Apple gana el asalto legal por los 13.000 millones en impuestos que le reclamaba Bruselas
El Tribunal General de la UE da la razón a la firma de la manzana y a Irlanda, en una decisión que puede ser recurrida
El choque de Apple con los reguladores de la competencia de la UE tiene ganador, al menos en este asalto: la compañía creadora del iPhone. El Tribunal General de la UE ha dado la razón a la firma de la manzana y ha dictaminado que no tendrá que pagar los 13.000 millones de euros (15.000 millones de dólares) en impuestos atrasados irlandeses, una parte clave de la campaña de la UE contra los acuerdos fiscales de las tecnológicas.
El Tribunal General de la Unión Europea (TUE) se ha pronunciado este miércoles sobre los recursos presentados por Irlanda y Apple contra la decisión de la Comisión Europea que exigió la devolución de esa suma millonaria más intereses en ayudas ilegales concedidas por Dublín a la multinacional tecnológica.
Según la resolución, la Comisión no debió declarar que se había otorgado a Apple una ventaja económica y, por tanto, considerarla ayuda estatal. El Tribunal General determina que el Ejecutivo comunitario no ha logrado demostrar que existía una “ventaja a los efectos del artículo 107 del Tratado de Funcionamiento de la UE”, que fija que las ayudas de Estado son incompatibles con el mercado interior si falsean la competencia favoreciendo a determinadas empresas.
"La Comisión se equivocó al declarar que se había otorgado a Apple Sales International (ASI) y Apple Operations Europe (AOE) [las dos sociedades que usaba Apple en Irlanda] una ventaja económica selectiva y, por extensión una ayuda estatal”, ha explicado el Tribunal General de la UE en un comunicado.
Según la sentencia, Bruselas concluyó "erróneamente" que Dublín había concedido una ventaja selectiva a Apple por no haber atribuido a sus filiales irlandesas las licencias de propiedad intelectual del grupo propiedad de ASI y AOE. Esto supuso que tampoco se adjudicaron a las filiales irlandesas de la multinacional todos los beneficios obtenidos de las ventas del grupo fuera del continente americano.
En opinión del Tribunal, la Comisión Europea "debería haber demostrado que esos ingresos provenían de actividades realizadas realmente por las filiales irlandesas" a través, por un lado, de actuaciones efectivamente ejercidas por ellas o, por otro, con "decisiones estratégicas" a aplicar más allá de su ámbito.
La Justicia europea también ha dictaminado que Bruselas tampoco ha podido demostrar la existencia de "errores metodológicos" en los acuerdos fiscales entre Dublín y Apple que condujeran a una reducción de los beneficios de la tecnológica que debían ser gravados en Irlanda. "Aunque el Tribunal General lamenta la naturaleza incompleta y a veces inconsistente de los tax rulings cuestionados, los defectos identificados por la Comisión no son, en sí mismos, suficientes para demostrar la existencia de una ventaja" incompatible con el Derecho comunitario", señala el Tribunal, que también resalta que la CE no ha podido demostrar que los acuerdos fiscales fueron fruto de un "poder discrecional" por parte de las autoridades fiscales irlandesas.
Irlanda ha celebrado la sentencia. "Irlanda siempre ha tenido claro que no había concedido un trato especial a las dos compañías de Apple, ASI y AOE. Se les aplicó el impuesto irlandés correcto y se cobró una cantidad en línea con el régimen fiscal normal", ha dicho el Ministerio de Economía en un comunicado. Irlanda, al igual que Apple, habían apelado la decisión de la UE "sobre la base de que Irlanda no concedió ninguna ayuda estatal "y la decisión de hoy de la Corte apoya esa vista ".
También Apple ha aplaudido la resolución. La firma ha agradecido al Tribunal General "su tiempo y consideración de los hechos". "Este caso no trataba de cuántos impuestos pagamos, sino de dónde estamos obligados a pagarlos", ha añadido, defendiendo que los cambios en la forma en que los pagos de impuestos sobre beneficios de las multinacionales se reparten entre distintos países requieren una solución global. "Apple anima a que este trabajo continúe", ha indicado.
