Just Eat mejoró un 16% los ingresos y un 41% su beneficio de explotación en 2019
La plataforma generó unas ventas netas de 44 millones durante el pasado año
Just Eat, la plataforma de entrega de comida a domicilio, presume de crecimiento de ventas y rentabilidad en un momento en el que su competencia está en el ojo del huracán por la regularización laboral forzosa de sus repartidores.
En 2019 Just Eat España alcanzó unos ingresos de 44 millones de euros, un crecimiento del 16% respecto al año anterior, según ha hecho público la propia empresa este lunes, que destaca los más de 13.000 restaurantes adheridos a su servicio, aunque no detalla el número de clientes registrados, un dato que los operadores del sector suelen mantener en secreto.
Además, su beneficio de explotación mejoró un 41% hasta los 6,1 millones. Sin embargo, la sociedad se anotó unas pérdidas de 42,6 millones, lo que ha obligado a reequilibrar su patrimonio, debido a un deterioro en el valor de la mexicana Sin Delantal, de la que Just Eat posee el 51% del capital a través de la filial española.
“Esta senda de resultados positivos confirma la buena gestión de las operaciones en España y nos enmarca como uno de los países más importantes para el grupo Just Eat Takeaway.com”, valora en un comunicado el director financiero de Just Eat España, Ramón Argelaguet. “La clave de resultados positivos en nuestro sector pasa por una gestión muy eficiente de la logística de última milla, dando un servicio excelente a los usuarios finales de la plataforma y un marco óptimo de condiciones para los restaurantes que se nutren del crecimiento de Just Eat", añade.
También deja un mensaje respecto a la polémica que rodea las condiciones laborales de los repartidores en el sector. "Para nosotros son muy importantes los resultados financieros pero también lo es el cumplir con el marco regulatorio y, en concreto, con la normativa laboral".
Hay que recordar que, a diferencia de los modelos de Glovo o Deliveroo, los repartidores de su plataforma no son autónomos, sino asalariados de empresas de servicios logísticos que contrata para entregar los pedidos de los restaurantes que no lo hacen por sus medios, que según la compañía son minoría.
Como publicó este diario el pasado de mes de agosto, Just Eat pretende dar una evolución a ese modelo de contratación una vez completada la fusión con Takeaway.com. En concreto prevé implementar el modelo desarrollado por esta en una decena de países, llamado Scoober, que permite a quienes quieran repartir en la plataforma darse de alta en una app. Algo parecido al sistema de Deliveroo o Glovo, con la diferencia de que la relación laboral se sella con un contrato de trabajo y que la remuneración no es por pedido, sino por hora, incluyendo esperas. Según confirmaron entonces desde Just Eat Takeaway.com, el gigante del reparto de comida a domicilio no considera "sostenible" para los repartidores el modelo de los autónomos.
El grupo resultante de la fusión de Just Eat y Takeaway.com también prevé inversiones "importantes" para España en los próximos años. Estas se centrarán en marketing para aumentar los usuarios activos; en una mayor competitividad en precios, rebajando las tarifas de entrega o incluso eliminándolas; y en crear alianzas con las cadenas más populares de la restauración para ampliar las opciones a los consumidores.