España negocia con Reino Unido reabrir corredores turísticos seguros a Baleares y Canarias
Londres abre la puerta para analizar la situación epidemiológica de las islas individualmente
España intenta recuperarse de un verano tormentoso para el turismo. El Gobierno negociará con Reino Unido la posibilidad de establecer “corredores turísticos” seguros con Islas Baleares y Canarias, según ha señalado este martes la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, tras el cambio de estrategia británica de analizar por separado la situación epidemiológica de cada isla. Una noticia que abre la puerta a la reactivación del turismo en las islas españolas con tasas de contagio más bajas.
La titular de Exteriores ha explicado que se ha llegado a un acuerdo dando un “enfoque de archipiélago”. En la entrevista con RNE, González Laya ha resaltado que faltaría negociar en qué lugares serán posible estos corredores y qué información proporcionará España para que se avance en un acuerdo que salve la temporada de invierno de una industria que emplea a uno de cada ocho españoles.
Reino Unido, la mayor fuente de visitantes extranjeros a España, impuso una cuarentena a los viajeros provenientes de la península y las islas durante todo el verano. En 2019, España recibió casi 20 millones de turistas británicos, según la Oficina Nacional de Estadística de España. Pero los aumentos de contagios en España y los casos importados al territorio británico han sido repetitivos en los argumento del Gobierno para desaconsejar los viajes entre ambos países.
En un cambio de estrategia, el ministro de Transportes británico, Grant Shapps, explicó este lunes al Parlamento que hasta ahora no tenían herramientas para valorar las islas separadamente, pero que ya disponen de más datos y pueden actuar más selectivamente para no imponer cuarentenas a países enteros. Aun así, Shapps descarta la apertura inmediata de corredores turísticos a Baleares y Canarias por considerar que las tasas de contagio por coronavirus “siguen siendo demasiado altas”.
España ha cerrado el periodo enero-agosto con alrededor de 40 millones de turistas internacionales menos que el año pasado, que habrán dejado de gastar unos 50.000 millones de euros, como consecuencia de las restricciones y las cuarentas impuestas en diferentes países para luchar contra el coronavirus.