Rutte enfría en su encuentro con Sánchez un acuerdo sobre el fondo de reconstrucción
El primer ministro holandés insta a España a buscar una solución en clave nacional
Sobre el primer ministro holandés, Mark Rutte, sobrevuelan conceptos como austeridad y rigidez. Y este lunes, minutos antes de verse en La Haya con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que viajó a Países Bajos para intentar convencer a su homólogo de la necesidad de poner en marcha el fondo de reconstrucción europeo, Rutte demostró tener la fama bien merecida. España “tiene que buscar una solución interna” a la crisis del coronavirus, porque al menos de momento “no va a ser fácil” llegar a un acuerdo sobre las ayudas comunitarias, dijo el más duro de los halcones antes de recibir al español.
Sánchez viajó a Países Bajos, antes de volar hacia Alemania y Suecia, con la intención de trasladar el mensaje de que el fondo es necesario para los países más afectados por la crisis sanitaria y económica, “pero también para el resto de socios comunitarios, ya que es la única forma de preservar la igualdad de condiciones y la estabilidad y supervivencia del mercado único. Es bueno para todos y cada uno de los países europeos”, explican fuentes gubernamentales. Así, las ayudas no deben entenderse como “solidaridad” entre las capitales, sino como una “inversión” y un “mecanismo de estabilidad”.
En Países Bajos, no obstante, Sánchez se dio de frente con una de las voces más críticas con el plan de reconstrucción propuesto en mayo por la Comisión y modificado levemente la pasada semana por el Consejo. Rutte, que lidera la coalición de los cuatro frugales (Dinamarca, Suecia y Austria, además de Países Bajos), rechaza tanto la cantidad del fondo (750.000 millones de euros), que quiere reducir, como el peso de las transferencias directas y préstamos (500.000 millones en subvenciones y 250.000 millones en créditos), así como la gobernanza y condiciones de las ayudas. Rutte, además, tampoco tiene prisa por cerrar el plan, una urgencia que sin embargo empieza a quemar en capitales como Madrid, Roma, París o Berlín. "No va a ser fácil", espetó el holandés en declaraciones recogidas por Efe a la pregunta sobre la puesta en marcha del fondo.
Los escuetos mensajes de las capitales de aquí a que se celebre la cumbre, este viernes y sábado, son pequeñas declaraciones de intenciones, claves para entender la situación a la que se llega a la reunión, así como los bloques y las posturas principales de los socios, que por ahora parecen inamovibles.
El Gobierno holandés sigue considerando insuficientes los cambios en el proyecto de recuperación pospandemia planteados por el presidente del Consejo, Charles Michel, y pedirá recortar el volumen del plan y el presupuesto, así como endurecer más las condiciones para acceder a ayudas. Es la postura oficial que Rutte defenderá el viernes y sábado, según una carta enviada hoy al Parlamento holandés por sus ministros de Finanzas, Wopke Hoekstra, y de Asuntos Exteriores, Stef Blok, en vísperas de la cumbre europea. Para España, explicó también hoy La Moncloa en un comunicado, la propuesta de la Comisión es sin embargo el “punto de partida mínimo” para la negociación. “Estamos ante una semana fundamental que debe desembocar en un acuerdo histórico, para que Europa salga de esta crisis más resiliente, más verde y más digital”.
Rutte ya ha señalado en varias ocasiones que no se siente presionado por estas reuniones con los líderes de los países del sur de Europa, y ha dejado claro que “no está hecho de plastilina y puede gestionar” los intentos de presión por parte de sus colegas. Ayer recordó que para Países Bajos es esencial que se concreten diferentes “reformas económicas” para poder hablar de un acuerdo. Así, “cada euro prestado” tendrá que valer para llevar a cabo reformas.
Tras Países Bajos, Sánchez viajará a Alemania, donde se reunirá este martes con la canciller de la primera economía europea, Angela Merkel, y una de las principales aliadas de España en la negociación. El miércoles, el presidente español terminará la breve gira en Suecia, donde se reunirá con el primer ministro del país, Stefan Löfven, otra de las voces contrarias al plan de reconstrucción.
Según el último diseño del Consejo Europeo, el fondo movilizaría unos 750.000 millones de euros (la misma cantidad que propuso la Comisión en mayo), mientras que el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 se reduciría algo más de un 2%, hasta los 1,074 billones. El último diseño de las ayudas contempla cambios en el criterio de reparto, dejando supeditado a la evolución de la recuperación, de aquí a 2023, el 30% del presupuesto de la principal pata del fondo. El diseño también incluye modificaciones en la gobernanza de las ayudas, vinculadas siempre a reformas verdes y digitales. Según la propuesta del Consejo, estas reformas tendrán que ser validadas por una mayoría cualificada de los Veintisiete, dando paso a una mayor fiscalización de las ayudas y, por lo tanto, a un control más férreo entre los socios.
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