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Informe Especial

Rovira (SIFU): “Las personas con discapacidad estuvieron en primera línea limpiando quirófanos y supermercados”

El vicepresidente del grupo empresarial de contratación afirma que la pandemia va a incrementar la tasa de desempleo del colectivo

Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu
Cristian Rovira, vicepresidente del Grupo Sifu

El año 2020 está siendo muy negativo para la población debido a la pandemia del coronavirus pero, en especial, para las personas con discapacidad. El desempleo se ceba con este colectivo y el confinamiento y las restricciones han aumentado sus problemas psicológicos. Dificultades de las que son plenamente conscientes en el Grupo SIFU, proyecto empresarial dirigido a emplear a personas con discapacidades tanto físicas como psíquicas. Cristian Rovira, vicepresidente de este centro especial de empleo, afirma que, al igual que han hecho desde su creación en 1993, “enfrentamos estos problemas con el enfoque de lo que las personas con discapacidad pueden hacer y no con el de lo que no pueden hacer”.

R. Describa qué es el Grupo SIFU y su papel innovador en el tratamiento laboral de las personas con discapacidad.
R. El Grupo SIFU nació hace 27 años para ayudar a las personas con discapacidad a tener un empleo remunerado. Pero haciéndolo de una manera diferente, realizando servicios profesionales y de calidad. Hay que tener en cuenta que, en 1993, la palabra discapacidad no existía. Se decía que hacíamos trabajos con minusválidos, es decir, lo que nadie quería hacer con los que nadie quería contratar que eran los menos válidos. Nosotros apostamos por hacerlo de forma distinta a como se estaba haciendo. Decidimos cambiar la estrategia basada en la idea imperante de pobre gente, vamos a echarles una mano por lo de mira lo que puede hacer, mira lo bien que lo puede hacer, es decir, pasar de trabajar con la pena a trabajar con la calidad y la profesionalidad. Eso nos permitió desarrollarnos y llegar a ser actualmente el primer grupo privado en España en cuanto a contratación de personas con discapacidad.
R. ¿Cuántos empleados tienen?
R. Tenemos más de 4.500 personas con discapacidad trabajando en el Grupo SIFU, son empleados nuestros. Hacen servicios de jardinería, limpieza, conserjería o servicios auxiliares. Además, atendemos a más de 1.500 personas que tienen lo que se llama grandes discapacidades, que son discapacidades intelectuales y enfermedades mentales. Hemos conseguido una innovación social en este sentido y ser un referente tanto en España como a nivel internacional, pues también estamos en Francia.
R. También disponen de una Fundación.
R. Viendo que había ciertos colectivos a los que no podíamos dar salida desde el Grupo SIFU y viendo también que la sociedad necesita sensibilizarse más para llegar a una cierta normalización, hace 14 años decidimos crear Fundación Grupo SIFU para ayudar a perfiles que nos costaba mucho ayudar y tratar de buscarles trabajo en empresas ordinarias. La Fundación realiza, asimismo, otras acciones. Una de ellas es becar a artistas con discapacidad y acometer actos artísticos.
R. ¿Puede comentarnos algunas de las actividades que realizan?
R. Hacemos el evento cultural más importante de Europa, con 2.000 personas en el Liceo de Barcelona, un acto inclusivo con artistas con y sin discapacidad. Lo íbamos a traer al Teatro Real de Madrid el pasado 27 de mayo, pero como no se pudo por la pandemia, lo hemos trasladado a octubre de 2021. Será una actuación inédita, de una calidad impresionante. La gente siempre asocia un proyecto artístico de personas con discapacidad a poca calidad, pero nosotros vamos a ofrecer un evento de primera, a la altura de cualquier otro concierto. Entendemos que la forma de mostrar lo que hacemos ha de provocar el efecto "¡guau!, impresionante lo que puede hacer esta gente". Preferimos mostrar siempre el lado positivo, heroico y la superación de estas personas, a las que evidentemente hay que ayudar, pero a desarrollar las capacidades que tienen.
R. También hacemos exposiciones, en centros comerciales y hasta en museos. Tenemos una exposición virtual, porque con las nuevas tecnologías te puedes poner en la piel de personas con distintas discapacidades, auditiva, visual, con enfermedad mental o discapacidad intelectual. Es interactiva y la vamos cambiando cada año. Hacemos testimoniales en empresas para que vean lo que son las personas con discapacidad, también temas de formación y acciones de voluntariado para empresas y para organizaciones que quieran sensibilizar a sus colaboradores y empleados respecto al potencial que tienen las personas con discapacidad.
