Zurich impulsa la vuelta a la normalidad con la compra de la antigua sede de Popular
La aseguradora paga 120 millones por las oficinas y el local comercial Da el pistoletazo de salida para los grandes fondos 'core' tras la pandemia
Zurich está a punto de comprar una de las futuras joyas inmobiliarias de oficinas en Madrid, dando además el pistoletazo de salida a la nueva normalidad entre los grandes inversores internacionales. La aseguradora prevé cerrar en las próximas semanas la adquisición del edificio de Velázquez 34, la antigua sede social del desaparecido Banco Popular, por alrededor de 120 millones de euros, según explican fuentes del sector inmobiliario. Esa transacción supone que los inversores más conservadores, como es el caso de un grupo asegurador internacional, están dispuestos a invertir en España en el panorama post-Covid.
El edificio de Velázquez 34, que hace esquina con la calle de Goya, fue hasta hace unos años la sede de Popular, aunque el banco también tenía oficinas de presidencia y banca privada en el conocido como Edificio Beatriz, en la esquina de Velázquez con Ortega y Gasset. La entidad financiera lo vendió en 2008 a Grupo Rosales por 60 millones de euros. En ese caso se trató de una operación de sale & leaseback, en el que la entidad se quedaba como inquilina hasta que construyese su nueva sede en la salida de la A-2, un flamante edificio que nunca llegó a ocupar y que ahora acoge a Santander España.
La adquisición por parte de Zurich se encuentra actualmente en el proceso final de due dilligence. La transacción es la definición perfecta de una operación denominada core, de un inversor institucional que puede permitirse pagar un importe elevado por un activo para garantizarse una rentabilidad a largo plazo gracias a un inmueble excelentemente ubicado y recién reformado.
Desde marzo, por el confinamiento obligado debido a la pandemia de Covid-19, la inversión inmobiliaria prácticamente se paralizó. El sector estaba a la espera de cuáles serían los primeros inversores internacionales en volver y si regresaría el protagonismo de los fondos oportunistas como en lo más duro de la pasada crisis. Pero la inversión de una entidad de perfil core y conservador como Zurich podría indicar que el parón ha sido un paréntesis y que la confianza inversores en el país continúa.
El edificio que adquiere ha sido reformado por completo por Grupo Rosales, que encargó el diseño de la fachada al prestigioso arquitecto Rafael de La-Hoz, que ha creado una envolvente de piedra y cristal que recuerda a la diseñada para las viviendas de lujo de Grupo Lar en el proyecto madrileño de Lagasca 99. El inmueble cuenta con casi 7.000 metros cuadrados en siete plantas, a la que se suma una terraza superior de 500 m2 y un ático de 140 m2, además de un aparcamiento de 49 plazas, según se puede comprobar en la web de la consultora CBRE, que comercializa los espacios de oficinas para las futuras empresas inquilinas.
Zurich también consigue, a través de esta compra, un local comercial con entrada por la calle Goya, una de las más demandadas por las marcas y más caras de la capital.
El vendedor, Grupo Rosales, es una pequeña inmobiliaria madrileña creada en 1978 con presencia en el negocio de la promoción residencial en barrios señoriales de la capital y con una rama de negocio patrimonialista. Entre sus propiedades están los edificios de los hoteles Vincci Soma en Madrid y el Vincci Bit en Barcelona.
La entidad suiza realizó el pasado año otra compra en España, concretamente la cartera de edificios de oficinas en Madrid bautizada como Ilunion, ya que tiene a esta sociedad como principal inquilino. Pagó 163 millones a Blackstone por esos inmuebles que anteriormente habían pertenecido a la socimi Hispania.