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Cinco propósitos financieros para 2021. Averigua cuáles son y cómo lograr cumplirlos

La planificación, el asesoramiento y el compromiso son claves para conseguir los objetivos

Getty Images

A pocos días de que termine el año, la mayoría de los españoles desean pasar página y pensar en 2021. Con la pandemia algo más controlada y las vacunas preparadas para inmunizar a la población, el próximo ejercicio se vislumbra con más optimismo.

Es el momento de los buenos propósitos y de aferrarse a esa perspectiva de mejora para afrontarlos con ganas e ilusión. Cuidar la dieta, hacer ejercicio, dejar de fumar, viajar, estudiar, etc. Son muchos los objetivos que se marcan cada año nuevo.

¿Por qué no pensar también en las finanzas personales? “El principal error que se comete es creer que la planificación financiera es sólo para personas con mucho dinero. Igualmente de equivocado es dejarla para más adelante o plantearse metas inalcanzables”, comenta Jesús Pérez, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).

Con la pandemia, este tipo de aspiraciones no tienen porqué verse alteradas. “Si consideramos que la COVID-19 es una situación coyuntural, no debería afectar a los planes de ahorro, salvo que se esté en situación de desempleo o de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE); en ese caso, se deben revisar los cálculos para adaptarlos a la realidad”, añade Pérez.

Además, 2021 puede ser la ocasión para empezar a preparar la jubilación, comprar una vivienda o reformarla, controlar los gastos, contribuir a la sostenibilidad con la inversión o lograr la libertad financiera. Hay que marcar unos fines, realizar una planificación, buscar asesoramiento y, por supuesto, tener constancia y compromiso. 

Estos propósitos financieros y las claves para lograrlos consisten en:

Controlar los gastos y ahorrar

El punto de partida para conseguir ahorrar debe ser la realización de un presupuesto. Primero, hay que analizar todos los ingresos y los gastos que se tienen, anotándolos en una libreta o un Excel. A partir de ahí se podrá saber qué partidas se pueden ajustar y qué cantidad destinar al ahorro. Hay que ser riguroso con la decisión que se tome y considerar el ahorro como un gasto fijo más. Se pueden utilizar aplicaciones gratuitas y la de tu entidad financiera para controlar los ingresos y los gastos de una forma sencilla.

Los gastos hormiga son los más fáciles de reducir; son aquellos que se hacen con frecuencia sin apenas darse cuenta, como tomar un café fuera de casa, coger un taxi, comprar un snack en la máquina expendedora y que restan una parte importante de los ingresos. Por ejemplo: si un café cuesta 1,50 euros y se toma todos los días, a la semana suponen 10,50 euros; al mes, 45 euros y al año… ¡540 euros!

Con la pandemia, los desembolsos fijos han variado, y hay que incorporar algunos como el de mascarillas e hidrogeles, han aumentado las peticiones de comida a domicilio, así como las compras por internet o las suscripciones para el entretenimiento. Hay que ser prudentes y comparar precios así como aprovechar ofertas sin renunciar nunca a la seguridad de la salud, en el caso de mascarillas e hidrogeles. También se debe procurar cocinar en casa, o compartir las suscripciones con familiares o amigos.

Es igualmente importante llevar un control del uso de las tarjetas, elaborar una lista de la compra al ir al supermercado, aprovechar los descuentos, o revisar las facturas del agua, la luz y el gas.

Por otro lado, el teletrabajo ha reducido otros desembolsos como el de los desplazamientos, o el de los menús de las comidas; que se pueden incorporar como ahorro.

Preparar la jubilación

En España, cada vez hay menos nacimientos y la esperanza de vida va en aumento. Por el lado de las pensiones, supone que cada vez habrá menos cotizantes a la Seguridad Social y más jubilados. El sistema público en España es solidario y de reparto (con las cotizaciones de los trabajadores se abonan las prestaciones de los jubilados) y cada vez tendrá menos capacidad para pagar.

Si se quiere disfrutar de un retiro laboral manteniendo un nivel de vida óptimo y que permita cumplir los sueños (por ejemplo, viajar), se debe empezar a preparar; cuanto antes, mejor.

Hay productos financieros que ayudan a conseguir ahorrar para la jubilación, como los planes de pensiones privados, que además permiten una deducción fiscal; los planes individuales de ahorro sistemático (seguros con un tipo de interés prefijado); los planes de pensiones de ciclo de vida; o los fondos de inversión para perfiles más arriesgados. Un asesor o gestor guiará en la elección, que debe ajustarse a la edad, a la situación financiera y al perfil de riesgo.

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Invertir y cuidar el planeta

Invertir y contribuir a un mundo mejor es posible. En España, los activos gestionados con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) por entidades españolas ha crecido desde los 35.000 millones de euros en 2009 a los 207.500 millones de euros en 2019 . Este tipo de inversión busca empresas cuyo negocio y gestión estén alineados con alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para 2030.

