplicación de la segunda vacuna en el país. Desde esta semana hospitales de EE UU están inyectando la vacuna de Pfizer y BioNtech, que tardó solo un día en recibir la luz verde oficial una vez obtenido el respaldo del panel asesor.
La vacuna llega en un momento crítico para la situación sanitaria en el país, que acumula 300.000 fallecidos, y 3.580 solamente el miércoles, con los hospitales cerca de la saturación. El secretario de Salud de EE UU, Alex Azar, adelantó que 5,9 millones de dosis de la vacuna de Moderna están listas para enviar a hospitales de todo el país. La administración calcula haber suministrado 40 millones de dosis de la vacuna de Pfizer para final de año. EE UU ha pactado la compra de 100 millones de dosis de vacunas de Moderna, de las que 20 millones llegarán este mes y el resto en el primer trimestre.
Europa, por su parte, también está acelerando los plazos y se espera que autorice esta vacuna en la primera semana de 2020. Ha pactado la compra de 80 millones de dosis. La empresa española Rovi producirá la vacuna en Europa desde su planta de Madrid.
La vacuna de Moderna es más sencilla de transportar y almacenar que la de Pfizer, que precisa de conservación a 70 grados bajo cero. La empresa espera que el permiso oficial de la FDA admita su traslado en estado líquido a la temperatura de una nevera, para permitir su uso en áreas remotas.
El fármaco está basado en la misma tecnología que la de Pfizer, al inocular fragmentos de ARN mensajero que ordenan a células humanas fabricar proteíans propias del coronavirus. Estas proteínas son atacadas por el sistema inmune, desarrollando anticuerpos. Tiene una eficacia del 95% previniendo la infección, según los datos del ensayo clínico realizado con miles de pacientes, y ninguno de los que recibió la vacuna desarrolló una patología grave (frente a 30 individuos en el grupo que recibió placebo).
20 asesores (todos externos) del panel votaron a favor, y ninguno en contra. La única abstención vino del doctor Michael Kurilla, que asegura hubiera preferido ecotar el rango de la vacuna hacia personas de alto riesgo y con riesgo de fallecimiento en caso de contraer el virus.