Retos para la pyme en la nueva regulación del teletrabajo
Saber quién cubrirá con los gastos del teletrabajo es una de las controversias del texto.
Quién debe autorizar los gastos derivados del teletrabajo. Éste es uno de los aspectos controvertidos que se incluyen en el borrador del anteproyecto de Ley de Trabajo a Distancia.
La ley, que actualmente se encuentra en fase de negociación con los agentes sociales, pretende fijar los tiempos máximos de trabajo y los mínimos de descanso para evitar riesgos laborales como la fatiga física y mental.
El borrador de la norma incluye también conceptos como la flexibilidad de la jornada laboral. El experto de TÜV SÜD Fernando Soto explica que ya existen varias metodologías para el seguimiento y control de los horarios, según se regula en el Real Decreto Ley 8/2019. Indica que se pusieron en marcha softwares automatizados que permiten la identificación del empleado usando sus propias claves, hasta un registro manual para conocer su dedicación horaria.
Este es un punto importante en las negociaciones que mantienen el Gobierno y los sindicatos. El texto en el que se trabaja habla de respetar la "dignidad" del empleado, a la hora de controlar y vigilar que están efectivamente ejecutando sus tareas, según recoge un análisis de Europa Press al respecto. Noticia en la que, por cierto, los sindicatos se muestran satisfechos sobre cómo avanzan las negociaciones, aunque no aclaran sobre quién recaerán los costes, ni cómo se va a establecer el control del trabajo.
Mecanismos de compensación
Uno de los apartados controvertidos también tiene que ver con el poder definir cuáles serán los mecanismos de compensación derivados del teletrabajo. Según Soto, en este apartado hay que “buscar un punto lógico de entendimiento” y estudiar también la normativa vigente. A su juicio, será un problema el poder definir el límite de gasto “si la normativa legal de aplicación específica cada uno de los puntos y no deja lugar a posibles interpretaciones o conflictos pendientes de resolución”.
En la futura ley, aclara el experto, tendría que redactarse también un procedimiento que “defina y clarifique qué criterios se van a seguir para el reparto de costes, cuáles serán las compras necesarias para el teletrabajo, cómo se tramitará el pago de dichos costes y quién deberá autorizarlo”.
La crisis de la Covid-19 ha impulsado el teletrabajo. Los datos muestran que antes de la crisis sanitaria, apenas un 4% de los empleados optaba por esta modalidad de trabajo. En la actualidad, de acuerdo con Eurofund, hay un 30,7% de empleados que la practica. Eso es lo que ha hecho que el Ministerio de Trabajo prepare un nuevo marco regulatorio que aboga por establecer el trabajo a distancia como una práctica voluntaria y que cumpla con la igualdad de condiciones y de trato en el ámbito laboral.