Así será la oferta de fondos tras la fusión de Bankia y CaixaBank
Se potenciará la gestión discrecional de carteras, con el desafío de dar más rentabilidad
Las dos torres negras de La Caixa, al final de la Avenida Diagonal de Barcelona, siguen acumulando poder. Con la integración de CaixaBank y Bankia, la nueva entidad va a reforzar su liderazgo en el negocio de la gestión de activos: fondos de inversión, planes de pensiones, sicavs, seguros de ahorro, fondos luxemburgueses...
El nuevo presidente del grupo, José Ignacio Goirgolzarri, asegura que habrá un reparto equilibrado de la operativa, pero lo cierto es que el peso específico del que parte CaixaBank en este ámbito es muy superior al de Bankia. En la mayoría de los segmentos duplica la cuota de mercado de su nueva socia. La entidad catalana ha hecho bandera de la cultura del ahorro para la jubilación, y de la inversión. Además, ha renovado por completo su propuesta comercial en los últimos tres años. La batuta de la gestión de activos la llevará CaixaBank. Y será una batuta muy poderosa.
El volumen de activos bajo gestión del nuevo grupo (fondos y planes de pensiones) rozará los 130.000 millones de euros y la cuota de mercado en ahorro a largo plazo estará cerca del 30%. De esta ingente cantidad de dinero, casi tres cuartas partes provienen de los clientes de CaixaBank.
Para darse cuenta de lo rentable de estos negocios para ambas firmas basta mirar la rentabilidad sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) de las gestoras. En el caso de Bankia es del 76% y en CaixaBank es del 67%, mientras que en el negocio hipotecario apenas llegan al 5%. Tan solo en sus filiales de fondos de inversión, entre las dos entidades generan cada año unas comisiones por encima de los 400 millones de euros.
Recapitulando, CaixaBank y Bankia van a crear un gigante de la inversión y el ahorro a largo plazo, capitaneado desde Barcelona y muy rentable para el nuevo banco. Ahora bien, ¿cómo son sus productos? ¿Son atractivos para los clientes?
Oferta amplia, rentabilidad modesta
Morningstar es la firma de análisis de fondos más prestigiosa del mundo. A aquellos productos que son mejores que el 90% de los fondos comparables les da cinco estrellas y al 10% peor le da una estrella. Teniendo en cuenta el tamaño de cada fondo, la entidad otorga una valoración global a todas las gestoras. En general, las firmas españolas no salen muy bien paradas respecto a sus competidores internacionales. CaixaBank y Bankia no son una excepción. Los fondos de la primera tienen, de media, 2,7 estrellas y los de la segunda 2,6. El aprobado estaría en 3.
Uno de los problemas que presenta la oferta tradicional de fondos es que las comisiones son bastante caras, y que no suelen batir a los índices con los que se comparan. Un ejemplo, el fondo CaixaBank Evolución Prudente, que tiene un perfil mixto defensivo, ha rentado un -1,1% anual en los últimos cinco ejercicios, y con unas comisiones del 1,15% anual. Un desempeño mucho peor que la competencia. O el Bankia Soy Así Prudente, con un retorno medio anual del -0,27% desde 2005 y unos gastos corrientes del 1,35%. Ambos vehículos tienen un patrimonio enorme, de más de 1.300 millones de euros.
Otros servicios que se les ofrecerán
Supermercado de fondos. CaixaBank tenía una plataforma con 2.000 fondos de inversión de terceros, para sus clientes de banca privada. Este año, anunció que la abriría a un público mucho más amplio. Inicialmente, este supermercado de fondos, llamado Ocean, requería aportaciones mínimas de 20.000 euros, pero ahora se podrán contratar fondos de terceros desde tan solo 600 euros. La Caixa siempre tuvo en su filosofía convertirse en un supermercado financiero donde se pudieran encontrar todo tipo de productos, tanto de marca propia como de otras entidades. Bankia también cuenta con fondos de gestoras internacionales, como Amundi, BlackRock o JP Morgan, muchos de los cuales tienen una evolución mucho mejor que sus propios fondos.