R. ¿Cómo están viviendo la crisis actual causada por la pandemia? ¿Ha afectado mucho al empleo de las personas con discapacidad?
R. Ya partíamos de una base mala. Antes del Covid el desempleo de las personas con discapacidad se multiplicaba por dos respecto de las personas sin discapacidad. Estábamos hablando de una tasa de desempleo del 40% antes de la pandemia. Por otra parte, la tasa de temporalidad de estas personas es muy importante. El Covid nos ha afectado mucho. Las personas especialmente sensibles no podían trabajar durante el confinamiento, ya sea por enfermedades pulmonares o por discapacidad intelectual, no se les permitía. Esto ha hecho que se incremente más la tasa de desempleo. El confinamiento total nos afectó mucho, ahora afortunadamente tenemos menos afectación.
R. Durante la primera ola del Covid, ¿dónde ayudó este colectivo?
R. Una cosa quiero destacar porque es un hecho muy poco conocido. En el Grupo SIFU vimos durante la primera ola de la pandemia que, lo que en teoría era el eslabón más débil, las personas con discapacidad estaban en primera línea, limpiando quirófanos, haciendo refuerzos en hospitales y en supermercados y ayudando a que servicios esenciales siguieran funcionando. Sí, las personas con discapacidad lo han pasado mal, pero preferimos poner en valor que por primera vez han dado la cara con tareas que eran de una sensibilidad especial como la limpieza de hospitales, quirófanos, aeropuertos, supermercados y grandes centros logísticos. Han demostrado que podían lidiar con la situación y que podían contribuir.
R. ¿Cómo se ve el futuro a corto plazo?
R. Las perspectivas no son buenas. Durante la crisis de 2008 hubo tasas de desempleo superiores al 50% en el colectivo, con lo cual prevemos que en los próximos dos años se va a producir una tasa de desempleo importante. Esto requiere que el Gobierno se dé cuenta de que en estos momentos es cuando hay que ayudar a las personas con discapacidad.
R. ¿En qué consiste esa ayuda?
R. Hay dos tipos de acciones. Las primeras son las fáciles, las que no cuestan dinero. En primer lugar, hacer que se cumpla la ley que obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a que un 2% de su plantilla esté formada por personas con discapacidad. Esto no cuesta dinero al Estado. Es cumplir la antigua Lismi que ahora se ha convertido en la Ley General de Discapacidad. Otra actuación es promover la contratación pública de empresas que empleen a personas con discapacidad. Hay medidas que ya cuestan dinero, como incentivar los contratos de personas con discapacidad y fomentar los servicios de los centros especiales de empleo que son empresas específicas que contratan a este tipo de personas y las que en épocas de crisis mantienen la mayor parte de su empleo.
R. ¿Cómo les ha afectado personalmente esta crisis?
R. A las personas con discapacidad y, sobre todo, a las personas con especial dificultad que serían las que tienen discapacidad psíquica de enfermedad mental, además de darles un trabajo también les damos acompañamiento y seguimiento. Esto es básico para la estabilidad no solo laboral, sino también para la emocional. Con la pandemia hemos tenido que reforzar todos los servicios asistenciales nuestros. La soledad, el hecho de no poder tener el contacto que tenían antes, ha afectado mucho a la estabilidad emocional de las personas con discapacidad. Nosotros y las entidades que se dedican a lo mismo hemos tenido que reforzar en especial el contacto con asistentes y con trabajadores sociales para ayudar a compensar, en el mayor grado posible, esta vertiente. La asistencia psicológica la hemos hecho como hemos podido, en algunos casos solo ha sido telefónica, en otros ha habido reuniones bilaterales y en cuando se puede, con vídeollamadas.
R. Pero sigue habiendo motivos para el optimismo…
R. Desde el Grupo SIFU queremos lanzar el mensaje, poniendo el foco como siempre en lo que las personas con discapacidad pueden hacer, de que cuando se les permite desarrollar su potencial, lo hacen muy bien. Es así porque toda su vida han escuchado no puedes y tienen unas ganas terribles de demostrar que sí pueden. Cuando alguien les da una oportunidad laboral, saben que si no la aprovechan lo van a tener complicadísimo después, con lo cual su nivel de aprovechamiento es muchísimo más grande. Hay una encuesta que concluye que más del 80% de las empresas que contratan por primera vez a personas con discapacidad están contentas o muy contentas con ellas. Y no solo se les valora su trabajo, sino también el bienestar que generan en el entorno laboral. Por eso, seguimos siendo optimistas respecto al futuro a pesar de las circunstancias.

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