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La aceleración de Renault la deja todavía más a la deriva

Le falta mucho para alcanzar a Daimler, más expuesta a China, en rápida recuperación

La facturación de Renault cae un 26,8 % en los nueve primeros meses del año
EFE

Las 24 horas de Le Mans tienen que ver tanto con la resistencia como con la velocidad. Renault necesitará mucho de ambos para alcanzar a Daimler, más expuesta a China, en rápida recuperación.

El jefe de la firma alemana, Ola Kallenius, puede estar satisfecho con su rendimiento hasta ahora. Las ventas en el país asiático subieron casi un quinto en el tercer trimestre, lo que elevó los ingresos anuales hasta la fecha alli en un 7%, hasta 14.700 millones de euros, una marcada diferencia con los descensos de todos los demás países importantes. La recuperación en V del mayor mercado de Mercedes-Benz ha reducido la caída de los ingresos del grupo en lo que va de año al 14%, un déficit que podría bajar aún más en el cuarto trimestre. En combinación con un estricto control de costes, el beneficio de explotación de 2020 debería estar en línea con los 4.300 millones de 2019, lo que supone un cambio impresionante con respecto a mediados de año, cuando Daimler esperaba simplemente alcanzar el equilibrio.

Por contra, el motor de Renault lleva un tiempo chisporroteando. Luca de Meo va al menos en la dirección correcta. El descenso de la facturación del 8% en el tercer trimestre fue menor de lo que temían los analistas. El hecho de que lo haya atenuado la subida de precios reivindica un puntal clave de su estrategia de reconversión para centrarse en la rentabilidad más que en el volumen. Una caída del 3% de las ventas en Europa, frente a la media del 5% del sector, sugiere que De Meo también ganó cuota de mercado que representa aproximadamente la mitad de las ventas del grupo. Ello le dio suficiente confianza para acelerar hacia el modesto objetivo de un flujo de caja libre positivo en el segundo semestre, después de sufrir fuertes pérdidas en el primero.

La ambición de De Meo de ahorrar 2.000 millones de aquí a 2022, respecto a 2019, debería acelerar la propulsión delantera de Renault. Aun así, su valor en Bolsa es más de 8 veces el beneficio de explotación de 2021. El de Daimler es menor de 5 veces. Eso no da mucho incentivo a los inversores para preferir a la francesa.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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