Seguros. La otra pata del asesoramiento para el ahorro a largo plazo está en los seguros. CaixaBank es líder absoluto en pólizas de vida-ahorro, a través de su filial VidaCaixa. Dentro de este ámbito se getionan tanto los planes de pensiones (donde la cuota de CaixaBank es del 33%), tanto individuales como colectivos. Además, dispone de una amplia gama de pólizas de seguros de ahorro, como los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS), los planes de ahorro asegurado (PPA). Uno de los productos que más está impulsando son las rentas vitalicias, que permiten convertir la vivienda en una renta mensual, con importantes ventajas fiscales.
Evidentemente, no todos los fondos de CaixaBank o Bankia tienen evoluciones negativas. La oferta es amplia y hay algunos productos de éxito. En el caso de CaixaBank, entre el negocio en España y su filial portuguesa (BPI) tienen más de 120 fondos. Entre sus mayores éxitos está el CaixaBank Selección Tendencias, con cinco estrellas Morningstar. Se trata de un fondo que invierte en otros fondos de gestoras internacionales, y que buscan captar las grandes tendencias de cambio mundial (digitalización, robótica, cambio climático...). Su retorno medio anual en cinco años ha sido del 7,9%. Y tiene un patrimonio de más de 2.000 millones de euros.
En el caso de Bankia, no cuenta con ningún fondo que tenga cinco estrellas (es decir, que logre batir al 90% de fondos comprabales). Entre los que tienen cuatro estrellas, destaca el Bankia Global Flexible, que también es un fondo que invierte en otros fondos. Su retorno medio anual en tres años ha sido del 1,94%.
De todos los fondos de inversión propios de ambas gestoras, solo hay uno que tenga cinco estrellas y que invierta directamente en acciones o bonos. Se trata de uno de Bolsa española de CaixaBank y, aunque lo ha hecho mejor que sus rivales (fundamentalmente otras firmas españolas) su retorno medio en los últimos tres años ha sido del -7,15%.
Hacia el asesoramiento
La fórmula convencional de vender a los clientes del banco los fondos de la gestora, aunque tuvieran escasa calidad, hace tiempo que está en entredicho. La nueva directiva de mercados financieros (Mifid II) ha tratado de restringir esta práctica e incentivar que los bancos ofrezcan a sus clientes los mejores fondos de inversión, no solo los de la propia gestora. Aunque sea una fórmula menos rentable para la entidad.
CaixaBank hace tiempo que empezó a transitar hacia estas nuevas fórmulas. Principalmente, a través de la gestión discrecional de carteras. Bajo este formato, el cliente firma un contrato con el banco y le autoriza para gestionar sus inversiones en su nombre, a cambio del pago de una comisión explícita. Normalmente, se hace a través de fondos de inversión que tienen que tener una comisión muy baja.
CaixaBank tiene ya 27.000 millones de euros de patrimonio de clientes con gestión discrecional de carteras. La fórmula principal es a través de su gama Master. Son fondos de CaixaBank, pero asesorados por grandes firmas internacionales (JP Morgan para Bolsa de Estados Unidos, Nomura para Bolsa de Japón...). “Cambiamos de un modelo de inversión en fondos de terceros a un modelo de asesoramiento, para ser más transparentes, tener menos costes y estar más alineados con los clientes”, explica Víctor Allende, director de Banca Privada de CaixaBank. En estos fondos de la gestora de CaixaBank ya hay 21.300 millones de euros.
Además, también hay un servicio más de gestión discrecional para clientes ricos, a través de la filial Wealth (3.600 millones) y un servicio ‘low cost’, con fondos indexados, llamado Smart Money (otros 2.000 millones).
Bankia, en cambio, se encuentra en una fase de desarrollo previa, con todavía una clara predominancia de los fondos de inversión propios (15.660 millones) sobre los contratos de gestión discrecional de carteras (3.600 millones). Tras la fusión, sus clientes verán una mayor inclinación de la red hacia el asesoramiento especializado.
Además del asesoramiento en la gestión de carteras, la otra viga maestra del proyecto de CaixaBank (y de la nueva entidad) será la apuesta por la inversión socialmente responsable. Los clientes parecen interesados en esta tendencia. En 2019, los saldos medios de los clientes de banca privada de CaixaBank en fondos sostenibles aumentaron el 500%.