Según los Principios para la Inversión Responsable (PRI), “cada vez es más común que los clientes pidan más transparencia en cuanto a cómo y dónde se invierte su dinero. La inversión responsable no requiere sacrificar rendimientos”, señalan los PRI. De hecho, “debe mejorar las características de riesgo- rendimiento”, añaden.

Este año, los fondos de renta variable con un alto componente de sostenibilidad han presentado un mejor rendimiento promedio y una menor volatilidad que el resto, resistiendo mejor al contexto de pandemia.

Los sectores con más atractivo en la actualidad son el de la salud, por el incremento de las enfermedades crónicas al aumentar la esperanza de vida y por la pandemia de la COVID-19; el de la tecnología, que resulta clave en la salud y en el teletrabajo, y el del medioambiente.

Lograr la libertad financiera

¿Te imaginas jubilarte a los 30 o a los 40 años? Es lo que persigue el movimiento FIRE (Financial Independence, Retire Early) y el camino es el ahorro y la inversión.

El perfil del seguidor del movimiento FIRE es aquel que trata de ahorrar más del 50% de su salario, frente al 10% o al 20% que realiza la mayoría de la población. Aunque esta cantidad no es posible para muchas personas, se puede ahorrar con pequeños gestos, como se ha contado en el primer propósito.

Los seguidores del FIRE son personas muy ahorrativas y que intentan reducir los gastos, tanto los fijos como los puntuales u hormiga. Además, buscan fuentes de ingresos pasivos (aquellos que se consiguen sin trabajar), como el alquiler de una casa o de una plaza de garaje, los derechos de autor sobre una obra o incluso monetizando los pasatiempos (dando clases online de fitness, haciendo fotografía, restaurando coches…).

Además, no solo ahorran, sino que ponen ese ahorro a ‘trabajar'  para que a su vez genere ingresos pasivos (rentabilidad, intereses, dividendos…). Para ello, utilizan productos financieros como fondos y planes de inversión, depósitos bancarios o acciones de Bolsa.

Comprar una casa o reformarla

La consultora Colliers International recoge en un último informe sobre el sector residencial en España, que los precios de la vivienda de segunda mano han caído este año entre el 5% y el 15% de media, mientras que los de obra nueva se han contenido. Para muchos expertos es una oportunidad idónea para comprar, puesto que, además, el coste es el más bajo de la historia, ya que los tipos de interés permanecen en mínimos.

La COVID-19 ha instalado situaciones como el teletrabajo. Si los empleados ya no se tienen que desplazar diariamente a la oficina, pueden buscar una casa fuera de las grandes ciudades.

El estudio ‘El impacto del confinamiento en la demanda de vivienda de los jóvenes’, realizado por AEDAS Homes, señala que el interés por viviendas con espacios abiertos ha crecido tras la pandemia hasta un 23% en personas de entre 25 y 40 años.

También se puede adquirir una casa como inversión; la rentabilidad por alquiler fue del 3,7% en el segundo trimestre de 2020, según el Banco de España. Pero también hay que tener en cuenta los costes que lleva aparejados, como la tasación, la notaría, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y la tributación.

Aunque la oferta sea extensa hay que tener paciencia y analizar cualquier oportunidad al detalle. Especialmente importante es la zona donde esté ubicado el inmueble. Si se pide una hipoteca no debería suponer más del 30% de los ingresos.

También se puede aprovechar el bajo coste de los préstamos para reformar el hogar, para adecuar el espacio donde se va a trabajar habitualmente, o para acomodar un local que cumpla con las condiciones de habitabilidad necesarias para reconvertirlo en vivienda.

La experiencia de quienes triunfaron

“La planificación es básica”, considera Vicenç Hernández, presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña, en el Podcast de Banco Sabadell De objetivos personales a metas alcanzadas. “No soy una persona ordenada, pero sí organizada”, dice. “También despistado, y si no escribo las cosas, corro el riesgo de que esa idea tan genial que se me ha ocurrido en mitad de la noche se me vaya. Por tanto, necesito mucha planificación y tener unos objetivos muy claros”, añade.

Hernández dedica momentos para la reflexión que le sirven para comprobar si las metas se van cumpliendo o si hay que “soltar lastre en aquellas cosas que impiden avanzar”. “No pienso más allá de un año vista. En junio y diciembre analizo lo que he conseguido y me planteo qué hacer los próximos meses”, comenta.

En su opinión, la situación pandémica ha mostrado que la flexibilidad y la adaptación son muy importantes. “En nuestro negocio y en nuestras finanzas personales hay que tener la precaución de preparar nuestras inversiones siempre pensando en que mañana pueden ir las cosas un poco mal. Disponer de un fondo de emergencia nos ayudará a sobrellevar las circunstancias negativas mucho mejor”, subraya. 

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