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Crédit Agricole pagará un precio modesto por su plan B en Italia

La compra de Creval es una mera escaramuza comparada con el asalto a Banco BPM

Logo de Credit Agricole en una sucursal de Vertou, cerca de Nantes.
Logo de Credit Agricole en una sucursal de Vertou, cerca de Nantes.STEPHANE MAHE (REUTERS)

La campaña italiana de Napoleón lo estableció como uno de los estrategas militares más brillantes de Europa. El CEO de Crédit Agricole, Philippe Brassac, ha rebajado sus ambiciones allí. Una oferta por Crédit Valtellinese (Creval) por 737 millones en efectivo es una mera escaramuza comparada con el asalto frontal propuesto a Banco BPM.

Estratégicamente el acuerdo es una victoria clara para Crédit Agricole. La unión creará una entidad con 100.000 millones en activos, convirtiéndola en la séptima de Italia. Es muy asequible, además. Brassac considera que la transacción solo restaría 20 puntos básicos a su capital, que es del 12,6%.

La oferta en efectivo de 10,50 euros por acción parece generosa, a más del 50% por encima del precio medio ponderado por volumen de las acciones de Creval en los últimos seis meses. Aun así, lo valora en un mero 43% de su valor contable tangible estimado. Crédit Agricole también debería de tener pocos problemas para lograr el 10% de retorno de su inversión en tres años. Eso implica que Creval producirá ganancias de al menos 74 millones, frente a los 58 millones esperados para 2020.

Brassac podría lograrlo reduciendo los costes operativos en 22 millones, después de deducir impuestos a la tasa del 29% de Creval. Eso equivale a poco más del 1% de los gastos combinados en Italia. Intesa Sanpaolo busca sinergias de unas cinco veces esa proporción tras su reciente compra de UBI Banca. El indicio de que es una ganga para Crédit Agricole ayuda a explicar por qué las acciones de Creval cotizan ligeramente por encima del precio de la oferta.

Al conformarse con Creval, el banco francés se pierde un acuerdo más ambicioso con BPM, de mayor tamaño. Brassac inició conversaciones a principios de año, pero fracasaron debido a problemas de gobernanza, según una fuente cercana.

Si Banco BPM termina fusionándose con su rival italiano BPER, como sugirieron ambos este fin de semana, Brassac quedará fuera de los objetivos italianos transformadores. Se ha conformado con una campaña italiana más fácil. Al menos pagará un precio modesto por su Plan B.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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