La multinacional estadounidense ha aprovechado el momento para recordar que es el mayor contribuyente mundial. "Estamos orgullosos de ser el mayor contribuyente del mundo, ya que sabemos el importante papel que juega el pago de impuestos en la sociedad. Apple ha pagado más de 100.000 millones de dólares en impuestos sobre beneficio corporativo en todo el mundo durante la última década y decenas de miles de millones más en otros impuestos".
La compañía también ha asegurado estar orgullosa de ser "un poderoso motor de crecimiento económico en Europa". Según indicado, el año pasado gastó más de 13.000 millones de euros con 4.500 proveedores de todos los tamaños. "Nuestra innovación e inversión respaldan mas de 1,8 millones de empleos en toda la UE", ha subrayado.
Un caso que se remonta a 2016
El caso se remonta a 2016 cuando Bruselas ordenó a Irlanda que recuperara esos 13.100 millones en impuestos impagados. Según la Comisión Europea, Irlanda había alcanzado un acuerdo con Apple que permitió a la compañía estadounidense desviar hacia la isla su factura en todo el continente y reducir casi a cero su factura fiscal en Europa durante decenas de años. Dublín le ofrecía, según denunció, una tasa impositiva que empezó en el 1% en 2003 y acabó siendo del 0,005% en 2014, aunque el impuesto de sociedades era del 12,5%.
Según los cálculos que realizó Bruselas, los impuestos no abonados por la tecnológica ascendían a 13.000 millones de euros más otros 1.200 millones en intereses.
La decisión entonces de la CE sacudió los cimientos del modelo de negocio de Apple en Europa, pero la derrota de la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, quien ha llevado la voz cantante en estos años, podría ahora debilitar o retrasar los casos pendientes contra los acuerdos de Ikea y Nike con Holanda, así como el acuerdo de Huhtamaki con Luxemburgo.
Vestager, que ha convertido la represión fiscal en algo clave en su mandato, ya vio cómo la misma corte revocó el pasado año su demanda de Starbucks de pagar hasta 30 millones de euros en impuestos atrasados holandeses. En otro caso, el tribunal también desestimó su fallo contra un esquema fiscal belga con 39 multinacionales y un valor total de 700 millones. Por contra, el TUE avaló la decisión de Bruselas que obligó a Fiat a devolver 30 millones de euros en Luxemburgo.
Vestager: continúa la lucha
Apple ya abonó a Irlanda en 2018 la cuantía reclamada, pero el dinero se mantenía en una cuenta bloquedada a la espera de que el Tribunal Europeo resolviera el caso. Dicho pago suponía la mayor devolución de impuestos no cobrados de la historia. Ahora, las partes implicadas disponen de un plazo de dos meses y diez días para presentar un recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, la instancia superior.
Vestager ha prometido hoy continuar su lucha contra las medidas fiscales utilizadas por algunas multinacionales, a pesar del revés recibido hoy. La comisaria ha asegurado a través de un comunicado que estudiarán el fallo del Tribunal General antes de decidir si presentan recurso y que seguirán "analizando las prácticas fiscales agresivas" de los Estados miembros para determinar si suponen ayudas de Estado ilegales. La danesa reiteró que la filial irlandesa de Apple obtuvo unos beneficios de 16.000 millones de euros, pero la base imponible solo ascendió a 50 millones.
La Comisión respalda plenamente que todas las empresas paguen una parte justa de los impuestos. "Si los Estados miembros otorgan a algunas multinacionales ventajas fiscales que no están disponibles para sus rivales, la competencia en la UE se ve alterada y perjudicada. También priva a la Hacienda pública y a los ciudadanos de fondos muy necesarios para realizar inversiones, especialmente en tiempos de crisis", han asegurado desde Bruselas.
En cualquier caso, Vestager reconoció que estas actuaciones deben "ir de la mano con un cambio en la mentalidad de las empresas y con una legislación adecuada que acabe con las lagunas y garantice la transparencia".