El FMI avisa de un "fuerte ajuste" de mercado si las políticas de apoyo flaquean
Calcula un déficit de capital para la banca de 220.000 millones en un escenario adverso
El FMI ha advertido hoy en su informe de estabilidad financiera global de la divergencia entre las valoraciones actuales de mercado y la dura evolución de la economía, una desconexión que ya apreció en junio y que persiste. La actuación de los bancos centrales ha sido determinante en el rally registrado por la Bolsa, en especial la estadounidense y, en la deuda, con una intensa caída de los diferenciales en la soberana y también en la deuda corporativa.
“El fuerte descenso en las perspectivas de beneficios empresariales ha sido más que compensado por menores tasas sin riesgo y una compresión de la prima por riesgo de las acciones, lo que refleja los recortes de la tasa de política monetaria de los bancos centrales y otras medidas que han impulsado la confianza de los inversionistas, pese al aumento de la incertidumbre económica”, explica el FMI a propósito del mercado bursátil estadounidense. Y sobre los bonos corporativos, añade que el descenso de los diferenciales propiciado por las compras de los bancos centrales se produce “en muchos casos por debajo de valores estimados como coherentes con los fundamentos económicos”.
Ante tal optimismo de los inversores, el FMI considera que “las actuales valoraciones de activos de riesgo podrían sostenerse durante algún tiempo”. Siempre y cuando los mercados consideren que las políticas de respaldo monetarias y fiscales se mantendrán e incluso reforzarán ante el deterioro de las perspectivas económicas. “Sin embargo, si los inversionistas revalúan el alcance de ese apoyo o si la recuperación se demora, las probabilidades de que se produzca un ajuste fuerte posiblemente aumenten”, advierte la institución.
Según el FMI, los riesgos para la estabilidad financiera mundial a corto plazo se mantienen contenidos por el momento, gracias precisamente a una respuesta de política económica de una magnitud sin precedentes. Pero la institución también advierte de que las vulnerabilidades están aumentando y, a medida que se prolonga la crisis causada por la pandemia, crece el riesgo de que los problemas de liquidez de las empresas, en especial de las pymes, deriven en insolvencias.
En este sentido, el FMI también advierte del deterioro en la calidad crediticia de las entidades financieras “Algunos bancos ya están empezando a endurecer sus normas crediticias, lo que podría tener implicaciones adversas para la recuperación”, señala el FMI en su informe”. Y en una recesión más profunda y una recuperación más débil, en el supuesto de un escenario adverso, un grupo de entidades podrían afrontar dificultades de capital que limiten su capacidad de dar créditos. El FMI calcula de hecho que el déficit de capital de la banca, con respecto a los requisitos regulatorios, podría alcanzar los 220.000 millones, incluso teniendo en cuenta “las políticas de mitigación orientadas a los bancos y los prestatarios”.
"Una vez que la pandemia esté totalmente controlada, será posible replegar poco a poco las políticas de respaldo, y la prioridad deberá ser reconstituir los colchones bancarios, reforzar la regulación de las instituciones financieras no bancarias y adoptar una supervisión prudencial más estricta para contener la toma de riesgos excesiva en un entorno caracterizado por niveles persistentemente bajos de las tasas de interés", concluye el FMI en su informe.